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Visto bueno a la instalación de una macrogranja de cerdos en El Bonillo

Cerdos

Lourdes Cifuentes

La instalación de macrogranjas en Castilla-La Mancha sigue su curso y el 2017  termina con una nueva declaración de impacto ambiental positiva.  El Diario Oficial de Castilla-La Mancha publica este miércoles, 27 de diciembre, la resolución  por la que se otorga autorización ambiental integrada para una explotación porcina de cebo para 7200 plazas ubicada en el término municipal de El Bonillo, en la provincia de Albacete.

Es la última macrogranja que consigue el visto bueno del Ejecutivo Autonómico para instalarse en la región. Ésta en concreto es una explotación porcina de cebo con una capacidad para 7200 plazas para cerdos de cebo para la que el proyecto prevé la construcción de un total de 4 naves, con una superficie construida por nave de 1.4592, 34 m². En cada una de estas naves se albergarán 1800 animales.  La actividad a desarrollar consiste en el engorde de cerdos de 18-20 a 100 Kg., desde la entrada de los cerdos con 18-20 Kg. de peso hasta alcanzar un peso aproximado de 100-105 Kg., peso con el que los animales son cargados en los muelles situados en cada nave y transportados en camiones-jaula a los mataderos.  “Se estima en 2,6 el número de ciclos al año, sumando los días de cebo y los días de limpieza, desinfección y vacío sanitario por ciclo”, lo que supone que pasarán unos 18.000 cerdos al año por estas instalaciones.

Según recoge el Diario Oficial de la región “los elementos constructivos de las instalaciones no distorsionan el paisaje donde se enclavan” ya que las edificaciones

presentarán todos los paramentos exteriores y cubiertas totalmente terminados, “con materiales y tonalidades que se integren en el paisaje”.

La macrogranja contará además con una balsa de purines que consistirá en una fosa exterior abierta excavada en el terreno que tendrá la capacidad de albergar 1.518 m3 de excrementos de cerdos, muy lejos del total que producirán los cerdos que albergará la macrogranja ya que se estima que la producción de deyecciones en el cebadero sea de 15.480 m3/año (11.610 m3 por año y 39.150 Kilos al año, después de las pérdidas por volatilización y gasificación), realizándose la gestión de estiércoles tras su desecación natural, mediante retirada y valorización como abono órgano-mineral. Es, precisamente, la gestión de los purines, junto con el elevado gasto de agua que requieren esta instalaciones (en el caso concreto de la que nos ocupa, que se ubicará en El Bonillo, asciende a un total de 15.515,20 m3 de agua al año) lo que preocupa a los ecologistas que alegan que, en el caso de los purines, pueden filtrarse al subsuelo y contaminar el acuífero del que, a su vez, se nutren las Lagunas de Ruidera.

Sin oposición

En lo referente al al gasto de agua, dice Jose Julio del Olmo, miembro de Ecologistas en Acción Albacete, “no sabemos de donde va a sacar el agua” porque el acuífero del que bebe el municipio está declarado sobreexplotado. Desde el colectivo insisten en que “no deberían favorecerse la instalación de macrogranjas en ningún punto de la región” debido al impacto ambiental que supone en el entorno donde se ubican. Sin embargo en esta ocasión Ecologistas en Acción no presentó alegaciones en contra de la infraestructura “porque  no nos ha llamado nadie del pueblo”, asegura Jose Julio del Olmo. Sin la oposición de los vecinos poco puede hacer el colectivo.

El alcalde del municipio, el socialista Juan Gil, ha asegura a esta redacción que ahora será el Pleno del Ayuntamiento quien decidirá acerca de la macrogranja toda vez que ha asegurado que “si cumple los requisitos de la declaración de impacto ambienta no podemos negarnos”.  Además asegura que la instalación se ubicará a “unos 17 kilómetros de distancia del núcleo de población” y que, tal y como establece la normativa de Medio Ambiente para estas instalaciones “no podemos hablar de que se puedan contaminar acuíferos”.  Gil se ha mostrado consciente de que este tipo de instalaciones “están muy mal vistas” pero ha asegurado que su deber como alcalde es “velar por el desarrollo de nuestros territorios” toda vez que estima, sin tener los datos concretos, que la macrogranja creará entre 8 y 10 puestos de trabajo.

La de El Bonillo es el último caso de planificación de macrogranjas en la provincia de Albacete a lo largo de este año. Dos de ellos, en Montealegre del Castillo y en la capital, no han prosperado. A día de hoy sigue sus trámites el proyecto de la instalación en Pozuelo donde CEFUSA, empresa del Grupo Fuertes, ha comprado la finca La Losa, de 16 hectáreas, donde se instalarán varias naves en las que se prevé que se produzcan más de 100.000 lechones y 3.000 unas cerdas reproductoras.

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