Redes sociales, nuevas herramientas que siguen acogiendo “la misma forma de machismo”

Andrés Carmona utiliza su doble rol como educador social y administrador de sistemas para impartir charlas en materia de uso de las redes sociales y seguridad informática desde 2009, de la mano de la Asociación Punto Omega. “También me ha ayudado que soy padre de un chico y una chica que me han acompañado en mi proceso de aprendizaje. Gracias a ellos y al alumnado me actualizado en aplicaciones, portales y herramientas”, explica. 

Junto a la Asociación Punto Omega, trabajan a lo largo de los territorios de Madrid, Castilla y León y Castilla-La Mancha organizando sesiones con el alumnado de colegios e institutos para “hacer visibles las distintas formas de violencia que hay contra la mujer asociadas al uso de las tecnologías de la información y la comunicación”.  

El profesional ha pasado recientemente por localidades como Consuegra, Carranque, Lominchar o Yuncos, con la charla 'Del amor al control a golpe de click, la violencia de género en las redes sociales'. En el caso de los alumnos mayores, la idea es poder identificar las relaciones de control en las relaciones interpersonales, al igual que la hipersexualización de la imagen, que ofrece “modelos difíciles de satisfacer” y los distintos patrones de uso y exposición que se pueden encontrar en este tipo de herramientas.

“Nos centramos en identificar en las redes sociales cuáles son los comportamientos de riesgo y cuáles son las relaciones que se basan en el control y hacerlas visibles”, explica Carmona. El educador explica que se busca identificar cómo unas herramientas, “que son en principio muy útiles”, como WhatsApp o Instagram, están siendo utilizadas en las relaciones de pareja para controlar o establecer estas relaciones que son tóxicas. “Especialmente en el caso de las chicas, que pueden acabar en una relación basada en el control”, explica.

¿Por qué ocurren estos fenómenos?

El control en las redes sociales se producen debido a lo que sustenta la violencia de género en su conjunto, explica Andrés. Es decir el machismo. “Los mitos del amor romántico hacen que las chicas sean tolerantes con las situaciones de control, cuando la pareja empieza a poner límites en el uso de las distintas cuentas, amistades o con quien pueden estar en contacto o no”, afirma. Se trata de un proceso “sutil”, que finalmente va invadiendo distintos ámbitos de la vida personal de las personas. “Primero son otros chicos, luego la forma en que se visten o cómo se muestran en las redes sociales”, explica.

“Es la misma forma de machismo, sólo que utiliza nuevas herramientas”, explica Carmona, que destaca los agravantes que ofrecen como, por ejemplo, la hora de última conexión o los amigos con los que se interactua. “Incluso en relaciones que avanzan mucho y en las que hay un excesivo control, hay acceso a los dispositivos y las redes de las chicas y los chicos”, advierte. Gran peligro existe en el caso del 'sexting', cuando las fotos íntimas de la pareja son usadas en su contra en cuanto, por ejemplo, acaba la relación.

“A pesar de que es un delito , muchos no miden el alcance de la actitud. Queremos explicar que en el caso de amenaza o extorsión con estas imágenes la víctima nunca tiene la culpa”, afirma. Las sesiones en las que participa Carmona pretenden crear una dinámica de cercanía, en las que ayudamos a los chicos a identificar estos mecanismos de control. Así, los chicos pueden reflexionar e identificar quienes son, efectivamente, los verdaderos responsables en estas situaciones de control y machismo.

“Entendemos que es importantísimo trasladarlo, porque en muchas ocasiones es la chica la que se ve castigada y culpabilizada, por ejemplo, cuando se difunde una imagen suya. Pero el único culpable es quien envía la imagen sin autorización”, explica. Por eso, aboga por promover lazos de unión, especialmente entre las chicas, para que sean capaces de apoyarse mutuamente y evitar la “revictimización”.