En Valdepeñas se vendimia sin acuerdo entre productores y empresarios
En Valdepeñas, la cuerda de la que tiran, por un lado los productores y por otro los empresarios, sigue tensándose. “Que nadie se confunda. El hecho de vendimiar no significa que hayamos cesado en nuestro empeño y nuestra presión”, advierte Francisco Patiño, portavoz de la Mesa de Productores de la Interprofesional de la D.O. Valdepeñas, prometiendo seguir luchando porque el precio de mercado sea acorde al producto que recogen.
Después de que se decidiera poner fin al parón el pasado viernes, todo hacía indicar que se empezaría a relajar el ambiente y que un acuerdo entre ambas partes estaba más próximo. No ha sido así, todo lo contrario, las comparecencias de Carlos Nieto (presidente de la Interprofesional) y el bodeguero Félix Solís ha hecho que lo viticultores sigan insistiendo, aún más, en el hecho de cobrar un precio justo por su producto, acorde al que marca el mercado.
“Lo que decimos los productores es que a Carlos Nieto no lo reconocemos como presidente, así de claro. Es una persona que está agotada y a nuestro entender no ha sido paritario en este proceso”. Son palabras de Julián Morcillo, secretario general de la UPA Castilla-La Mancha y uno de los encargados de clausurar la Interprofesional el pasado viernes. “Todavía quedan muchas cosas que ver en esta campaña, que no ha hecho nada más que empezar”, insiste el secretario, que al igual que Patiño, no cree que se haya dicho la última palabra por el hecho de que la vendimia se haya reanudado.
Durante el parón, los productores asumían el riesgo de tener sus cosechas paradas, pudiendo perderlas y con ella el sustento de 3500 familias de la zona. Ahora, van a meter el producto a la bodega y van a exigir un control que, en los últimos años, creen que no lo ha habido. “Le vamos a meter esa uva como medida de presión, porque esa uva habrá que calificarla”. A esto, Patiño añade que “nuestra uva es de primera, pero lo que tenemos aquí son industriales de tercera”.
En cuanto a Félix Solís, el portavoz de los productores le lanza un órdago pidiéndole datos, tal y como los da él, que explica cuál es el sistema de certificar un vino u otro: “El industrial, paga al inspector y si el inspector no le gusta, cambia. Todo radica en el control y autocontrol que derivan en el operador de la bodega y en la propia certificadora, que son los inspectores, pagados por la bodega”.
Insta al Consejero de Agricultura para que tome cartas en el asunto, pues “si este señor sigue por el mismo camino (refiriéndose a Félix Solís), esto se va a ir recrudeciendo y vamos a seguir haciendo daño a la Denominación de Origen”. Saben que no pueden “coger como rehén permanente” a su cosecha, pero están cansados, pues llevan “siete años pidiendo control” y es ahora cuando más esperanzas tienen de que todo vaya a estar más controlado.
En cuanto a lo que ocurra en los próximos días, todo está sujeto a las decisiones que tomen en asamblea, pero ahora mismo Francisco Patiño tiene claro cuál es el paso que van a dar y “no puede haber otra decisión que terminar de vendimiar”.
