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El Gobierno lleva dos años sin conceder los premios a los mejores científicos españoles

Los Reyes, la ministra de Investigación y Ciencia, Cristina Garmendia, y el secretario de Estado de Investigación, Felipe Pétriz, junto a los Premios Nacionales de Investigación de 2010, que lucen sus diplomas acreditativos / MICINN

Materia

Javier Salas —

El año pasado no hubo Premio Nacional de Investigación en Biología. Ni en Medicina. Ni en Ingeniería, Matemáticas o Ciencias Físicas. Ninguna de las diez categorías de los Premios Nacionales de Investigación tuvo ganador en 2013. Y tampoco el año previo, en 2012, se recompensó a ningún científico español con estos galardones, creados para honrar la excelencia de los investigadores, aquellos que “contribuyen excepcionalmente al avance de la ciencia”. Desde la llegada de Mariano Rajoy a la Moncloa no se ha recompensado a los científicos españoles por sus logros o valía; los últimos premios los convocó en 2011 el anterior Gobierno, por medio del secretario de Estado de Investigación, Felipe Pétriz.

Así lo reconoce el Ministerio de Economía y como puede verse en su web los últimos premiados datan de 2011 y 2010, ya que los diez premios se venían dando de cinco en cinco en años alternos: así, en 2011 se concedieron los correspondientes a las áreas de Ciencias Físicas, de los Materiales y de la Tierra, Ciencia y Tecnología Químicas, Ciencias y Tecnologías de los Recursos Naturales, Matemáticas y Tecnologías de la Información y las Comunicaciones y Transferencia de Tecnología; y en 2010 se habían entregado los de Medicina, Biología, Ingenierías, Derecho, Humanidades y Ciencias Económicas y Sociales.

Mientras que el Ministerio de Educación y Cultura seguía dando sus premios nacionales a Luz Casal, Juan Antonio Bayona o Luis Goytisolo por sus aportaciones a la sociedad española desde sus disciplinas, el de Economía prefirió cancelar los suyos por motivos económicos. Según explican a Materia desde la secretaría de Estado de I+D+i, que dirige Carmen Vela, el objetivo de suspender estos premios —del más alto nivel y que entregaba personalmente el Rey de España— es ahorrarse el desembolso de los 100.000 euros de la dotación económica para cada premio: medio millón anual.

Por tanto, el Gobierno se ha ahorrado un millón de euros al no convocar los Premios Nacionales de Investigación ni en 2012 ni en 2013. El dinero total que se gasta en premios nacionales el Ministerio de Educación y Cultura supera con mucho el medio millón anual, aunque para reconocer aportaciones en muchas más categorías, que van desde la Tauromaquia (30.000 euros) al Circo (30.000 euros), pasando por la Fotografía (30.000 euros), el Ensayo (20.000 euros) o el Cómic (20.000 euros).

Un portavoz de la Secretaría de Estado afirma que el dinero ahorrado “no se ha destinado a una partida en concreto”. “Había que priorizar”, señalan, por lo que se decidió congelar los premios y destinar todos los recursos posibles a contratos, proyectos, a pagar las cuotas internacionales o a los presupuestos de los organismos públicos de investigación. En 2010, el investigador Mariano Barbacid rechazó el premio porque, dijo, “genera envidia”.

La alternativa de recortar la cuantía de la dotación económica de los galardones para no suspenderlos no se planteó porque se consideró que los Premios Nacionales de Investigación, “dada su relevancia, han de tener una dotación económica importante, y por tanto no convenía rebajar mucho las cantidades para luego volverlas a subir”. “Así que se decidió suspender temporalmente los premios”, concluyeron en la secretaría de Estado de I+D+i, dejando sin premiar los logros de los científicos españoles durante este bienio.

Sin embargo, la secretaría de Estado de I+D+i no ha cancelado la entrega de los Premios Nacionales de Innovación y Diseño, porque lleva “una cantidad mucho menor, en la que solo se ha concedido premio pecuniario a uno de los ganadores, por importe de 30.000 euros”: los recibió el diseñador valenciano Nacho Lavernia por “su condición de pionero en muchas de las actuales señas de identidad del diseño español”.

Premios en 2014

Consultada por Materia, la Secretaría de Estado anuncia que este año sí se convocarán los galardones y que “hay una partida aprobada para los premios”, aunque de momento no hay fecha para publicar esta convocatoria. La entrega de estos premios, creados en 1982 por el Ministerio de Educación y Ciencia, no se suspendía desde el año 1993. Comenzaron siendo los premios Santiago Ramón y Cajal y posteriormente se fueron añadiendo otras categorías para premiar distintas disciplinas de la investigación hasta la configuración actual, consolidada en 2001.

El objetivo de los diez Premios Nacionales de Investigación, según su propia descripción, es la de “reconocer el mérito de aquellos investigadores españoles que estén realizando una labor destacada en campos científicos de relevancia internacional, y que contribuyan al avance de la ciencia, al mejor conocimiento del hombre y su convivencia, a la transferencia de tecnología y al progreso de la Humanidad”. Estos premios serán concedidos a investigadores españoles en activo “por haber realizado una investigación relevante en el correspondiente campo de especialización”.

Los recortes y el calvario de los premios para el Gobierno

Desde su llegada a la Moncloa, las entregas de premios se le están atragantando a los distintos representantes del Gobierno de Mariano Rajoy. El más perjudicado es el ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, que ha sufrido desplantes de artistas y estudiantes en numerosos actos y que ayer no quiso acudir a la gala de los Goya. Precisamente, uno de estos malos tragos lo sufrió en la entrega de un Premio Nacional, el de Cinematografía al director Juan Antonio Bayona, quien criticó duramente las políticas gubernamentales hacia su industria.

Lo mismo le ha ocurrido a la secretaria de Estado de I+D+i, Carmen Vela, en más de una ocasión, como en la entrega de las dos últimas ediciones de los premios Jaume I, en los que los premiados reprocharon al Gobierno que los recortes provocarán la “desmotivación y el éxodo” de los jóvenes, en el caso del investigador Jaime Capmany, y demandaron que “tomen sus decisiones políticas con mayor asesoramiento científico”, en palabras del profesor Xavier Querol. Otro ejemplo de lo que sucede en las entregas de premios a la ciencia española tuvo lugar en A Coruña, en la que varios de los investigadores reconocidos por Economía en la Gala de la Ciencia criticaron duramente que se les homenajeara por su trabajo mientras se les negaba la financiación para seguir realizándolo: “Gracias por el premio, pero mi contrato acaba en 12 días”, declaró ante las autoridades presentes el científico Miguel López.

En este sentido, el último Premio Nacional de Investigación en Ciencias Físicas, Francisco Guinea, se ha destacado como uno de los abanderados de la movilización de la ciencia española contra los recortes a la inversión en I+D+i. Por otro lado, también pudiera haberse dado el caso de que un investigador rechazara el premio, como ocurrió con Mariano Barbacid durante el mandato de la ministra Cristina Garmendia.

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