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ALBACETE

La falta de agua disminuye la colonia de flamencos en la laguna de Pétrola

Laguna de Pétrola, este año.

Lourdes Cifuentes

La llegada de los flamencos a la laguna de Pétrola es un espectáculo de la naturaleza que en los últimos años ha dejado imágenes para el recuerdo. Desde el año 2012 llegan a este humedal de la provincia de Albacete a anidar. Tanto así que en 2017 llegaron a criar unos 2.400 pollos. Pero este año, la falta de agua lo ha impedido. Y es que el caudal con el que cuenta esta laguna albaceteña ha hecho imposible la puesta de huevos semanas atrás.

La de Pétrola es una laguna endorreica y eso significa que recoge el agua de la fuerza del arrastre, pero al no haber suficiente, los flamencos que llegaron dispuestos a anidar aquí, tuvieron que marcharse.

Atilano Córcoles, vecino de la localidad, ha sido testigo de ello. “ Vinieron, levantaron los volcanes, e intentaron entrar varias veces. Pero se marcharon y no llegaron a poner los huevos”. De hecho, tal y como explica Córcoles, de una mañana para otra habían desaparecido. ¿Esto significa que no se verán flamencos en la laguna? “No. Se verán, sí, pero los que van de paso camino de Levante. Lo que no hay son los que llegan para quedarse”, añade.

Hoy, la imagen que deja esta laguna, otrora con cientos y hasta millares de flamencos (entre pollos nacidos en ella y adultos), está muy lejos de ser la que fue. Tanto así que el pasado 3 de julio apenas se contabilizaban 20 ejemplares. Ahora, estarán entre 300 y 400, “son pocos, y la mayoría pollos que nacieron aquí el año pasado”, añade el vecino de Pétrola.

Unas lluvias tardías

El 2018 comenzó con una sequía que venía arrastrando de meses atrás y eso afectó a algunas laguas de la provincia. Esto llevó a que a principios de año se daba la voz de alarma por la desparición de humedales en Albacete. La laguna de Pétrola acabó sucumbiendo a la sequía y unas lluvias tardías no han conseguido que los flamencos puedan criar. Una primera lluvia de primavera dejó 60 litros, pero “fue tan suave que ese agua la absorbió la tierra”, dice Atilano que asegura que la situación mejoró tras una tormenta, la del 25 de mayo, en la que llegaron a registrarse 40 litros. “Entonces se cogió una poca agua”, pero ya era tarde porque los flamencos comienzan a hacer el nido alrededor del mes de abril.

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