Toledo recibe en obras a los visitantes en el año del Greco
La obra del nuevo remonte mecánico situado en la zona de Safont, en el borde del Casco Histórico de Toledo, se encuentra en la mitad de su plazo de ejecución y recibe a los visitantes de la ciudad en el año del Greco con una imagen de “campo de minas” que no parece la más adecuada.
El 19 de junio del año pasado la Presidenta De Cospedal presentó “a pie de obra” la reanudación del Remonte de Safont, tras año y medio de paralización intencionada para “reajustarlo” con un recorte no sólo de presupuesto, que se quedó en 2,2 millones, sino del proyecto inicial del arquitecto Rafael Moneo. Ese largo periodo de espera, tras anular la adjudicación a la empresa Dragados, ha sido decisivo para que se llegue en estas condiciones al año de la conmemoración del IV centenario de la muerte del artista.
La obra se limitará a unas dársenas para autobuses turísticos y a las escaleras mecánicas propiamente dichas hasta conectar con las existentes en el interior del Palacio de Congresos, abandonando así la propuesta de Moneo que se prolongaba hasta la estación de autobuses con un “andador” y un nuevo aparcamiento de autobuses turísticos en aquella zona.
Así pues, este acceso fundamental, que evitará la necesidad de subir con el coche al Casco, no estará disponible en el año en que se espera que Toledo tenga una afluencia de visitantes especialmente numerosa.
La obra se prevé que concluya en agosto de este año, siempre que no surjan problemas con la empresa adjudicataria, Vías y Construcciones, curiosamente filial de la anterior adjudicataria, que se llevó la obra con una bajada del 37,5% respecto del tipo de licitación.
Tal como está el Pliego Técnico de la adjudicación no se admiten “modificados” y es en la práctica un proyecto “llave en mano” por lo que si surgen inconvenientes lo único que le cabe a la empresa, si no quiere incurrir en pérdidas o abandonar, es ahorrar en la calidad de la obra, es decir otra forma de derroche, presentada como ahorro y austeridad.
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El 19 de junio del año pasado laPresidenta De Cospedal presentó “a pie de obra” la reanudación del Remonte deSafont, tras año y medio de paralización intencionada para “reajustarlo” con unrecorte no sólo de presupuesto, que se quedó en 2,2 millones, sino del proyectoinicial del arquitecto Rafael Moneo. Ese largo periodo de espera, tras anularla adjudicación a la empresa Dragados, ha sido decisivo para que se llegue enestas condiciones al año de la conmemoración del IV centenario de la muerte delartista.
La obra se limitará a unasdársenas para autobuses turísticos y a las escaleras mecánicas propiamentedichas hasta conectar con las existentes en el interior del Palacio deCongresos, abandonando así la propuesta de Moneo que se prolongaba hasta laestación de autobuses con un “andador” y un nuevo aparcamiento de autobusesturísticos en aquella zona.
Así pues, este accesofundamental, que evitará la necesidad de subir con el coche al Casco, no estarádisponible en el año en que se espera que Toledo tenga una afluencia devisitantes especialmente numerosa.
La obra se prevé que concluya enagosto de este año, siempre que no surjan problemas con la empresaadjudicataria, Vías y Construcciones, curiosamente filial de la anterioradjudicataria, que se llevó la obra con una bajada del 37,5% respecto del tipode licitación.
Tal como está el Pliego Técnicode la adjudicación no se admiten “modificados” y es en la práctica un proyecto“llave en mano” por lo que si surgen inconvenientes lo único que lecabe a la empresa, si no quiere incurrir en pérdidas o abandonar, es ahorrar enla calidad de la obra, es decir otra forma de derroche, presentada como ahorroy austeridad.
La obra del nuevo Remonte mecánico situado en la zona de Safont, en el borde del Casco Histórico de Toledo, se encuentra en la mitad de su plazo de ejecución y recibe a los visitantes de la ciudad en el año del Greco con una imagen de “campo de minas” que no parece la más adecuada.
El 19 de junio del año pasado la Presidenta De Cospedal presentó “a pie de obra” la reanudación del Remonte de Safont, tras año y medio de paralización intencionada para “reajustarlo” con un recorte no sólo de presupuesto, que se quedó en 2,2 millones, sino del proyecto inicial del arquitecto Rafael Moneo. Ese largo periodo de espera, tras anular la adjudicación a la empresa Dragados, ha sido decisivo para que se llegue en estas condiciones al año de la conmemoración del IV centenario de la muerte del artista.
La obra se limitará a unas dársenas para autobuses turísticos y a las escaleras mecánicas propiamente dichas hasta conectar con las existentes en el interior del Palacio de Congresos, abandonando así la propuesta de Moneo que se prolongaba hasta la estación de autobuses con un “andador” y un nuevo aparcamiento de autobuses turísticos en aquella zona.
Así pues, este acceso fundamental, que evitará la necesidad de subir con el coche al Casco, no estará disponible en el año en que se espera que Toledo tenga una afluencia de visitantes especialmente numerosa.
La obra se prevé que concluya en agosto de este año, siempre que no surjan problemas con la empresa adjudicataria, Vías y Construcciones, curiosamente filial de la anterior adjudicataria, que se llevó la obra con una bajada del 37,5% respecto del tipo de licitación.
Tal como está el Pliego Técnico de la adjudicación no se admiten “modificados” y es en la práctica un proyecto “llave en mano” por lo que si surgen inconvenientes lo único que le cabe a la empresa, si no quiere incurrir en pérdidas o abandonar, es ahorrar en la calidad de la obra, es decir otra forma de derroche, presentada como ahorro y austeridad.
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