Magnolia Garnacha en barrica, el vino “honesto y artesanal” de Albacete

La bodega familiar Magnolia Wines acaba de presentar su último vino en Toledo de la mano del sumiller Diego Trujillo del restaurante toledano Acrópolis. Es el primer 'Magnolia Garnacha' criado en barrica que presenta y que procede de la añada 2016, adscrita a los Vinos de la Tierra de Castilla.

La variedad garnacha autóctona de Albacete produce, de forma natural, vinos ligeros, elegantes, de precioso color y muy especial aroma. Es la uva por la que apostó esta pequeña bodega desde sus orígenes. Su vino joven ya obtuvo una medalla de plata en el INWA 2016 y se incluyó en las cartas de restaurantes de gran prestigio, varios con estrella Michelin. Se reservó entonces parte de esa añada para criar en barricas del mejor roble.

Nuria Gisbert y Juan Pedro de Ruz, el matrimonio toledano que regenta la bodega con sede en Villalgordo de Júcar (Albacete), recibieron ayuda de “expertos y amigos” como el propio Diego Trujillo o su enólogo Jose Andrés García, creador del Aurum Red ('el vino más caro del mundo'). La decisión fue unánime: tras 20 semanas de permanencia en las barricas, el vino estaba listo para ser embotellado, donde acabaría de redondear.

Sus creadores se muestran orgullosos de su 'nuevo hijo'. “El vino joven ya era muy original porque, respetando las características de la uva, conseguimos abrir un nicho de mercado”, comenta Nuria Gisbert . Y ahora “de un tinto ligero hemos hecho un crianza. Le hemos dado un toque de madera pero solo un toque para no matar toda esa fruta. Sigue siendo un vino ligero”.

Quisieron aprovechar la “buena añada” de 2016 aunque, matiza Juan Pedro de Ruz, “nosotros no tenemos problemas con la sequía porque nuestro viñedo está al lado del río Júcar y se acusan problemas de agua”.

Entre las “claves” del Magnolia Garnacha en Barrica está una producción muy “honesta y artesanal, que se basa en el respeto por el campo y la materia prima”. De hecho, la vendimia se hace a mano, durante la noche y en cajas pequeñas para garantizar la integridad de la uva al llegar a la bodega.

Por otro lado, los expertos comparan estos vinos de “gran personalidad” con los del Valle del Ródano (Francia), cuidados y “mimados” en barricas de roble francés. “No venimos de tradición bodeguera ni siquiera del campo de las ventas” y, por eso, se muestran muy satisfechos con un producción limitada, tan solo 1.441 botellas, de las que 30 se hicieron en formato magnum que se distribuyen sobre todo en Toledo, Albacete, Madrid, Alicante, Valencia y Cuenca. Ya tienen pedidos para el 30% de la producción. “Estamos muy contentos por la expectación”, comentan.

Magnolia Garnacha resulta aromático, suave y con largas sensaciones en el paladar y resulta más redondo que su primer vino. Debe servirse entre 15 y 16 grados y que resulta ideal para platos de carnes rojas, asados, aves, carnes blancas, pastas, arroces, ibéricos, quesos curados o setas.