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UPA estima en unos 600 millones de euros las pérdidas por la sequía en la región

Rueda de prensa de balance del año 2017 por UPA CLM.

Lourdes Cifuentes

El 2017 finaliza siendo un año marcado por la sequía en la región. Una sequía “que es la prolongación de los tres años anteriores” y que ha supuesto pérdidas millonarias para los agricultores de toda Castilla-La Mancha y que la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) estima en alrededor de 600 millones de euros. Es, a grosso modo, el balance que hace el colectivo que aúna a parte de los agricultores del territorio autonómico que han tenido que lidiar con la escasez de agua y que le ha devuelto a la memoria “la sequía del año 1995”, recuerda Julián Morcillo, presidente de UPA Castilla-La Mancha.

Las cifras de los pantanos y acuíferos son buena muestra de esta sequía a la que se suma, según Morcillo, “una doble vara de medir del Gobierno de España desde donde se resuelven los problemas de los regantes del Levante a costa de los recursos hídricos de la región”. Un ejemplo de ello son los trasvases que a lo largo de este año y, a pesar del estado en el que se encuentran los pantanos de la cabecera del Tajo, Entrepeñas y Buendía, se han seguido haciendo.

En el caso de la Cuenca del Segura, el año termina marcado por la puesta en marcha, desde el 1 de noviembre, de los pozos de sequía de Hellín, que se nutren del acuífero Mingogil Villarones, y en el que el destino del agua que se extrae no queda claro para UPA. A éstos se suman los pozos de sequía sobre el acuífero de El Molar, que tiene la mayor parte de su masa en la provincia de Albacete y que en este caso sí se llevan el agua para los regantes de la vecina provincia de Murcia.

Precisamente la puesta en marcha de los pozos de sequía de Hellín ha provocado el último gran desencuentro entre ambas regiones, Murcia y Castilla-La Mancha, cuyas relaciones vienen tocadas desde hace años a cuenta del agua. La oposición a los pozos de sequía ha llevado a que el Ejecutivo de Emiliano García-Page esté estudiando la posibilidad de llevarlos a los tribunales, algo que sí han hecho ya los regantes de la Cabecera del Segura, en el sureste de Albacete, que además y junto a la UPA salieron a la calle para pedir que este recurso tan preciado también se quedara en la zona.

La situación para los regantes del Alto Guadiana se ha terminado de complicar en las últimas semanas ya que,tras la última reunión de la Confederación Hidrográfica del río, se les han reducido las dotaciones hídricas a más de un millón y medio de hectáreas destinadas a cultivos herbáceos y leñosos de la demarcación del Alto Guadiana. La Unión de Pequeños Agricultores señala que los profesionales están “tocados de muerte” en la zona del Alto Guadiana, debido a las nuevas restricciones. Así, con una decena de hectáreas de regadío sólo podría sembrar entre dos y tres hectáreas de productos como melones, sandías y pimientos, dejando el resto para secano. “ Un hecho muy grave para la economía de una zona que depende sobre todo de la agricultura y donde vive un tercio de la población de la región”, afirmaban. Además, aseguraban que “es posible que la única zona de nuestro país donde existe una limitación a las dotaciones de riego similares”.

Planes de sequía

Ahora los agricultores de toda la región miran al cielo porque sólo un invierno lluvioso puede paliar los estragos de la sequía que tiene a pantanos y acuíferos bajo mínimos. Hasta ahora se encadenan cuatro años de sequía que han afectado a los cultivos de secano, también a los de regadío. “Como este invierno no sea generoso vamos a tener un año dramático a la hora de atender las necesidades de los regantes”, insiste Morcillo que se queja de que no haya un planteamiento capaz de paliar este “problema estructural”.

Para el 2018 esperan la revisión de los Planes de Sequía: “ahora mismo tenemos Júcar, Tajo y Segura y estamos demandando que se apruebe plan de sequía en el Guadiana”. Pero el objetivo de la UPA, y que sería beneficioso para Castilla-La Mancha, es que se cambie la normativa para que se hagan por tramos y no por cuencas. Eso hará que puediera conseguirse un Plan de Sequía para el Guadiana, beneficiando a los regantes de la región.

Pero tener un Plan de Sequía no garantiza nada, según comentan desde UPA. El ejemplo, sin ir más lejos, es el Plan se Sequía del Segura en el que el Gobierno central “ ha puesto 300 millones de euros encima de la mesa pero al 25% de la cuenca, la del sureste de Albacete, no ha llegado un sólo euro”.

PAC; Incorporación de jóvenes al campo y Titularidad compartida

Aunque la sequía ha sido lo más destacado en este balance del año 2017 que hace la UPA no ha sido lo único de lo que han hablado. A lo largo de este año que está a punto de terminar 1.218 jóvenes se han incorporado al campo, de los que un 25% son mujeres, o lo que es lo mismo, 306 mujeres en total. Es una cifra positiva que se incrementará con la convocatoria del próximo año para la renovación de los agricultores en toda la región. En el caso de las mujeres además, hay que tener en cuenta que este 2017 Castilla-La Mancha cierra con casi 200 mujeres que están ya en régimen de titularidad compartida. “Es una cifra que supera con mucho la de otras comunidades autónomas”, señala Mari Luz Fresneda, responsable de FADEMUR en Albacete.

También se acaban de aprobar 2.200 planes de mejora para los agricultores en la que solicitan que se introduzca una ayuda para renovar el parque de maquinaria de fitosanitarios. “Podemos aprovechar el plan de mejora para renovar el parque de maquinaria” que está en muchos casos, obsoleto.

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