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La Capitalidad “salda” la deuda de Toledo con su patrimonio gastronómico

Milhoja de carcamusas, la tapa de la Capitalidad Gastronómica

Francisca Bravo Miranda

La cuenta atrás para que Toledo deje de ser Capitalidad Gastronómica de España llega rápidamente a su fin. Desde el pasado 7 de octubre, cuando se conoció la distinción de la ciudad con la marca se han llevado a cabo decenas de actividades que han llevado a la ciudad a un plano internacional. Medios internacionales han destacado a la capital como una visita prácticamente obligatoria al llegar a España, y las pernoctaciones y visitas se acercan rápidamente a las conseguidas durante el Año Greco, un período de referencia para el turismo toledano.

Rosana Rodríguez, concejala de Turismo del Ayuntamiento, asegura que la filosofía y el objetivo del proyecto estaba muy clara desde un principio. “Queríamos resaltar la gastronomía desde el punto de vista patrimonial. Éramos conscientes de que Toledo era muy conocida por la monumentalidad del conjunto histórico y que teníamos una deuda pendiente con el factor gastronómico, que ahora ha quedado saldada”, asegura la edil. El potencial, afirma, debía ser visible a nivel nacional e internacional, no sólo a través del patrimonio ya evidente sino también a través del que ofrecen los pucheros, donde se manifiestan también años de historia.

No era lo único: “Teníamos la oportunidad de volver a tener un revulsivo muy importante, cultural y artístico, que no podíamos obviar ya que el turismo gastronómico moviliza a un sector muy importante de los mercados”, afirma. En este también cooperaron chefs españoles con una trayectoria y una marca más que conocida, que acompañaron al Gobierno municipal en la presentación del proyecto. Una iniciativa que tuvo una “columna vertebral” que se pudo dividir en tres grupos: cultura, actividades propias de la capitalidad y la colaboración entre las tres administraciones. “Añadimos un valor a iniciativas tradicionales, como la semana sefardí que estuvo aromatizada con estos toques gastronómicos”, asegura Rodríguez.

Las actividades propias incluyen la Feria del Dulce o los Gastropatios, que combinaban elementos de patrimonio tradicional con la novedad que quería traer consigo la Capitalidad. A esto se debe añadir la financiación de patrocinadores como la Diputación de Toledo o la Junta de Comunidades. “La colaboración entre administraciones ha sido total y absoluta, al igual que con el sector privado. Todos los barcos remaban en la misma dirección y esto es un ejemplo y me siento orgullosa”, remata la edil encargada de Turismo.

Todavía no hay cifras finales de lo que ha sido la capitalidad, pero la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, ha adelantado que el retorno de la iniciativa alcanza los 12 millones de euros y que las pernoctaciones en la capital toledana ya se igualan a las conseguidas a lo largo del Año Greco. Así también lo señala Rosana: “el primer trimestre incluso superamos el Año Greco, un estándar muy alto y terminamos un año con récords en número de viajeros”, afirma. Además, la media de noches pasadas en la ciudad ya ha llegado a crecer hasta dos, un elemento crucial en el turismo de la ciudad.

Por parte de la Asociación Provincial de Hostelería y Turismo de Toledo, su presidente Luis González Gozalbo ha celebrado que la Capitalidad ha ayudado a la ciudad ha mantenerse en el mapa, al “rematarse” la inercia positiva creada con el Año greco. “Ha sido muy intenso y de un goteo de importantes eventos muy largo”, explica el representante provincial. Entre ellos destaca los dos premios Guinness conseguidos, en jamón y mazapán, los cocineros en las Cenas a Ciegas y el impacto mediático, pero sin dejar de lado la gran variedad de “microeventos” que han atraído tanto a toledanos como visitantes. “Ha sido fundamental”, asegura.

“Para Toledo lo que ha supuesto para la hostelería y la restauración ha sido muy interesante, pero también hemos visto que hay zonas que lo han recibido muy bien y se han visto muy beneficiadas mientras que otras han recibido bastante menos”, puntualiza. En este sentido, sin embargo, ha querido señalar un 'hito' que ha sido determinado por la Capitalidad, como que en un fin de semana de mediados de agosto en Toledo hubo un 20% más de ocupación que en el año anterior. “De los cuales, un 30% era españoles. Es significativo, porque dice que el español apuesta también por algo en nuestra ciudad”, asegura.

Para finalizar, no puede faltar la crítica, si bien González señala que las pequeñas carencias que observa se deben más bien a la dificultad de compaginar actividades que a la falta de voluntad de los hosteleros. Sin embargo, señala que a veces los recursos han sido escasos para ofrecer una información apropiada para la promoción de las novedades. “Creo que se puede mejorar la relación público privada, pero ahora sólo nos queda tirar para adelante”, concluye.

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