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La futura Ley de Bienestar Animal de Castilla-La Mancha “deja brechas abiertas”

Una de las fotografías de la exposición

Carmen Bachiller

La Asociación en Defensa de los Animales ‘Dejando Huella’ de Albacete cumple dos años y lo hace con un balance “bueno”, según Antonio José Fernández, miembro del colectivo. “Es impresionante la acogida que hemos tenido” en este tiempo. “Me quedo con la cara de un niño en una de las charlas de concienciación que desarrollamos en colegios cuando utilizó la palabra ‘adoptar’. Es algo que indica que el mensaje está calando donde queremos, en la base, para que generaciones futuras sea capaces de estar educadas en el respeto a los animales”.

La “ecuación”, comenta Antonio José Fernández no es perfecta porque siguen abundando los casos de maltrato o de abandono animal pero se avanza poco a poco en el reconocimiento de los derechos de los animales. “La gente está perdiendo el miedo a denunciar, aunque sea tu vecino. Los casos son cada vez más visibles para lograr una concienciación real y duradera”.

A eso puede contribuir la Ley de Bienestar Animal que prepara la Junta - podría tramitarse antes del verano- y que desde ‘Dejando Huella’ creen que “se queda corta”. Piden profundizar en las sanciones y en las consideraciones del maltrato animal. “No basta con el resultado de muerte sino con que haya lesiones. Lo que se trata de conseguir es un efecto disuasorio porque de nada sirve hacer una ley contra el maltrato animal si se dejan brechas abiertas”.

Y si se habla de sanciones, “las que contemplan las ordenanzas municipales aún están en pesetas. ¿En qué lugar nos deja eso?”, se pregunta. El reto ahora es “calar más en las instituciones para lograr su implicación”. De momento, están manteniendo reuniones con la Diputación albaceteña, los contactos con el Ayuntamiento son “más fluidos” y su objetivo próximo son las conversaciones con la Junta de Comunidades.

‘Rasta’ o ‘Bowie’, el lado “más violento” del ser humano

La labor que desarrolla la asociación resulta gratificante. “Te llevas la sorpresa del apoyo de la gente, como el niño que rompió su hucha para colaborar” pero en el otro lado de su realidad cotidiana han de ver “la peor cara del ser humano, la más violenta”. Por ‘Dejando Huella’ han pasado unos 200 animales y algunos de los casos, señala Fernández, “se nos han quedado grabados a fuego”. Les pasó con Bowie, un gato que apareció casi en las últimas. “Pedimos ayuda, conseguimos operarlo y ahora está felizmente adoptado”.

También recuerda el caso de Rasta, una perra de caza a la que habían dado una paliza y aunque no ha podido recuperar totalmente la movilidad puede seguir viviendo con cierta normalidad después de haberle comprado una silla de ruedas para sus patas traseras.

11 personas componen la Junta Directiva de ‘Dejando Huella’ con un total de 50 voluntarios y 135 socios. “Estamos muy contentos con el seguimiento a través de las redes sociales”. En la actualidad forman parte de una red provincial de protectoras de animales. “No es algo oficial”, comenta, pero sí puede ser el “germen” de una nueva asociación en Albacete.

Una exposición itinerante

Mientras tanto, y coincidiendo con su segundo aniversario que se cumple el 10 de octubre, la asociación ha organizado una exposición itinerante que recorrerá diversos locales de Albacete. Se trata de fotografías tomadas a muchos de los animales que en este tiempo han pasado por ‘Dejando Huella’, obras de Marian Vulpes y Perichole Monchole.

La primera parada de esta exposición será en el Café del Sur, situado en la Plaza Felipe Neri número 4 de Albacete (Zona Parque Sur), donde estará hasta el 12 de octubre. Es también una manera de recaudar fondos para continuar con su labor. Las fotografías expuestas estarán a la venta a un precio de 10 euros cada unidad. Un dinero que, aseguran, “repercutirá de manera íntegra en los animales a cargo de esta asociación”.

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