Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
La confesión de la pareja de Ayuso desmonta las mentiras de la Comunidad de Madrid
El plan del Gobierno para indemnizar a las víctimas de abusos agita la Iglesia
Opinión - El pueblo es quien más ordena todavía. Por Rosa María Artal

Un vertido del Polígono Industrial de Ontígola, posible origen de la muerte de arbustos protegidos

Cauce del arroyo Salinas

Carmen Bachiller

Los colectivos ARBA, Asociación Ecologista del Jarama “El Soto”, Ecologistas en Acción de Toledo, GRAMA y Jarama Vivo han denunciado que un vertido procedente del polígono industrial de Ontígola (Toledo) ha secado varios arbustos de taray de Bové, una especie protegida por su rareza. De hecho, en la cuenca del río Tajo solo se conoce su existencia en dos poblaciones, en Borox, en la provincia de Toledo y la otra en Aranjuez. 

Miembros del colectivo ARBA (Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono) alertaron de esta situación a agentes forestales de la Comunidad de Castilla-La Mancha y de la Comunidad de Madrid, quienes levantaron acta de lo ocurrido. 

El problema, según denuncian los colectivos ecologistas es que estas dos poblaciones del Centro Peninsular “no gozan de ningún grado de protección, suponemos que ello es debido al desconocimiento de su existencia por parte de las administraciones públicas regionales”. 

 

La población toledana de esta especie “goza de buena salud y parece estar en expansión”, explican, probablemente debido a que cada año son más suaves los inviernos y más áridos los veranos. Pero no ocurre lo mismo en  la población madrileña donde el proceso de mortandad de la especie “se ha acentuado de forma alarmante en los últimos años”. 

“Antes de conocer la existencia de la especie en Borox, pensábamos que la falta de vigor era debida a que se encontraban en el límite de su distribución y debido a ello las condiciones ambientales no eran las más adecuadas”. La alarma ha llegado al comparar  población toledana con la madrileña, ambas en condiciones muy similares de clima y suelo y que les llevó a determinar que “algo estaba afectando al tarayal de Aranjuez y no al de Borox”. 

 Los ecologistas explican que, debido al vertido de aguas residuales, el caudal en verano del arroyo es muy similar al que hay en invierno, “por lo que descartamos que el problema sea la falta de agua” y lo que se ha constatado es la “baja calidad del agua del Arroyo Salinas, está muy contaminada”. El origen estaría, en su opinión en el  Polígono Industrial de Ontígola. 

Los colectivos ecologistas piden a la Confederación del Tajo “que ponga fin a estos vertidos” y también solicitan que las administraciones madrileñas y castellano-manchegas “protejan este enclave y establezcan medidas de conservación que den viabilidad a la especie”.   

Las obras del AVE 

Pero “no solo la carga contaminante supone un peligro para esta comunidad forestal”, ya que los aportes de aguas salobres (necesarios para la especie) están disminuyendo desde hace tiempo debido a las obras del tren de Alta Velocidad. 

Explican que las obras del tren “pincharon el nivel freático generando filtraciones en uno de sus túneles”. La solución adoptada por los ingenieros de la obra fue la de bombear las aguas del subsuelo (salobres) hasta el cercano Salobral de Ocaña. “Esto ha provocado que  la concentración en sales en el agua sea menor”, denuncian, a lo que se suma el vertido de aguas contaminadas y con poca salinidad y dulces. “La situación es sumamente complicada para la supervivencia de los tarayes de Bové”.   

 

Docentes de la Universidad de Castilla-La Mancha se han puesto  en contacto con responsables de las obras de los túneles de la alta velocidad para buscar una solución al problema generado. “Parece haber una buena predisposición  para su resolución”, sostienen los grupos ecologistas.  

El arroyo de Las Salinas se encuentra en el término municipal de Aranjuez, cercano a la N-IV. Es la la única mancha forestal en la Comunidad de Madrid de este árbol abundante en zonas desérticas del Norte de África. El taray de Bové habita suelos salobres en climas de aridez acusada. Debido a su rareza es una especie que está protegida en otras Comunidades Autónomas en las que es más abundante, como Cataluña, Aragón, Murcia o Islas Baleares, pero no en la Comunidad de Madrid ni en la de Castilla-La Mancha.  

Lo colectivos ecologistas apuestan también por la “necesaria” la creación de un marco normativo que proteja esta especie en ambas comunidades autónomas y que asegure su viabilidad a medio plazo.

Etiquetas
stats