El civismo tiene premio: proyecto juvenil para la participación social

Son incontables las veces que hemos encontrado en nuestro barrio un bache en la acera o la calzada que puede provocar accidentes, una farola que no funciona, un autobús que llega con retraso, basura mal recogida o instalaciones en mal estado. En la mayoría de los casos, faltan mecanismos que nos permitan actuar de manera inmediata para reportar estas incidencias y mucho menos que por esa labor cívica obtengamos incentivos. Ese vacío lo quieren llenar cinco estudiantes de ingeniería de mediante la creación de la plataforma Civis, uno de los proyectos finalistas del concurso Blue BBVA Challenge para jóvenes de 18 a 29 años organizado junto al Impact Hub de Madrid.

María Teresa Mora, Carlos Wert, Julio Esparza, Celia Falcón y Alfonso Jiménez (que fue quien propuso la participación en el concurso) acudieron al Challenge Day del pasado mes de octubre para realizar su ‘brainstorming’ de ideas, que concluyó en este proyecto.

A pesar de que todos estudian una carrera muy técnica, detectaron una necesidad social de las ciudades: la de promover el civismo. El proyecto que convenció al jurado para pasar a la siguiente fase es una app y plataforma web que permite al ciudadano conectar, de manera simple, con los servicios de emergencia, o bien reportar una incidencia en la ciudad ¿Y cómo promover que los ciudadanos sean cívicos? Estos futuros ingenieros han diseñado un proceso de geolocalización y gamificación, mediante el cual, reportar incidencias hace que el perfil de usuario vaya sumando puntos para conseguir descuentos en productos y servicios, que serán mejores cuanto más suba el nivel de civismo del usuario.

María Teresa cuenta que decidieron presentarse porque, como ingenieros, todos están interesados en la innovación y las ideas de futuro. Aunque no tuvieron una primera idea hasta que no fue transcurriendo el día y llegó su momento ‘Eureka’. Civis, comenta, se trata sobre todo de un proyecto “participativo y social”.

Así lo concibe también Carlos, que detalla que esta plataforma y app busca dar soluciones a las ciudades a través de la participación de los propios ciudadanos, buscando sobre todo su empoderamiento y dirigiéndose principalmente a los jóvenes: “hemos buscado la manera de que participen más en los procesos y esa forma es a través de incentivos”. Se trata de premios que no tienen por qué ser económicos, pero que sí estimulen una mayor implicación en los problemas de la ciudad.

El proyecto se concibió en dos partes. Por un lado, estos estudiantes han reflexionado sobre la gran cantidad de incidencias que pueden producirse en pueblos, núcleos urbanos más grandes o incluso ciudades empresariales; pero por otro lado también quieren que Civis tenga como objetivo una alta participación que a su vez motive decisiones de gran calado. Para ello, necesitan empezar por grupos pequeños, donde quieren importar procesos participativos ya existentes en ciudades como Madrid y Barcelona. Se trataría de actuar en zonas donde la personas “no están concienciadas de por sí, o no tienen los mecanismos para hacerlo y necesitan una activación”.

Los indicadores fundamentales de Civis en su versión app son la geolocalización y la gamificación. Sobre el primer término, Julio explica por su parte que se trata de facilitar al máximo al usuario que haga el reporte de incidencias sin que tenga que rellenar datos: la geolocalización, activada en el smarphone ya indica el lugar desde el que se realiza la denuncia, por estar el dispositivo conectado a la señal GPS. En cuanto a la gamificación, es la parte de “juego” del proyecto, los incentivos y premios.

“Convirtiéndolo en un juego conseguimos a esos sectores más jóvenes, que son los que menos participan en este tipo de procesos democráticos. Convierte todo este proceso en algo divertido para incentivar su uso y no verlo como algo técnico”, precisa Julio. En este sentido, esos premios procederían tanto del sector público, mediante el Carné Joven y otras iniciativas locales de ayuntamientos, como del ámbito privado, donde podrían obtenerse descuentos y ofertas en tiendas de barrio, lo que a su vez serviría para promover el comercio local.

Modelo de negocio y pruebas 'piloto'

Varios objetivos en uno que han hecho que el proyecto ya esté muy desarrollado. A dos semanas de la final, Celia explica que ya han elaborado el modelo de negocio y ahora están trabajando en las cifras de inversión inicial y en los plazos para el “punto de inflexión” que les permitiera recuperar la inversión. Esta es la parte donde han recibido más mentorización de los expertos de Blue Challenge.

Por otra parte, también están creando una interfaz interactiva con el usuario para que “la gente pueda hacerse una idea de en qué consistiría la aplicación”. Hasta el día de la final, pondrán en marcha igualmente una plataforma en Facebook que servirá como prueba ‘piloto’: desde la misma se accedería al enlace de descarga de Civis, aunque todavía no esté listo, lo que les permitiría hacerse una idea a cuánta gente le puede interesar.

Este grupo de universitarios considera que, independientemente de que ganen o no el concurso, han obtenido una “perspectiva diferente” a la de la universidad y un “claro impulso para el emprendimiento”. “Nos ha ayudado a definir por qué una idea luego se convierte en un producto y el sentido que se le da al mismo, con una perspectiva más creativa y una visión completamente diferente que todos hemos agradecido”.