‘Quarry’: ¡Maldita Guerra de Vietnam!

El estreno de ‘Quarry’ a principios de septiembre venía a llenar el -gran- hueco que dejaba ‘Banshee’ en la parrilla tras su finalización en mayo. La cadena Cinemax, hija predilecta de HBO y especializada en ficciones de este tono y tipo, apuesta por este drama setentero basado en las novelas de Max Allan Collins, uno de escritores más afamados en la literatura criminal, y que seguramente conozcáis más por ‘Camino a la perdición’, novela que fue llevada al cine en 2002 por el británico Sam Mendes y en el que el propio Max se encargó de guionizar.

Está creada y escrita por Graham Gordy y Michael D. Fuller, guionistas de ‘Rectify’ -en actual visionado y debo decir que es una auténtica gozada-, y dirigida por el gran Greg Yaitanes (‘Banshee’, ‘House’) que ha dejado secuencias tan impactantes y espectaculares como las del episodio ‘You can't hide from the dead’ (3x07) de ‘Banshee’. Tres agentes con antecedentes “criminales” tan buenos que hacen de ‘Quarry’ una serie a seguir sí o sí dentro del maremagnum seriéfilo de cada temporada.

La serie se sitúa a principio de la década de los 70, más concretamente en 1972, donde los marines Mac Conway (Logan Marshall-Green) y Henry (Jamie Hector) acaban de regresar a Memphis, Tennessee de su segunda incursión en la Guerra de Vietnam envueltos en una de las polémicas de la época: la masacre de Quan Thang, en la que ellos participaron. Por lo tanto, su vuelta a la vida cotidiana no será nada fácil porque tendrán que lidiar no solo el rechazo familiar sino también con el social.

Su adaptación a la vida civil será tan violenta y complicada como la época tan convulsa en la que se encuentran. El rechazo social y los graves problemas psicológicos acentúan los problemas en los que poco a poco se van hundiendo los dos protagonistas. En esos momentos de desesperación aparece The Broker (Peter Mullan) que les ofrecerá convertirse en asesinos a sueldo. Conway lo rechazará pero Henry, llamado por la gran suma de dinero, 30.000 dólares, aceptará el empleo. La mala suerte se ceba cuando el segundo es asesinado y Conway, sin más remedio y por obligación, tiene que aceptar el empleo para devolver el dinero de su amigo. Así, Mac se convertirá en ‘Quarry’.

‘Conociendo a Quarry’ es la primera novela de la saga creada por Max Allan Collins en la que se apoyan -ya que es una adaptación libre- Graham y Fuller. Según reseñas que he podido leer es la gran calidad que tiene la serie literaria. Sin embargo, los guiones y diálogos, a veces muy contenidos, tienen el aroma y la esencia de ‘Rectify’. Un pulso narrativo constante e intenso que se mantiene durante una historia que tiene un tono oscuro y macabro.

Su ambientación sumerge al espectador en una atmósfera opresiva y deprimente que convierte Memphis en un lugar donde no existe la redención, ni descanso para ninguno de los personajes; nadie está a salvo, en un sitio que parece estar fuera de la ley. La fotografía, a manos de Pepe Ávila del Pino, tiene esos tonos grisáceos y amarillentos que dan un aspecto mugriento y obsceno que conjuga muy bien con esos inevitables toques pulp que tiene ‘Quarry’.

En este particular submundo creado por Graham Gordy y Michael D. Fuller en el que no existe escapatoria, se encuentra Mac Conway, interpretado por Logan Marshall-Green -al principio no me convencía-, un antihéroe que poco a poco irá sumergiéndose, ya sea por el azar del destino o por una misteriosa confabulación, en una espiral de violencia y sexo. Un personaje que trae consigo grandes demonios tras su participación en la Guerra de Vietnam que le provocan un brutal estrés post-traumático, algo bastante común en los soldados de la época; además de contar con el repudio de la opinión pública y el absoluto olvido de las instituciones gubernamentales. Durante esta primera temporada seremos testigos no solo de su transformación a nivel familiar y a nivel personal, sino también de los costes que le supondrán mezclarse con la gente equivocada. Su constantes 'flashbacks', introducidos hábilmente, ayudarán a descubrir un pasado lleno de remordimientos.

Sin embargo, ese universo pulp donde violencia, sexo y acción van dados de la mano, no sería lo mismo sin ese ramillete de secundarios que dan un toque especial a ‘Quarry’: Jodi Balfour interpreta brillantemente a Joni, mujer de Conwell e interesante figura femenina que va de menos a más; Damon Herriman da vida a Buddy un cursi, estrambótico y letal asesino a sueldo que hará buenas migas con el protagonista, además de un dúo muy cómico cuando se junta con Naomi, su madre, interpretada por Ann Dowd; y Peter Mullan es The Broker, el mafioso, el conseguidor y el que pondrá patas arriba la vida de Mac. Sin embargo, otros pequeños personajes de menor calado, pero con aires extravagantes completan el universo de ‘Quarry’: Karl (Edoardo Ballerini), Moses (Mustafa Shakir), Detective Tommy Olsen (Josh Randall) o Credence Mason (Ólafur Darri Ólafsson), entre otros.

Lo raro es que una ficción como ‘Quarry’, con un ritmo y una narración tan fluida y magnética, haya pasado tan desapercibida entre el público. El director Greg Yaitanes está brutal y como ejemplo de su excelente trabajo está la extraordinaria secuencia de la masacre de Quan Thang. Todo ello combinado con una excelente banda sonora. Desde luego, un auténtico gozo para todos los sentidos.

‘Quarry’ no solo es la historia de Mac Conwell y su particular descenso a los infiernos sino que también es un pequeño retrato del sentir social de la época: xenofobia, derechos sociales o rechazo de la Guerra de Vietnam. Haced un hueco a esta magnífica ficción que además en España está incluida en el catálogo de HBO por lo que ya no hay excusa para no ponerse con ella.