No hace mucho, la única herramienta con la que el sector agroalimentario se daba a conocer al mercado era el logotipo empresarial, este logotipo normalmente recargado, de difícil percepción y retentiva, era la única herramienta de marketing de la que disponían los productores para dar a conocer su producto.
Algunos, se están comenzando a aventurar y acondicionan su empresa a las tendencias más “sociales” (folletos, presentaciones sociales, tarjetas, facturas) llegando incluso a crear un site en Internet, pero casi ninguno se ha convertido en “2.0” y tener presencia en el mundo online.
Como sector conservador que es, no dado a grandes cambios estructurales, gran parte del negocio se mueve en canales tradicionales (distribución, horeca, exportación). Sin embargo, despreciar los nuevos nichos de mercado es despreciar gran parte de su potencial de ventas.
Por ejemplo, en Europa, 1 de cada 4 botellas ya se vende en Internet. Algunos intentan seguir la tendencia creando páginas web estáticas que no consiguen atraer clientes, por su diseño, por su funcionalidad, o simplemente porque su desarrollo no está optimizado para los buscadores actuales. Sin embargo, se requiere mucho más que eso para ser competitivo en la red.
Incluir productos en plataformas con un nuevo concepto de ventas que aglutinen ‘comercio electrónico’ (eC), ‘comercio tradicional’ (tC), ‘m-Commerce’ (mC) y ‘red social’ (sC), resulta tener una “navaja suiza” de posibilidades hacia el fin final, la venta de productos.
Este concepto, el ‘i-Commerce’, se basa en modelo de fidelización mutua entre productores y usuarios, donde los clientes obtienen ofertas y promociones personalizadas de los productos que prefieren y los productores conocen los gustos y preferencias de su público y desarrollan así campañas adaptadas que buscan eficacia.
Además la figura del “recomendador” potencia estrategia y difusión en internet, ya que cualquier persona puede recomendar productos de cualquier productor incluido en la plataforma y poder generar dinero por el hecho de recomendar, eliminando las barreras encaminándonos hacia un mundo totalmente desatomizado en el que cada uno va a tener que desarrollar sus propios proyectos personales. Hemos creado una máquina que se llama Red que puede focalizar de manera absoluta las operaciones de las personas. Cualquiera puede competir con una multinacional si encuentra los canales y la creatividad».
La posibilidad de exponer en un escaparate virtual sus productos para su comercialización y promoción a nivel nacional e internacional, sin tener conocimientos informáticos, poniendo al alcance de «cualquier productor» las herramientas necesarias para el crecimiento y la internalización a través de internet, basándonos en un principio fundamental: la experiencia de usuarios. Estamos ante un producto «muy sencillo» y con una «tremenda facilidad de uso».
Pero, ¿cuáles son las tendencias del sector agroalimentario en el mundo online?
El sector está centrado en la venta de productos gastronómicos de alta, calidad, ese tipo de alimentos que, por su originalidad, su elaboración artesanal, etc., es casi imposible encontrar en un supermercado o en una tienda de ultramarinos.
La especialización es, sin duda, una de las principales características que el sector demanda.
Categorización de los productos, con una gran maquetación de fotos y textos para cumplir el objetivo de venta.
Detectar tendencias de compra, dependiendo de los comentarios realizados sobre los productos y los establecimientos les proporcionarían a estos un feedback para encaminarse en una u otra dirección.
Para el canal HORECA ofrecerle mayor información sobre el producto que una mera descripción del mismo, es decir, detalles del producto, procedencia, trazabilidad, información exclusiva transmitida por los proveedores realizando un canal de ventas enfocado a los profesionales del sector.
Para el canal de proveedores: Introducir informes sobre posicionamiento, SEM, SEO e impacto en redes sociales, es decir, realizar un informe de cualquier comentario dejado en la red o en las redes sociales de cada uno de sus productos o de la propia marca.
Una decidida apuesta por el diseño y los detalles de estilo vintage. Productos que se embolsan y etiquetan con un toque de diseño diferente, moderno pero a la vez tradicional, llamativo pero sobrio. En general, se apuesta por lo visual porque es por ahí por donde nos llegan las primeras percepciones acerca de un producto que vemos.
Una vuelta al comercio tradicional, a las antiguas coloniales, a los ultramarinos de hace años, pero siguiendo las reglas de hoy. Apostando por la venta online, por el comercio electrónico y por una gama de producto seleccionada y acercando los productos y la marca al cliente más tradicional.
Una búsqueda de los mejores productos en sus lugares de origen, en sus centros de producción, en sus granjas, en sus lecherías, en sus reposterías, etc. y una puesta en valor de esos productos a través de una comercialización bajo una marca paraguas que es la que se tratará de potenciar. Apostando por la marca pero sin ‘esconder’ el origen de los productos. Comercio tradicional con aires contemporáneos.
Por eso, portales verticales dedicados al sector agroalimentario y su cultura están creciendo de manera exponencial, ya que ellos confluyen las vivencias y experiencias de profesionales de sectores muy diversos: directivos de cadenas de restauración y bodegas, consultores tecnológicos del mundo de la distribución y producción vinícola, creativos, enólogos y periodistas aúnan su esfuerzo diario con el fin de crear algo muy importante, sin embargo, para triunfar en la Red no basta con ofrecer los mismos productos que se pueden comprar en una tienda física o un distribuidor de zona, la clave está en la originalidad, en la diferenciación y sobre todo en el origen… En el sabor.
