La SEMES asegura tranquilidad, mientras los trabajadores de Urgencias denuncian colapso

“La población de la Comunidad de Castilla-La Mancha puede estar tranquila en general con el funcionamiento de sus Servicios de Urgencias Hospitalarios”, ha asegurado la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias, SEMES, en un comunicado haciendo referencia a las diversas noticias que se han publicado respecto al servicio de Urgencias de Toledo.

La Sociedad ha manifestado que el funcionamiento de los Servicios “puede considerarse adecuado”, siempre dentro de la lógica dinámica que puede mejorar a través de las estrategias de gestión señalados por esta misma Sociedad y otras de Urgencias a nivel mundial. El colectivo ha hecho, además, referencia al reciente caso, se puede asumir que de la joven nicaragüense, pero han existido otros más, como el vecino de Cuenca, que aseguran se está investigando dentro de la dinámica administrativa reglamentaria. “En el caso de que proceda, entraría a funcionar el correspondiente proceso, dentro de la Administración de Justicia”, aseguran.

La saturación de los servicios de Urgencias, para este organismo, se debe a la falta de camas para los pacientes en espera de ingreso. Sin embargo aseguran que se les atiende igualmente desde el punto de vista médico, “salvo por los aspectos hoteleros”, y que es “lógico” que se presente este tipo de contingencias, o saturaciones. A pesar de esto, SEMES ha mandado un mensaje de tranquilidad a la población de Castilla-La Mancha, asegurando que sus parámetros de excelencia son similares a los de la “mayoría de los Centros de la geografía española”.

A pesar de este mensaje de tranquilidad, cabe destacar que los trabajadores de la Unidad de Urgencia del Hospital Virgen de la Salud redactaron un comunicado en el que se alega que los episodios adversos del Servicio en Toledo han ido aumentando en gravedad y frecuencia. El grupo de trabajadores ha querido referirse a la Auditoría del servicio, realizada en 2010, en el que se indicó que la estructura física es obsoleta e insuficiente, a pesar de valorarse como adecuada. A esto se le añade que no es prevén mejoras, debido a la construcción del nuevo Hospital, en el que se pretenden sustituir los servicios de Urgencias, construcción que lleva paralizada desde enero de 2012.

Los trabajadores exigen una actuación rápida por parte del SESCAM para suplir las evidentes insuficiencias del servicio, como el uso de los pasillos para la ubicación de pacientes que se ha convertido en una práctica institucionalizada más que esporádica, incluso con numeraciones para pacientes ya de forma normal. Por otra parte, las camillas no sólo escasean sino que además están en mal estado, sin frenos y sin barras laterales de protección, arriesgando a pacientes y trabajadores. Otros materiales como termómetros o tensiómetros están también en mal estado.

La falta de personal como enfermeros, auxiliares o celadores afectan directamente al servicio, sobre todo en los turnos de noche, cuando se enlentece la actividad y el buen funcionamiento del centro. Aunque se han implantado algunas medidas, como el triage, pero de forma insuficiente, por lo que sólo un enfermero está encargado de clasificar a los pacientes según la gravedad de su patología, según las recomendaciones del propio SESCAM, que, tal como indican los trabajadores, debería alcanzar un número entre 2,5 a 4 enfermeros.