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La ‘otra cara’ de la logística en Guadalajara: bajos sueldos, empleo precario y elevada siniestralidad

Huelga en almacén de Primark en Torija

Raquel Gamo

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El Corredor del Henares, la comarca más poblada e industrial de la provincia de Guadalajara, se ha convertido en el motor de la logística del centro de la Península Ibérica durante las últimas décadas. La ubicación estratégica en el eje geográfico que conecta Madrid con Zaragoza y Barcelona erige a esta zona industrial como uno de los focos de mayor atracción empresarial del país. A ello se une su alta capacidad como vía de tránsito de las mercancías europeas y las buenas comunicaciones terrestres y ferroviarias, además de su cercanía al aeropuerto de la capital de España.

La puesta en marcha de la Ciudad del Transporte, a caballo de los términos municipales de Guadalajara y Marchamalo, resulta paradigmática de la evolución de un sector que, sin embargo, continúa lastrado por un marco de inestabilidad laboral que sigue sin corregirse. Esta situación se ha puesto de relieve en los últimos días con los paros convocados por los trabajadores de DHL en la planta de Torija (Guadalajara) que abastece a todos los almacenes de Primark en España y Portugal.

Potenciar la atracción empresarial en el cinturón urbano que une Madrid con la capital alcarreña era, precisamente, uno de los efectos de la ‘Estrategia del Corredor del Henares’ que la Junta de Castilla-La Mancha impulsó en 2017 junto a los agentes sociales, empresariales y 21 municipios alcarreños. El objetivo se centraba en crear en torno a este enclave industrial un ecosistema de “empresas competitivas e innovadoras que generaran un empleo de calidad”.

Unas metas que se cumplen a distintas velocidades. Por un lado, el Corredor acogió el 25% de la inversión industrial extranjera durante la pasada legislatura. En concreto, 11 de los 45 proyectos internacionales recalaron en este cinturón entre 2015 y 2019. Así lo manifestó la entonces consejera de Empresas de Castilla-La Mancha, Patricia Franco, durante su participación el pasado mayo en el IV Foro de Empresas de Capital Extranjero que organiza cada año la localidad de Cabanillas del Campo. En el transcurso de esta cita empresarial, la empresa cervecera Mahou y el operador Factor5 inauguraron una nueva planta en este municipio para gestionar la logística de la firma Solán de Cabras.

Esta constante instalación de grandes multinacionales de la logística y el ‘retail’ en suelo alcarreño como DSV, XPO Logistics o Inditex hacen que el nombre de Guadalajara vaya normalmente asociado a etiquetas como ‘motor de empleo’, ‘una de las provincias con menor tasa de desempleo de España’ o ‘con las pensiones más elevadas’. De hecho, Cabanillas del Campo es el municipio de España de menos de 10.000 habitantes que ostenta el índice de desempleo más bajo.

Sin embargo, detrás de este imán para las empresas de logística y de generación de empleo, los agentes sociales continúan constatando un escenario de precariedad laboral impropio para el volumen de negocio que maneja el sector. La logística es la actividad que ha liderado la recuperación económica en Guadalajara, tras la profunda crisis de la construcción, pero arrastra sombras. La principal de todas, el tipo de empleo que fomenta, mayoritariamente “temporal y precario”. Así lo califican desde UGT y CCOO, los sindicatos principales que integran los comités de las empresas de este sector en la provincia alcarreña. En opinión de José María Rey, secretario provincial de CCOO, la logística “es un sector en crecimiento que genera mucho empleo, pero excesivamente temporal y precario debido a la externalización en la contratación, a través de las empresas de trabajo temporal”.

Este sistema de contratación hace que la captación de trabajadores se dispare de forma estacional coincidiendo con las campañas de Navidad y de verano, que “se solapan y crean estabilidad en la actividad, pero no en el empleo”. Rey añade que “estas empresas han de avanzar hacia un empleo estable y de mayor calidad”. En cambio, el resto del año, las plantillas se ajustan a las exigencias de la producción, por lo que los contratos se readaptan a la actividad y, en ocasiones, son relaciones laborales breves por días o semanas.

En la actualidad, según UGT, alrededor de 25.000 personas trabajan en la logística en Guadalajara. Cerca de 15.000 están amparados por el convenio sectorial. Sin embargo, el 40% son empleados contratados por empresas temporales (ETT), pequeñas sociedades y empresas multiservicios. En el caso concreto de la citada planta de Torija que surte a Primark, 140 de sus 300 trabajadores operan con contratos temporales suscritos con empresas externas. El resto de la mano de obra es indefinida. Estos porcentajes se repiten en la mayoría de empresas de logística radicadas en Guadalajara, aunque el número de indefinidos suele ser menor. A ello hay que sumar la generalización de las jornadas parciales. Un 60% de los empleados de las plantillas, según los sindicatos, no alcanza las 6 horas de trabajo.

“Es una actividad basada en la temporalidad y en la rotación de los trabajadores. Además, se da una competencia desleal entre empresas brutal cuyos clientes renegocian los precios de la distribución a la baja y esto revierte finalmente en unas condiciones precarias para los trabajadores”, sostiene Pedro del Olmo, secretario provincial de UGT en Guadalajara.

En paralelo a la temporalidad, la diferencia de salarios entre los trabajadores fijos y temporales es otra de las constantes que acompañan a la actividad del ‘retail’ en estas empresas. En este apartado, el hecho de que la empresa se rija por el convenio del sector o por otro de empresa determina por lo general la cuantía de la retribución. Así, un trabajador indefinido, que ejerce la función de peón de almacén percibe un salario medio cercano de unos 18.000 euros brutos anuales, cuando el salario es fijado según el convenio sectorial.

Por el contrario, un empleado temporal contratado por una ETT gana un sueldo próximo a los 13.000 euros, que, incluso, algunas veces no llega a los 900 euros mensuales por una jornada completa, el salario mínimo interprofesional. Las diferencias se extienden también a la organización del trabajo incluso entre los diferentes centros de trabajo de una misma empresa. Por todo ello, desde UGT y CC.OO instan a las empresas para que “regulen el sector, mejoren e igualen las condiciones de trabajo para todos los trabajadores, en lugar de atomizar e individualizar el trabajo en cada planta”.

Además, este clima de desigualdad se traslada al género. De este modo, un alto porcentaje de los equipos de trabajo está formado por hombres, frente a una minoría de mujeres que ocupan principalmente tareas administrativas, alejadas de las funciones de almacén. Una discriminación que desde UGT atribuyen a circunstancias sociales como la maternidad o el cuidado de familiares que normalmente ejercen las féminas: “Hay una discriminación de género en las plantas que se refleja, por ejemplo, en que la mayor parte de los puestos de responsabilidad son ocupados por hombres debido a la maternidad o que las mujeres se acogen más a la jornada reducida para atender a los menores”, puntualiza del Olmo.

Alta siniestralidad

Los sindicatos asocian la creciente precariedad a la elevada siniestralidad que registra el sector de la logística. Castilla-La Mancha es la segunda región con una tasa de siniestralidad más elevada en España. Durante 2018 se produjeron un total de 24.759 accidentes laborales en la región, de los que el 44,3% afectaron a trabajadores con contratos temporales y más del 50% tuvieron lugar en el sector servicios en el que se engloba la logística, según los últimos datos publicados por la Dirección General de Trabajo, Formación y Seguridad Laboral de Castilla-La Mancha. De hecho, Guadalajara es la provincia que encabeza el ránking de siniestralidad laboral del país: 4.292 accidentes laborales tuvieron lugar en la provincia alcarreña en 2018, casi un 4% más que en el año anterior, según los mismos datos. En cuanto a la logística, la mayoría de los accidentes leves que se dan en esta actividad suceden por sobresfuerzos físicos en la actividad de carga que se hace inadecuadamente y produce lesiones en los empleados.

Para el líder de CCOO en Guadalajara, la siniestralidad laboral en la provincia está directamente relacionada con “la elevada temporalidad y la escasa o nula formación en prevención de riesgos laborales que reciben estos trabajadores”. Una realidad que preocupa a los sindicatos y ante la que reclaman como soluciones que se derogue la reforma laboral de 2012. “Ha sido desastrosa para los derechos laborales y se primen los convenios sectoriales por encima de los de empresa”. A su juicio, hay que “recuperar la cultura de la prevención y de la seguridad laboral”.

Conflictos laborales

El empeoramiento progresivo de las condiciones de los trabajadores de este sector se ha traducido en varias huelgas laborales en diversas empresas del Corredor del Henares. Una de ellas condujo a la protesta a los empleados de la planta de recambios de Mercedes Benz ubicada en Azuqueca de Henares. Las pretensiones de la empresa de imponer un convenio al margen del resto de las empresas del Grupo Mercedes, que conllevaba un recorte de los salarios, y la flexibilización de la jornada y los horarios, fueron el detonante para que los trabajadores respaldaran el parón, según informaron en nota de prensa desde el comité de empresa.

Finalmente, tras varios días de huelga, la empresa y los trabajadores alcanzaron un acuerdo que contempló incrementos salariales y la continuidad de la planta dentro del convenio colectivo del metal, con mejores condiciones laborales que el de operadores logísticos al que la dirección pretendía cambiarles.

Los empleados de la planta logística de DHL Primark, ubicada en la localidad alcarreña de Torija, desconvocaron el pasado jueves la huelga indefinida que mantenían desde el lunes. Precisamente ésta era la condición que establecía la dirección de la compañía para sentarse a negociar y que inicialmente fue rechazado por el comité de empresa. Los empleados reclaman a la empresa que recupere las condiciones laborales acordadas anteriormente con la representación de los trabajadores. Esto es, restituir la jornada laboral de lunes a viernes de 8 horas. También que los sábados trabajados se consideren como jornadas extraordinarias y que se paguen o se compensen por días de libranza de 10 horas cada uno, tal como marca el convenio del sector.

En la actualidad, los empleados de este centro logístico trabajan un máximo de 14 sábados al año, recompensados con un día libre, tal como recogen varios acuerdos suscritos entre la empresa y los trabajadores. La intención de la dirección de DHL Supply Chain es, según mantiene el comité de empresa, aumentar estas jornadas hasta los 24 sábados anuales con restricciones en el día de libranza, a partir de julio, cuando expira el actual acuerdo.

José Álvaro García, presidente del Comité de Empresa de DHL Primark, asegura a eldiarioclm.es que “la empresa ha recortado nuestros derechos con los cambios que ha realizado en nuestras condiciones laborales”. Asimismo, con respecto al origen de la huelga, la ampliación de los sábados laborales, asevera que “no nos negamos a trabajar sábados si con ello se ofrece un mejor servicio al cliente, pero éstos se deben retribuir como extraordinarios o en días de libranza y esto es algo que la empresa de momento ni respeta ni acepta”.

Además, desde el comité critican la forma en que la empresa ha gestionado la huelga: “La empresa ha vulnerado el derecho a la huelga y de libertad sindical de forma permanente e incluso han firmado nuevas contrataciones durante el paro indefinido”, afirma García.

Esta planta logística, la mayor de Primark, distribuye a 57 tiendas de la firma textil irlandesa en España y en Portugal. La elevada temporalidad de la plantillas es uno de los aspectos que el comité de empresa ha denunciado desde hace tiempo ante la empresa. “Hay una excesiva temporalidad que la empresa justifica por las circunstancias de la producción, pero con la que incumple el acuerdo, porque supera ampliamente el 25% de trabajadores temporales que marca el convenio”, afirma García.

La mínima presencia de mujeres en este almacén es otro de los focos de conflicto. “La empresa defiende que tiene un plan de igualdad, pero aquí trabajan muy pocas mujeres, la mayoría en tareas administrativas y es una discriminación que hemos denunciado repetidamente para que se cambie”, sostiene el representante sindical.

El conflicto que se ha desencadenado en esta planta por la intención de la compañía de no retribuir los sábados como jornadas extraordinarias, abre el debate sobre un problema que hasta ahora no existía en la negociación del Convenio Colectivo de Operadores logísticos de la provincia y, que ha producido malestar en el sector, según advierten desde el propio comité. Con la desconvocatoria de huelga se busca pactar un acuerdo que satisfaga tanto a la plantilla como a la dirección de la compañía, pero el representante de los trabajadores avisa de que, en caso de que las negociaciones no fructifiquen, los paros se reanudarán todos los sábados de forma indefinida, a partir del 1 de julio.

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