El resurgir de La Isabela pone en alerta la situación de Buendía

A un paso de Madrid, su emplazamiento es delicioso, con esa delicia aguda del oasis, tan frecuente en España … Yo he pasado horas de paz inolvidables bajo los negrillos de La Isabela y quisiera que la recobrasen allí cuantos la han de menester, que son tantos y tantos“. Así reza un fragmento de ‘Dominio, balneario y aguas de La Isabela: sobre la necesaria resurrección de los balnearios españoles’, del doctor Gregorio Marañón, en el que expone las bonanzas de las aguas del Real Sitio que se tragó el pantano de Buendía en marzo de 1955. Hoy sus ruinas asoman en las escasas aguas del embalse de la cabecera del Tajo situado entre las provincias de Cuenca y Guadalajara, dejando patente la situación hidrológica excepcional en la que se encuentra, como así reconocen los propios datos del Ministerio de Agricultura, puesto que en el último recuento, con 360 hectómetros cúbicos de agua embalsada, se sitúa en un 21’96% de su capacidad.

Lugar de recreo de la aristocracia y alta burguesía del siglo XIX, la construcción de La Isabela fue ordenada por Fernado VII en honor a su esposa, la reina Isabel de Braganza, encaprichados por el lugar y la bonanza de las propiedades curativas de las aguas ya conocidas por los romanos. Un conjunto palaciego con balneario y 27 manzanas con 50 viviendas, jardines y plazas, conocido en su época real como ‘el pequeño Versalles’ y sencillamente como ‘Los Baños’ cuando el lujo de la alta burguesía retomó el olvidado capricho de los reyes como pueblo termal, asoma estos días tímidamente el esplendor que se perdió en la realidad socioeconómica que le tocó vivir. La Guerra Civil acabó con el glamour del pueblo-balneario para convertirlo en lugar de acogida de enfermos mentales, y el proyecto de pantanos “por el bien común’ de Franco, sumergió en las aguas el intento de recuperar La Isabela como lugar turístico de recreo.

El agua lo formó y lo enterró, ahora su bajo nivel levanta las alarmas haciendo no solo visibles, sino accesibles, las ruinas de La Isabela. Se da la circunstancia de que en esta situación, la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura ha aprobado un nuevo trasvase de 38 hectómetros cúbicos para este mes de abril, casi el doble del máximo que, según la normativa de regulación del trasvase, se puede desembalsar cuando la situación de los pantanos se encuentran por debajo de los 586 hectómetros cúbicos, nivel que no alcanzan en estos momentos los embalses de Entrepeñas y Buendía en la cabecera del Tajo.

En su conjunto, suman un total de 581 hectómetros cúbicos de agua embalsada, el 23,71% de su total. El límite en el traspaso de la línea roja sobre la reserva de los famosos 400 hectómetros cúbicos no escapa a la Asociación de Municipios Ribereños, donde preocupa que sea precisamente en primavera cuando se aumente el volumen desembalsable respecto a los meses invernales.

Por ello, se sentarán a analizar la situación y estudiar los datos que manejan. “Vamos a ver lo que tenemos para poder hacer las cosas bien, aunque no sea el momento porque estemos en elecciones, pero a mí me da lo mismo, cuando una cosa se hace mal hay que decirlo y si se hace bien, también”. Señalaba a Las Noticias el vicepresidente de los ribereños, Gregorio Villamil, a su vez alcalde ‘popular’ del municipio conquense de Cañaveruelas.

Villamil insiste en que nunca se pondrán en contra del abastecimiento “pero lo que tenemos que tener muy presente es el cuidado de la reserva estratégica. Tenemos que ser fieles guardianes de eso. Está claro que por debajo de esa línea tendría que ocurrir una cosa muy fuerte y sería el Consejo de Ministros quien tendría que determinar, no la Junta de Explotación. Y en eso si que somos tajantes”.

“Vamos a ser cuidadosos con eso porque también nosotros tenemos que preparar el futuro de la zona, que ya es hora de que se salve. La riqueza se tiene que repartir entre ambas partes del territorio, y en eso yo no respeto que un gobierno sea de un color u otro. Me da lo mismo, para lo que estoy es para defenderlo. Lo prioritario es la zona, así es como yo pienso, y quien no piense lo mismo que se vaya a buscar un cargo político remunerado”, añade el vicepresidente de los ribereños, insistiendo en la necesidad de contar con una infraestructura que permita que el agua de la cuenca cedente genere la misma riqueza en este territorio que en el Levante.

Una riqueza que “se ha negado” y a la que según el portavoz del Agua de la dirección regional del PSOE de la región, Antonio Luengo, “se sigue pisoteando” por parte de un Gobierno “con la mirada puesta en sus intereses electorales en Valencia y Murcia, y en la especulación del agua, por encima de los intereses y necesidades de la región”.

Para Luengo, el resurgir de La Isabela, en un momento en el que los balnearios se perfilan como importantes centros de turismo rural, es una imagen “muy gráfica y palpable de cómo se ha matado a esta zona”, en el sentido de que “no se le deja tener la capacidad turística que tuvo o que pudo tener con el agua; ni se le deja agua, ni se le deja nada. Al final es el colonialismo decimonónico que se está aplicando a la cabecera del Tajo”.

“Se está trasvasando agua a toda prisa ante el miedo a perder las elecciones”

Que se pase a un volumen trasvasable de 38 hectómetros cúbicos, cuando ante la situación de los embalses de la cabecera del Tajo el máximo debería ser de 20, y teniendo en cuenta, además, que los propios regantes murcianos han reconocido que las lluvias del pasado mes en la cuenca del Segura han sido las más abundantes de los últimos 55 años, y que el pantano de Alarcón (que sirve de reserva al trasvase) se encuentra al 71,38% de su capacidad, la derivación de agua en esta época electoral, para el portavoz de la dirección regional del PSOE, Antonio Luengo, y a su vez alcalde del municipio conquense de Villalba del Rey, deja patente el temor del PP a perder las elecciones. “Se está trasvasando agua a toda prisa ante el miedo a perder las elecciones en la región y que el nuevo Gobierno se oponga a los trasvases. Quieren cubrirse las espaldas y asegurarse el verano. La clandestinidad viene por ahí,”.

Y es que Luengo recuerda que “nos hemos tenido que enterar por la prensa murciana de la aprobación del último trasvase. Los Gobiernos de Rajoy y Cospedal lo han tenido que esconder a la opinión pública porque es vergonzoso. Ni siquiera con la Ley Ambiental y la avaricia que hicieron les da para lo que quieren: la especulación del agua”.

Los socialistas castellanomanchegos tienen claro su compromiso con “la lucha por el agua en nuestra tierra, en todas sus cuencas, en el Tajo, en el Júcar, en el Guadiana, y por resolver los problemas del agua en La Mancha”. Así lo ponía de manifiesto esta semana la diputada regional Rosa Melchor, en el encuentro previo del secretario general del PSOE regional y candidato a la Presidencia de la Junta, Emiliano García-Page, con la Plataforma Regional del Agua, en el que suscribía el manifiesto sobre el acceso del agua como un bien para todos los ciudadanos.