La Junta responde que los “supuestos” altos cargos son “menos de un tercio” de los liberados sindicales

El Gobierno de Castilla-La Mancha ha criticado la “incoherencia” de las críticas del sindicato STAS, que denunció la creación de un total de 117 “puestazos a medida” que, según los cálculos de la organización, costarán unos cinco millones de euros al año a las arcas públicas. La portavoz de la Junta de Comunidades, Blanca Fernández, ha señalado que es “curioso” que el sindicato proteste por “menos de un tercio de los liberados sindicales” que hay en la Junta.

“Si para gestionar 70.000 funcionarios entendemos que hay más de 300 liberados, ¿por qué no entendemos que haga falta menos de un tercio de ese número para gestionar la política de Castilla-La Mancha?”, se preguntaba la también Consejera de Iguadad. En este sentido, ha pedido a STAS que “juegue un poco más a la coherencia que a la incoherencia”.

“Están en su derecho de denunciar públicamente, pero la coherencia conviene tenerla en cuenta”, recalcó. Por otra parte, quiso afirmar que “50 de los 117 supuestos altos cargos” de los que se hace “eco” el sindicato son “empleados y empleadas públicos”, funcionarios cuyo puesto ha sido modificado en la relación de puestos de trabajo para modificar sus funciones como secretarias y secretarios de los delegados de las distintas provincias. 

“No son personas que se cogen de la mano a dedo para meter en la administración.  La administación regional es muy austera, hay menos gasto en personal ed confianza y de altos cargos que en otras comunidades y administraciones. Tranquilidad, no hay ninguna pirámide invertida”, señaló la portavoz. Fernández recordó también que se ha aumentado en 3.500 los funcionarios de la Junta, “que se dice pronto” y que “bastante cuesta pagar las nóminas.

Cambio en la Constitución

En cuanto a la situación electoral del país, Fernández ha lamentado el papel de “obstáculo” que han ejercido Unidas Podemos, PP y Ciudadanos y que ésto haya evitado un Gobierno con Pedro Sánchez al frente. Ahora, advirtió, en unas nuevas elecciones esrán los ciudadanos los que decidirán “en qué lugar dejan a cada uno”.

Por eso, ha llegado incluso a proponer una modificación en la Constitución, de modo que se pueda permitir que la fuerza más votada sea la que gobierne y que, así, las legislaturas puedan “echar a andar”. Igualmente, ha reconocido que existe un “miedo” a la abstención entre los votantes pero ha señalado que “creo que hay que ir a votar masivamente. Honestamente es lo que pienso”.