Otra semana más de búsqueda en la cripta de Cervantes

El equipo que busca a Miguel de Cervantes en la iglesia madrileña de las Trinitarias ha prolongado otra semana su estancia en la cripta, donde se encontró la tabla con las iniciales M.C., un hallazgo importante, que, junto a otros descubrimientos, hace pensar a los técnicos que el resultado será positivo.

“Los trabajos los está haciendo un equipo increíble, y todo va muy bien”, dice a Efe Luis Avial, el georradarista que localizó las zonas de la iglesia donde había enterramientos y que ahora apoya al forense Francisco Etxeberria y a su equipo en el trabajo de campo en la cripta de la iglesia, por donde han comenzado a buscar.

En ese recinto de unos 70 metros cuadrados ubicado a unos cinco metros de profundidad hay varias sepulturas y una treintena de nichos que aún no se han terminado de revisar: en uno de ellos apareció la tabla con las iniciales M.C. junto con restos óseos de una decena de personas y materiales como ladrillos, arenas o tablas.

Se cree que el padre de “El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha” fue enterrado en 1616 -al parecer con el rostro descubierto y vestido con el sayal de los franciscanos- en la iglesia conventual de las Trinitarias, de donde sus restos nunca salieron, aunque sí podrían haberse dispersado o haber cambiado el punto de enterramiento en algún momento, especialmente a finales del siglo XVII cuando se amplió y remodeló el templo.

Una treintena de técnicos trabaja ahora en la cripta, el lugar más lógico donde depositar los restos en caso de exhumación y donde se encuentran el 95 por ciento de los puntos de enterramiento. Allí se trata de recuperar los restos óseos del ilustre escritor y de dar respuestas sobre su recorrido histórico por el convento Trinitario.

“Se está haciendo todo con mucho rigor, se revisa todo con gran cautela”, indica Luis Avial, que recuerda que se están descubriendo muchos más enterramientos de los que se esperaba, muchos de ellos de niños, lo que podría tener relación con la existencia de un hospicio cercano a la iglesia.

Aprovechando los permisos para rastrear una iglesia calificada de interés cultural (BIC), la treintena de técnicos revisará desde su 'laboratorio improvisado' todos los rincones de la cripta; de hecho, esta semana técnicos de Patrimonio de la Comunidad de Madrid han dado los permisos para explorar algunos nichos con inscripciones muy antiguas y de alto valor.

De toda la investigación por el momento sólo ha trascendido una cosa: que hay una tabla con las iniciales de Cervantes y que lo que parecía una locura no es un imposible.

Pero si se localiza, la siguiente incógnita ya será más sencilla de resolver: ¿Qué se hará con Cervantes? Pese a que el equipo siempre ha dicho que no saldrían del convento, serán las religiosas que en él residen las que tendrán la última palabra.

Y según el Arzobispado caben todas las posibilidades: desde que no se permita entrar a ver los restos hasta que éstos sean extraídos del lugar y depositados en un museo, pasando por su exhibición en la propia iglesia.

A un año de celebrar el cuarto centenario de su muerte y en plena conmemoración de los 400 años de la segunda parte del Quijote, los investigadores creen estar muy cerca -“la búsqueda va muy bien”, dicen- de encontrar los restos del escritor español más universal.

Por Lourdes Velasco.