Para realizar Visión de España, el encargo de Archer Milton Huntington para la Hispanic Society of America, Joaquín Sorolla (1863-1923) se dedicó a viajar por todo el país entre 1912 y 1919, tratando de desentrañar las características e identidades de cada territorio como forma de concebir la pluralidad que los hace singulares. Quizás si el encargo se hubiera producido en la actualidad el artista habría recurrido a otro tipo de estímulo y seguramente sus fuentes de conocimiento habrían encontrado cauces más variados y virtuales. En el tiempo de lo global, donde las tecnologías de la comunicación han transformado la percepción tradicional del tiempo y del espacio, la imagen de lo real se descompone en múltiples aspectos, conduciendo en ocasiones al estereotipo pero también a la contaminación del hipertexto.
La “visión” que se propone en este proyecto parte de la idea de conceder el protagonismo no a los territorios sino a las personas, analizando aquello que sociológicamente es considerado aquí y ahora como relevante, algo que inquieta a la población y cuya repercusión tiene efectos directos en el bienestar general de la sociedad, así como en la configuración de la visión de conjunto de nuestro tiempo. Para ello se ha recurrido al barómetro elaborado por el CIS, donde los encuestados responden a la pregunta de cuál es el principal problema que existe actualmente en España.
Revisando barómetros de años anteriores se observa la evolución de los asuntos de un modo significativo. Problemas que acuciaban a la sociedad española entre los años 2007 y 2010 han pasado ahora a un segundo plano, mientras que otros, relacionados directamente con la crisis o las decisiones de los partidos políticos y su gestión, ahora ocupan los primeros lugares de la estadística.
Así, en este grupo de asuntos tiene una relevancia especial aquello que mayoritariamente es considerado un problema por influir de un modo directo sobre el bienestar material –indudablemente tangible- de las personas, como el paro o los asuntos de índole económica, pero en la tercera posición los españoles situaban los problemas derivados de la corrupción política y los partidos como uno de los principales problemas del país en el tiempo presente. Merece una reflexión el hecho de que, en democracia, los partidos políticos y la clase política sean entendidos por la ciudadanía como un problema relevante, en vez de ser interpretados como vectores capaces de ofrecer soluciones, pues son éstos, en definitiva, quienes ostentan el “poder” para ello.
El poder siempre está sometido a una tensión entre el que manda que aspira a su perpetuación y el que obedece, que anhela la inversión en su propio beneficio. Esta dramaturgia y su codificación en unas normas dialécticas es lo que entendemos por política. Desde el tiempo en que la fuerza constituía el único derecho, sus estrategias se han ido depurando y sofisticando, su legitimación se ha transferido de lo divino a lo humano y en un ahorro de medios y energía prefiere la seducción a la fuerza. Si en principio parece utópico que cualquier sociedad puede vertebrarse sin una estructura de poder, el reparto de éste y las dinámicas que lleva implícito son las que escriben la historia de la humanidad.
Ver visiones ha reunido a 21 artistas procedentes de las 21 galerías de arte contemporáneo que conforman LaVac (Associació de Galeries d’Art Contemporani de la Comunitat Valenciana) para reinterpretar los campos de conflicto mencionados mediante la producción y/o selección de proyectos que permitan darles visibilidad. En todos los casos, este propósito se realiza a través de prácticas artísticas contemporáneas cuyos cauces de comunicación pública van más allá de la directriz lineal de contenidos que ofrecen los medios de comunicación de masas. Quizás sea este un buen espejo en el que invitar al ciudadano a buscar su reflejo, a “ver las visiones” que representan su presente, estableciendo una convivencia de contrastes ante la fascinación tradicionalista y de tintes exóticos de hace un siglo.
La elección de cada artista se ha realizado teniendo en cuenta el conjunto total del proyecto e, igualmente, la idiosincrasia de cada galería y el conjunto que componen LaVac. La función actual de las galerías de arte combina, en un porcentaje no siempre equilibrado, factores de índole económica en tanto que empresas, de promoción profesional de los artistas y de servicio público, pues ofrece a la ciudadanía un programa de exposiciones y eventos accesibles a pie de calle. Estas labores de difusión son aún más tangibles y decisivas en momentos donde la crisis económica y las cuestiones relacionadas con el contexto sociopolítico y su gestión cultural se encuentran, como ocurre hoy en día, en una etapa de afección y estancamiento.
En este sentido Ver visiones presenta un conjunto de artistas que responden al propio perfil híbrido y diverso de las galerías asociadas, donde se han tenido en cuenta factores como juventud-veteranía o promoción local-expansión internacional de los artistas, para conseguir un doble propósito: que el proyecto sea fiel a la realidad plural de las 21 galerías y que la muestra, en tanto que proyecto promovido por LaVac pero asimismo comisariado de manera independiente, ofrezca una lógica expositiva y conceptual acorde con el lugar donde se ubica y con el momento actual, dentro del contexto del arte contemporáneo.
La intención del proyecto es generar un recorrido que, por sí mismo, construya un relato dentro del espacio del Centre del Carme, de importantes connotaciones históricas y gran presencia arquitectónica. Los artistas se han agrupado en nueve parejas, ocupando la Sala Goerlich y los ocho espacios a ambos lados de la Sala Ferreres, y en un grupo de tres a lo largo del pasillo de esta última. A su vez, cada uno de estos emparejamientos se ha vinculado con uno o varios de los asuntos estudiados en la encuesta más reciente del CIS, generando una doble relación: la de los artistas entre sí, cuyas vinculaciones responden a criterios tanto de cercanía como de disparidad, y la de éstos con el tema seleccionado de la encuesta sociológica. El círculo se cierra con los textos realizados por diez críticos que vinculan, desde su posición subjetiva, cada uno de los grupos de artistas y sus temas asociados.
Por todos estos motivos, la narración resultante de esta selección de obras –y así pues su recorrido– no responde a los criterios pre-establecidos de planteamiento, nudo y desenlace, por continuar con la metáfora literaria, sino que más bien su discurso se construye con pequeños relatos independientes (o incluso composiciones poéticas) que, puestos en común y en escena, conviven y generan, a su vez, nuevas relaciones espaciales e inesperadas convivencias narrativas. Desde su genealogía, el proyecto ha propuesto como principal argumento la pretensión de generar “visiones”, en el sentido de facilitar la imaginación de nuevos escenarios posibles entre el arte, la sociedad y la política. Una posible versión de estas visiones se ofrece aquí, propiciando un encuentro con el público y deseando que sean ellos quienes las concluyan.