Las provincias de Cuenca y Guadalajara, “biológicamente muertas”
Las provincias de Guadalajara y Cuenca están “biológicamente muertas”, como muestran los datos demográficos de la zona. Recientemente se está señalando el grave problema del despoblamiento rural que existe en el área acotada por las ciudades de Guadalajara y Cuenca hacia el este, donde la densidad geográfica es la menor de toda Europa: 1'63 habitantes por kilómetro cuadrado.
En total al Serranía Celtibérica abarca un 12% de toda la extensión de España, pero solo tiene 500.000 habitantes, poco más del 1% del total. Si toda España tuviese esa densidad de población, el país no llegaría a 5 millones de habitantes (por los 46 que tenemos. Aún así hablamos de una zona con una densidad de población de 7'98 habitantes por kilómetro cuadrado: el problema realmente grave de todo viene en Guadalajara y Cuenca.
Allí la densidad es la menor de toda Europa, 1'63 habitantes. Para hacerse una idea, la siguiente región en Europa con menor índice poblacional es Laponia, las provincias árticas del norte de Finlandia y Suecia, que tienen 1'77 habitantes por kilómetro cuadrado. De hecho en todo el mundo solo una región tiene menor densidad de población que esta zona de España: algunas zonas de Mongolia llegan a 1'3 habitantes por kilómetro cuadrado.
El problema no es solo actual sino que es peor previendo el futuro: uno de cada 3 habitantes de esta zona tiene más de 65 años, y menores de 15 años solo son un 7%. Es decir, que la situación empeorará dramáticamente de aquí a 20 años.
Ha sido un éxodo masivo el que han sufrido estas zonas: Madrid, Valencia y Zaragoza son las ciudades que más gente de esta zona han acogido, pero también ha sido muy importante el éxodo hacia Cuenca y Albacete, así como a la capital guadalajareña. Otro problema de la región es que actualmente no tiene nada que ofrecer extraordinario: clima duro, no hay costa, no hay grandes ciudades (la más cercana se podría decir que es la propia Cuenca o Teruel), y ello hace que no haya trabajo, por lo que la gente se va. Se necesita un plan de poblamiento urgente para una zona que además acoge muchísimas localidades, la mayoría muy pequeñas (ayuntamientos con 8-9 habitantes son comunes).
El turismo rural debe ser (casi por falta de alternativas) la solución al problema. Muchos pueblos han realizado programas para atraer visitantes a una zona que los necesita urgentemente con el envejecimiento de su población local.
Un ejemplo es Zafrilla (Cuenca). Allí no hay centros comerciales, no hay grandes urbanizaciones...lo que sí hay son paisajes únicos, con ciervos, jabatos, jabalíes y especias clásicas de la península. Sus pinares son un remanso inigualable fuera de las metrópolis urbanas: así lo pueden asegurar sus 78 habitantes. Pero es frío, y no fácil de llegar (a casi 1.500 metros de altura). Uno de los problemas de estos pueblos es cómo atraer a la gente a vivir allí cuando la gente lo que busca son los grandes centros y núcleos comerciales y cuando hay muy poco trabajo en estas zonas.
¿Qué será de ellas? Es otra de las incógnitas que se debate ahora en el Senado donde están participando cargos políticos de esta zona así como de Teruel o Soria. Cómo aumentar la población de pueblos con una densidad de población, como es el caso, de 0'74 habitantes por kilómetro cuadrado.
La falta de jóvenes y de población para el futuro hace que el Catedrático de Prehistoria Francisco Bellido (en declaraciones a El País) hable así de la zona, “biológicamente muerta”. Y con un futuro aún más negro a pesar de ser paisajísticamentes dignas de ver.
