Los ecologistas se ausentan del Consejo de medio ambiente para denunciar la “pantomima” en que lo ha convertido la Junta
El Consejo Asesor de Medio Ambiente de Castilla-La Mancha (CAMA) se ha celebrado este lunes con trece puntos en el orden del día y cuarenta planes de gestión de la Red Natura 2000 para informe de este órgano, sin estudio ni debate previo en grupos de trabajo. Entre los asuntos más trascendentes se encontraba la nueva Ley de Caza, las modificaciones de la Ley de Conservación de la Naturaleza, cambios en cuatro planes de recuperación de especies amenazadas, la nueva estrategia regional de cambio climático, etc.
Pese a la importancia de los temas la Consejera de Agricultura, María Luisa Soriano, justificó su ausencia por “motivos de agenda” y delegó la presidencia del CAMA en la Directora General de Calidad e Impacto Ambiental, Matilde Basarán.
Quienes sí acudieron como invitados de la Consejería, con voz pero sin voto, fueron los representantes de las asociaciones de la caza comercial, Aproca y Atica, así como distintos jefes de servicio de caza de la propia Consejería.
Ecologistas en Acción, que ya había anunciado públicamente una actitud combativa en este Consejo, a través de sus representantes trató de exponer sus apreciaciones ante las normas que se sometían a consideración de los consejeros pero la presidenta les interrumpió para replicar e ir incorporando sucesivas restricciones, como que no se verían las leyes artículo por artículo, tampoco por apartados más generales como pidieron los ecologistas, para finalmente determinar que sólo se podrían hacer “intervenciones generales y por espacio de 10 minutos”, para debatir por ejemplo una Ley como la de Caza con 84 artículos, además del resto de puntos del orden del día.
Ante semejante limitación en el uso de la palabra y dada la imposibilidad de trasladar adecuadamente al Consejo la postura de Ecologistas en Acción frente a las iniciativas de la Consejería, los representantes de la asociación manifestaron una queja formal y abandonaron la sesión para así denunciar “la pantomima en que se había convertido y la nula disponibilidad de la Consejería a escuchar otras opiniones que no sean las de los representantes de la caza comercial”, según han declarado.
La organización ecologista anuncia ya alegaciones a las nuevas normas y se ofrece como vehículo a los colectivos de “no cazadores” para poner freno a las iniciativas que en contra del medio ambiente, el bienestar animal y el uso público del medio natural está impulsando la Junta de Castilla-La Mancha.
