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Guadalajara seguirá sin huertos urbanos

Huertos urbanos para ocio y autoconsumo en Marchamalo

Raquel Gamo

Recuperar espacios urbanos para el ciudadano, fomentar la educación ambiental o impulsar actividades colectivas en los barrios. Éstos son a grandes rasgos algunos de los objetivos de los huertos urbanos comunitarios, una iniciativa ecológica que cada vez está más presente en los entornos urbanos. La propuesta, que potencia las relaciones sociales y el contacto con la naturaleza, cuenta cada vez con mayor número de adeptos entre los urbanitas comprometidos con la ecología, la protección del medioambiente y la alimentación saludable.

En algunas localidades de la Alcarria como Azuqueca, Marchamalo o Valdeluz, donde estos espacios verdes ya son una realidad, la aceptación ha sido tan positiva que, incluso hay listas de espera de personas interesadas en practicar esta actividad, que recupera la cultura tradicional del agro y transmite valores de conservación del medio natural.

En el caso concreto de Marchamalo, el Ayuntamiento cedió en 2014 unos terrenos de 2.000 m2 para la creación de 24 huertos urbanos junto al Canal del Henares. Los hortelanos pagan una fianza inicial para hacerse con el terreno, que pueden cultivar durante cuatro años y reciben una autorización para el riego de la Comunidad de Regantes del Henares. El objetivo último del consistorio marcahamalero es que, una vez se consolide el proyecto, la localidad se adhiera a la Red TERRAE (Red de Territorios Reserva Agroecológicos), cuyo fin es producir proyectos agroecológicos vecinales en parcelas en desuso.

Alternativa para solares

En la capital arriacense, Ahora Guadalajara presentó una moción al Pleno para implantar estos espacios de agricultura ecológica en la ciudad para 2018. Un proyecto de carácter social, educativo y de defensa del medioambiente con el que esta formación propone también una alternativa para los numerosos solares vacíos que pueblan el casco antiguo de Guadalajara. Para la portavoz del grupo ecologista, Susana Martínez, “los huertos urbanos son una estupenda herramienta para mejorar el paisaje urbano a través de la acción comunitaria. Queremos construir una ciudad más saludable, sostenible y habitable, donde el asfalto y los edificios dejen espacio a la tierra”.

Además, esta formación defiende los huertos urbanos como espacios comunitarios, destinados a tareas de educación medioambiental, al ocio o a fines terapéuticos. Unos espacios públicos explotados de forma gratuita por asociaciones locales sin ánimo de lucro que cultivan los productos para su autoconsumo y sin fines comerciales.

La iniciativa, que contó con el respaldo del PSOE, fue rechazada, finalmente, con los votos contrarios del PP y Ciudadanos. Las discrepancias en cuanto a la denominación de los huertos como ‘comunitarios’ y al modelo de gestión son las razones que condujeron a ambas formaciones conservadoras a oponerse a su aprobación.

El concejal popular de Medioambiente, Francisco Úbeda aseveró durante el Pleno: “Estamos a favor de los huertos urbanos, pero no de carácter comunitario. Creemos en el modelo de alquiler de estos espacios públicos”.

Una concepción comercial que choca completamente con el sentido educativo y de creación de espacios sociales de la propuesta de Ahora Guadalajara: “Las posturas del PP y de Ciudadanos en el Pleno fueron deprimentes. Quieren que alquilemos terrenos para que la gente pague por plantar tomates; que quede claro que hay que pagar. Somos una institución pública y nuestro objetivo no es alquilar huertos. Nosotros hablamos de proyectos vecinales, en los que la gente aporta su trabajo, realiza actividades... ¿por qué les tendríamos que cobrar?”, lamentó Susana Martínez.

Sin acuerdo

Desde Ciudadanos, partido que sostiene al Partido Popular en el Gobierno capitalino desde 2015, defienden, según explicó su portavoz, Alejandro Ruiz, “la cesión de uso de los huertos a particulares y asociaciones desde el principio y el pago de una tasa para mantener el servicio”. Una postura que, sin embargo, contradice uno de los puntos del acuerdo de investidura que firmaron ambas formaciones hace dos años: la creación de huertos urbanos en Guadalajara. Y una condición de aquel pacto que Ruiz “exigió” al PP que cumpla a partir de 2018.

Al contrario, el Partido Socialista se alineó con las tesis de Ahora Guadalajara. Según el concejal, Víctor Cabeza, “apoyamos la moción de Ahora Guadalajara porque pensamos que los huertos son una forma de dotar de recursos a familias vulnerables de Guadalajara. Pueden embellecer algunas zonas degradadas de la ciudad y es una iniciativa cooperativa, que ha sido muy aplaudida en otros municipios cercanos del Corredor”.

La creación de huertos urbanos comunitarios en Guadalajara no es una novedad. Hace cuatro décadas, la Huerta de la Limpia se convertía en un proyecto de educación ambiental pionero. Concebido entonces para impulsar una sensibilidad ecológica entre los guadalajareños y potenciar actividades colectivas, llegó a formar hasta a 34.000 alumnos.

Más recientemente, en 2011, el Gobierno municipal debatió otra iniciativa sobre esta materia ecológica. El Partido Popular se comprometió a generar más de 100 huertos en terrenos de la ciudad y otros 20 recintos más, dedicados a la formación, en el Parque de Castillejos. Seis años después, Guadalajara tendrá que seguir esperando la llegada de huertos ecológicos.

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