Fabra, el nuevo 'vigía de Occidente'
Igual que Franco consiguió mantener su dictadura tras la Segunda Guerra Mundial proclamándose como “vigía de Occidente y espada victoriosa contra el comunismo, el liberalismo entontecedor, la masonería y el judaísmo” en el inicio de la Guerra Fría, ahora es el President de la Generalitat Alberto Fabra quien se alza como el nuevo “vigía de Occidente” contra el catalanismo en el mundo civilizado, para intentar aferrarse a ser el candidato del PP a la Generalitat.
Aunque su expresión fue más técnica al definirse como “muro de contención” del independentismo catalán, Fabra describió en las jornadas de FAES -la organización 'pensante' del PP- una situación prácticamente apocalíptica, vaticinando que un gobierno en la Generalitat del 'tripartito' (PSPV, Compromís y EU), sería un problema que no afectaría solo al arco mediterráneo, sino a toda España y en buena medida a Europa.
Tras el toque de corneta de Fabra dentro del PP valenciano han pasado a la carga, el pasado viernes la portavoz María José Catalá anunciaba una carta del vicepresidente valenciano al Govern catalán para exigirle que no haga más injerencias, y este fin de semana la coordinadora general del PPCV, Isabel Bonig, ha anunciado una ofensiva a nivel municipal, para que en todos los ayuntamientos que dominan los 'populares' aprueben mociones rechazando esta “anexión” catalanista.
Esta estrategia en Fabra queda muy impostada, nunca apostó por este enfrentamiento durante su carrera limitada en Castellón. Aunque parece que sus más cercanos le aconsejan que luche en este campo para que no le coman la tostada del 'blaverismo' los nuevos partidos emergentes de la derecha, y que no le suceda lo mismo que le está pasando al PSPV, que parece estar disolviéndose en la otra orilla como referente de la izquierda.
No obstante no hay que perder de vista que esta deriva sirve de cortina de humo al PP para ocultar la falta liderazgo de Fabra dentro de su partido, lo que ha provocado el ninguneo en la reivindicación de la mejora de la financiación autonómica, así como también el hartazgo social que produce la corrupción y estos días más las vergonzantes escuchas telefónicas del 'caso Rabassa'. Y hartazgo ha provocado esta situación en el otrora complaciente empresariado valenciano, ya ha dicho “basta” y advierte que tampoco le vale agitar el fantasma del anticatalanismo, recordando Vicente González que Catalunya es tanto la mayor proveedora de la Comunitat Valenciana como también es su mayor cliente.