La jueza no le cree al alcalde del PP de La Nucia que se vacunó en una residencia y lo pone al borde del banquillo por cohecho y prevaricación

Lucas Marco

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La jueza que investiga la vacunación del alcalde popular de La Nucia (Alicante) ha dictado un demoledor auto que desestima la petición de sobreseimiento de la defensa de Bernabé Cano y lo sitúa al borde del banquillo de los acusados por los presuntos delitos de cohecho y prevaricación administrativa. La versión del alcalde y diputado provincial de la Diputación de Alicante no se sostiene y la magistrada la pone abiertamente en duda. Todos los testigos, incluido un agente de la Guardia Civil, contradicen la versión de Cano.

La defensa del alcalde popular sostiene que Cano se vacunó con la autorización de la técnico responsable de la residencia de ancianos con una dosis sobrante. Además, alega que es médico del club de fútbol de La Nucia. El también diputado provincial argumenta que no acudió al centro privado de Savia con la intención de recibir la vacuna, “sino a petición de familiares de los residentes y dada la relación institucional” entre el Ayuntamiento de La Nucia y el centro geriátrico (en realidad se trata de una residencia privada sin relación alguna con la corporación municipal, tal como publicó este diario). “Son numerosas en toda la geografía del Estado los casos de responsables políticos que accedieron a residencias y asilos de personas mayores el día en que se inició el proceso de vacunación”, agrega el letrado del primer edil.

Varios testigos han cuestionado la versión del alcalde popular. Así, la responsable de Salud Pública de la residencia, las enfermeras y un agente de la Guardia Civil que custodiaba las vacunas han negado que Cano accediera al centro acompañado de la técnica. El primer edil, según declararon ante la jueza, accedió junto con un concejal y su equipo de prensa. Los testigos también negaron que Cano fuera invitado a entrar por la técnica responsable de Salud Pública de la residencia. La versión del alcalde hace aguas.

Además, según el auto de la magistrada, “resulta incuestionable” que el concejal de Sanidad preguntó “directamente” a la técnica “si el alcalde se iba a poder vacunar”. “Ya veremos al final de la mañana”, respondió la mujer. “Existen evidentes contradicciones” sobre la supuesta autorización por parte de la responsable de Salud Pública a la vacunación de Cano, apunta el auto.

La jueza considera que es “evidente” que la aceptación del pinchazo fue una “dádiva”. Así, el alcalde popular recibió la preciada dosis “a sabiendas que no le correspondía recibir la vacuna en ese momento”. El auto no ahorra comentarios sobre la actuación de Cano en una época con la “mayor incidencia de la pandemia” de la COVID-19: Cano “resultó beneficiado al haber sido inmunizado, adelantándose así a la fase que le correspondía”. “A pesar de los intentos de la defensa por considerar” que el alcalde “como facultativo se encontraba dentro de los grupos de priorización de dichas fechas y, por tanto, con derecho a recibir la vacuna, no se ha acreditado tal extremo”, abunda el auto. 

La instrucción ha permitido deducir indicios de que la vacuna se le dio por su condición de cargo público (alcalde de La Nucia y diputado provincial de la Diputación de Alicante). Cano acudió a la residencia de personas mayores en su condición de alcalde (y no como médico colaborador del equipo de fútbol de La Nucia), apunta la jueza. “Esta condición de alcalde la hizo valer para poder acceder al centro resultando relevante que acudiera acompañado de miembros del gabinete de prensa del propio consistorio a fin de dar publicidad a la vacunación que se iba a producir esa mañana en el centro”, agrega el auto.

La directora del centro, al enterarse de que iban a pinchar a Cano, incluso preguntó si se podía vacunar al alcalde. “Este comentario denota la preocupación o sorpresa” de la responsable de la residencia. La encargada de Salud Pública anotó en la lista de vacunados el nombre y cargo de Cano (“médico-alcalde”) pero en ningún caso incluyó du DNI o su número de la seguridad social, “extremo contrario a lo que sucede con los dos agentes de la Guardia Civil que también fueron vacunados”.

La instrucción también ha detectado indicios de que Cano entró a la residencia “cuando estaba absolutamente prohibido su acceso, al menos para él”. “Gracias a dicho acceso consiguió que le fuera suministrada la primera dosis de la vacuna”, apostilla.

El contundente auto de procedimiento abreviado dictado por la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Villajoyosa sitúa al alcalde de La Nucia al borde del banquillo por los presuntos delitos de cohecho y prevaricación administrativa.