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Cuando votar se convierte en excursión: así se viven los comicios en las pedanías de Albacete

Los vecinos de la pedanía de Tinajeros fueron en autobús a Albacete para votar

Lourdes Cifuentes

Son las 09:45 de la mañana. Libertad, una vecina de la pedanía albaceteña de Tinajeros, es la primera en llegar al lugar donde el autobús tiene previsto parar para llevarla a ella,  y a los vecinos que lo quieran, hasta Albacete capital donde tendrán que votar a los candidatos al Ayuntamiento de la ciudad, la Junta de Comunidades de Castilla- La Mancha y la Unión Europea.

Aún faltan más de 45 minutos para que llegue el transporte pero esta mujer, que ha cumplido sobrados los 80 años, no quiere que se le haga tarde. “Me he levantado para votar primero al pedáneo, porque no había leído que la consulta aquí no se abría hasta las 11 de la mañana”, cuenta cuando le preguntamos y añade: “Lo votaré cuando volvamos”.

Conforme pasan los minutos se suman más vecinos en un goteo constante. Son pocos, cada vez menos, los que  residen en Tinajeros cuyo censo no llega a las 200 personas,  y eso ha provocado que tengan que desplazarse  los 14 kilómetros que les separan de su nuevo colegio electoral, ubicado en las instalaciones del colegio público 'Federico Mayor Zaragoza'.  “Antes podíamos votar aquí todo”, recuerda Libertad, que permanece esperando a las puertas de la iglesia apoyada en su andador.

Enfrente, cobijado a la sombra está Pedro, otro octogenario vecino.  A él lo de tener que desplazarse para depositar el voto le parece bien... a medias. Y es que por un lado, “como viene el autobús y nos lleva gratis, vamos a gusto”, explica. Pero asegura que con el desplazamiento “la mañana casi está perdida. Podríamos estar aquí tranquilamente sin tener que coger el autobús”, como lo han venido haciendo en comicios realizados años atrás.

En pocos minutos se forma un corrillo de mujeres a las puertas de la iglesia. Libertad ya no está sola. Entre los comentarios destaca la queja de Matilde, otra vecina de avanzada edad que espera, como el resto al autobús. Ella no está conforme con la solución ofrecida por el Ayuntamiento de Albacete para que puedan votar este domingo 26 de mayo. “Teniendo como tenemos buenos sitios - se refiere a los espacios públicos con los que cuenta la pedanía- aquí a las puertas de tu casa y nos obligan a viajar”, dice visiblemente molesta. Aún así es una de las primeras en entrar al transporte público cuando llega.

Los mayores son los primeros en subir al autobús y lo hacen en los asientos delanteros. Ya están esperando a que el conductor arranque. Mientras, fuera, comienzan a llegar otros vecinos más jóvenes. Entre risas y en un ambiente animado suben también. Se colocan en la parte trasera, en grupo.  Para ellos esto es como una excursión. De hecho, tal y como cuentan, la gran mayoría tiene coche, “pero al tener este servicio…”.  Repiten experiencia, ya lo usaron el 28 de abril.  Si bien es cierto que creen que la fórmula con viaje “es un gasto innecesario” para las arcas públicas, su disposición es buena.

Y a las 10:35 horas el conductor avisa de que comienza el trayecto, pero antes pregunta si todos llevan lo necesario: el DNI. Casi por instinto revisan sus carteras. Todo correcto.  Los mayores van preparados, con los sobres con el voto dentro para llegar y meterlo en la urna directamente, “no sea la cosa que luego nos liemos”, dicen uno de ellos. Los de la parte de atrás lo harán en el colegio electoral.

El viaje, que apenas dura 15 minutos, se convierte en un trayecto cualquiera. No se habla de política. Más bien están organizando el almuerzo porque una vez que lleguen tienen una hora hasta que otro autobús los recoja. Aquí también se diferencia entre generaciones. Los mayores irán a votar al principio, el resto prefieren almorzar primero “unos churros” . Lo deciden así “para ir reflexionados a dar el voto”, comentan entre risas.

Minutos antes de las 11 de la mañana llegan a su colegio electoral, pero no es la única cita con las urnas que tienen hoy.  Mientras que el resto de vecinos de la ciudad de Albacete y de otros puntos del país votan tres veces en total, en el caso de las pedanías albaceteñas, ascienden a cuatro ( a las papeletas se añade otra de color verde). Hoy  también deciden a su regidor pedáneo en una consulta aparte que, al contrario que el resto de votos, sí podrán a pie de sus casas.

Diferencias entre pedanías

La pérdida de población es lo que ha llevado al Ayuntamiento de Albacete a trasladar los comicios a la capital en varias pedanías de la ciudad.  De las nueve que hay en total solo dos - Santa Ana y El Salobral- realizan todas las consultas en su territorio. Son las que más población tienen.  Pero debe hacerse en estancias separadas. Es decir, la consulta a pedáneos en un espacio público y el resto, en otro diferente.  Para garantizar que la elección de los alcaldes pedáneos se desarrollen con la normalidad y legitimidad necesarias, este domingo 19 funcionarios municipales trabajan en los diferentes barrios asegurándose de que el proceso se hace con todas las garantías.

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