La cosecha de girasol será un 50 por ciento menor debido a la falta de agua en primavera

La cosecha de girasol será un 50 por ciento menor que la de un año normal, según las previsiones que ha realizada ASAJA Cuenca, y ha alertado de la “crisis de precios” provocada por la presión que ejerce la necesidad que tiene España de importar girasol.

A falta de pocos días para que se inicie la cosecha del girasol, la organización agraria ha cifrado en 700.000 las toneladas de girasol que produce el país, mientras que las necesidades se sitúan en 1,2 millones de toneladas.

El presidente de Asaja Cuenca, José María Fresneda, ha asegurado que esta dependencia en la importación de la pipa de girasol ejerce una “presión” en los precios desde hace unos años que los sitúan por debajo de los 300 euros por tonelada, “unas cifras que no se pueden aguantar y que hacen insostenible este cultivo”, ha lamentado.

A este respecto, ha indicado que se plantea un escenario “malo” de cara al futuro, dado que “no se han adoptado medidas en la Política Agraria Común (PAC), las industrias alternativas buscan fuera del país y las medidas arancelarias favorecen que se traiga producto de fuera”.

Fresneda ha insistido en la necesidad de que la nueva PAC incluya una ayuda específica para el girasol porque “el girasol tenía una ayuda agroambiental y un trato especial que ahora no tiene”. Además, ha apuntado que en una provincia como la de Cuenca, con ausencia de regadíos y climatología muy seca, “el girasol es en muchas zonas la única opción de rotación”.

Asaja ha recordado la importancia de esta oleaginosa desde el punto de vista ambiental al actuar como cortafuegos en el periodo estival, dado que favorece la polinización, pues la floración se produce en pleno verano y propicia una rotación eficaz con la eliminación de malas hierbas de modo mecánico, es decir, sin el uso de productos químicos. A todo esto se suma, según Fresneda, los daños que sufre este cultivo por parte de la caza mayor.

Respecto a la previsión de reducción del 50 por ciento de la cosecha prevista para este año, José María Fresneda ha explicado que la falta de agua de la primavera dejó sin reservas la tierra y la germinación de la semilla del girasol ha sido “muy desigual” en función de cuándo se llevó a cabo la siembra.

La superficie que la provincia de Cuenca destina al cultivo del girasol se situó en el año 2019 en torno a las 128.000 hectáreas, unas 30.000 menos que en el año 2013