Los índices peligrosos de contaminación llegan a Castilla-La Mancha

Toledo, Illescas, Talavera de la Reina y Puertollano superaron el pasado 3 de diciembre los límites legales de dióxido de nitrógeno, que se establecen en 50 microgramos por metro cúbico, según lo señala el mapa de la calidad del aire del Ministerio de Agricultura. Sin embargo, la gran mayoría de las ciudades de Castilla-La Mancha se encuentran en los níveles que rozan el legal, entre ellas Cuenca, Guadalajara, Ciudad Real o Albacete. La situación por la que está pasando estos días Madrid se ha extendido también a otras ciudades de la península, incluso más alejadas del centro, como en el norte A Coruña, Oviedo o Santander.

Ecologistas en Acción ha querido advertir de que superar estos niveles de contaminación implica superar los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud y que, si la situación se repite por “varios días consecutivos”, se entiende que se puede provocar daños graves a la salud de los ciudadanos. Especialmente sobre los grupos de población más sensibles, como son los niños, los ancianos y aquellas personas que sufren de problemas respiratorios o cardiovasculares.

Miguel Ángel Ceballos, portavoz de la organización, señala que los gobiernos locales deben tomar medidas, tal como lo ha hecho ya el Ayuntamiento de Madrid. Entre ellas, limitantes para las fuentes causantes de la contaminación que suele ser el tráfico motorizado. Sin embargo, Ceballos apunta también a casos especiales en Castilla-La Mancha, como en la ciudad de Puertollano, en la que el número de instalaciones industriales es “relevante” también para los niveles de contaminación.

Ecologistas en Acción ha señalado que el anticiclón instalado en la Península Ibérica desde principios de la semana, junto al tráfico motorizado y el incremento de la electricidad de las centrales térmicas son los principales factores para que se “disparen” los niveles de dióxido de nitrógeno. Pero, además, la organización ecologista señala que las autoridades locales o autonómicas no están tomando medidas de información a la población o de limitación del tráfico urbano, con contadas excepciones. En este sentido, piden que se extienda la reducción del tráfico y que se advierta a las personas más sensibles que se protejan de la exposición del aire libre a la caída de la tarde.