El SESCAM debe pagar más de veinte mil euros a un paciente en Toledo por un diagnóstico erróneo
El Defensor del Paciente tramitó un recurso contra el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha a favor del paciente A. M. S., quien recibió un diagnóstico tardío tras caer en las escaleras de su domicilio. El Juzgado de lo Contencioso Administrativo ha estimado parcialmente el recurso contencioso administrativo, con lo que el afectado recibe una indemnización de 20.409 euros, además de los intereses legales que devienen desde la presentación de la reclamación.
Según detalla la organización, el paciente A. M. S., de 61 años de edad, sufrió una caída por las escaleras de su domicilio en septiembre de 2009 y acudió al Servicio de Urgencias del Centro de Salud de Illescas, donde fue diagnosticado dolor de rodilla por traumatismo. Tras una “simple exploración”, el afectado fue remitido al Médico de Atención Primaria con inflamación e impotencia funcional. El Defensor del Paciente señala que, a pesar de síntomas de rotura, A. M. S. tuvo que esperar hasta enero de 2010 para ser derivado al Servicio de Traumatología del Centro de Especialidades de Illescas.
En diciembre de 2009, el afectado decide acudir al Hospital Clínico San Carlos en Madrid, donde fue examinado por el Servicio de Traumatología. Gracias a una ecografía, el centro sanitario establece el diagnóstico de rotura del tendón del cuádriceps. Este diagnóstico, según la organización, confirmaba una lesión “grave y ya inoperable”, por lo que tuvo que someterse a tratamiento rehabilitador, cuatro meses después de su caída.
Defensor del Paciente señala que el “error diagnóstico, la falta de medios y la falta de abordaje de la patología traumática” del paciente se agravó con la falta de tratamiento “adecuado” por el Complejo Hospitalario de Toledo, además de omitirse medios diagnósticos diferenciales para establecer la gravedad de la lesión. Al no haber tratado la lesión “cuanto antes”, se produce cada vez más “impotencia funcional” y también la “imposibilidad de recuperación”, incluso con rehabilitación integral, según
El caso ha producido, afirma el Defensor del Paciente, un “grave cuadro de shock postraumático emocional” en el afectado, que ha tenido que seguir tratamiento psicoterápico combinado para superar el trauma psicológico. Además de esto, el paciente, aseguran, tiene una “minusvalía por invalidez permanente definitiva”, que disminuyen su capacidad laboral, además de su vida social, de ocio y deportiva.
