Cinismo como norma
“Aquestes són les tombes estimades
pels qui com jo la flor del desengany
al llavi fred ens creix i en tots el somnis
tenim al puny el nostre cor sagnant“.
Carles Salvador. València, 1952
Los valencianos tuvimos que afrontar la economía de guerra ante la sacudida en los umbrales vitales que derribó la crisis financiera a partir de 2008. Cuando se disipaba en 2019, llegó el frenazo de la pandemia y sus secuelas que todavía arrastramos. Cada día parece que la invasión de Ucrania desatada por Putin, es menos casual y más cultural. Son dos concepciones de vida enfrentadas por una guerra que cada día se evapora en los medios de comunicación convencionales. Les aburre. ¿Por qué no se acogieron del mismo modo los refugiados de Siria, de Afganistán o de Irak? ¿Quién envenenó la guerra más próxima de los Balcanes con miles de muertos y desplazados? ¿No hubo genocidio y escenas espeluznantes de exterminio? El futuro de Ucrania concierne a todos y su tragedia ha provocado la solidaridad mayoritaria en Europa y en USA. La convulsión económica refleja en la crisis bélica la colisión de dos mundos con pretensión hegemónica que aspiran a imponerse en el concierto internacional. Hoy vemos que Rusia suspende pagos por el embargo de sus recursos financieros. El mundo del comercio y el trasiego de los negocios no dudan en proseguir sus transacciones bajo la estela de los misiles y los obuses anticarro, que se han mostrado rentables. Rusia podría haber apretado más el acelerador de su maquinaria de muerte y destrucción. Acciona el pedal y lo suelta a su conveniencia. Sus enemigos declarados son, a su vez, los clientes que pagan con sus euros y dólares las armas que los acogotan. ¿Somos cínicos o estamos locos?
La prensa
Los medios de comunicación y quienes mueven sus hilos, han jugado sus cartas con apuestas que no se percibían después de décadas. La política española no ha permanecido ajena al fenómeno de su decadencia, incrementada por la oferta digital y las redes sociales. En un mundo en el que prevalece la fuerza de los números, la prensa se justifica en los lectores por millones. Los medios impresos en papel no desaparecerán, sino que evolucionarán hacia un producto costoso y de élite. El que separará a los bien informados, desde la verdad y la credibilidad, de los que tienen–tenemos–acceso a diario, a un flujo de noticias y opiniones falsas y manipuladas. Para conseguir adhesiones a un bando del conflicto mundial o a los intereses de las grandes compañías que acaparan capital y poder en el proceloso mundo de los grupos de presión. Hay dos tipos de medios informativos: los que sobreviven y se dimensionan por sus cuentas de resultados transparentes y los que justifican su existencia por los beneficios atípicos ante propietarios y accionistas. Hay medios que son deficitarios desde que se crearon y en cambio son ‘rentables’ para sus amos. Si los grandes bancos españoles o las empresas energéticas que cotizan en el Ibex, consiguen evitar un impuesto a sus beneficios o la intervención del Estado por los excesos, sus dueños no necesitan vender muchos periódicos ni las emisoras radiotelevisivas fieles audiencias. Para conseguirlo tienen dos procedimientos desleales con el resto de los ciudadanos: la actuación de personajes–políticos, juristas, profesionales, pseudo intelectuales y artistas– con capacidad de presión e influencia, desde sus consejos de administración --puertas rotatorias– y la movilización a fondo de los mecanismos de comunicación de masas que dominan, para embaucar a la audiencia y conducirla hasta el manso redil de su conveniencia. Los dos procedimientos, con rendimientos muy superiores a la venta de diarios o a la captación de espectadores, por triunfal que sea.
Impunidad
Los españoles y los valencianos se enfrentan a varios asuntos de interés público mayoritario que se han tratado para soslayar y minimizar sus consecuencias. Las escuchas y la utilización de resortes policiales–pagados por todos los contribuyentes– para conseguir réditos políticos de partido, es una aberración que entra de lleno en el delito de la intromisión desde lo público en la inviolabilidad de lo privado. Eso ha ocurrido en el entorno del espionaje de Estado que se ha promovido desde instancias policiales, ministerios y de las cloacas que se corrompieron en el entorno del exministro del Interior, Jorge Fernández Díaz y del expresidente Mariano Rajoy. Los españoles no se pueden permitir el lujo de que el llamado caso Pegasus y sus múltiples flecos queden impunes. Si el actual gobierno de coalición, llamado “de progreso”, hiciera dejación de su responsabilidad sancionadora, quedaría cómo lo más parecido a cómplice de prácticas irregulares, perniciosas y próximas a las ejercidas por bandas criminales organizadas.
Banco de Madrid
Todavía hoy los afectados siguen recibiendo informes periódicos de la administración concursal de uno de los escándalos político-financieros más graves que han ocurrido mientras presidió el gobierno del Reino de España, Mariano Rajoy. En la memoria de miles de perjudicados permanece viva la fecha del 10 de marzo de 2015 cuando el Banco de España, la entidad supervisora, decidió intervenir el Banco de Madrid, cuya matriz, Banca Privada Andorrana, es propiedad de los banqueros Higini y Ramón Cierco, con sede en el Principado. El impacto ahondaba en la profunda herida que había dejado en la economía valenciana el desastre y quiebra del Banco de Valencia arrastrado por el destrozo del Partido Popular en Bancaja. Su debacle incidió en la economía valenciana y en la de cientos de miles de ahorradores y empresas. Muchos de quienes lograron sacar sus depósitos y fondos del Banco de València, encontraron en Banco de Madrid la entidad solvente en quien confiar sus ahorros. En 2022 un juzgado de Andorra ha decidido investigar a Mariano Rajoy, con la petición de más de 13 años de cárcel, por su responsabilidad injustificada en la liquidación del Banco de Madrid. Decisión que no inmutó a los grandes bancos españoles, supervivientes de la crisis. Banco de Madrid contaba en 2013 con un índice de solvencia del 38’4% frente al 12’10 que alcanzaba la media de la banca española. La que no movió un dedo por la entidad financiera que gestionaba 6 sicav entre las 15 más rentables de la banca española, además de 6.000 millones de euros y más de 100 banqueros privados. Tenía 15.000 depositantes, 74.000 partícipes de fondos de inversión, que administraban 264 empleados, despedidos por obtener los resultados más brillantes, con diferencia, de la banca española. Banco de Madrid consiguió 8’9 millones de euros de beneficio neto antes de su disolución en 2016, por razones espurias que todavía nadie se explica. La acusación falsa de blanqueo de capitales motivó el atropello en el que intervinieron los servicios secretos y enviados diplomáticos del gobierno de Rajoy. Con el fin de obtener información confidencial sobre depositantes en la Banca Privada Andorrana, bajo amenaza de actuar sobre su filial española, Banco de Madrid. Una vez conseguida la documentación sobre cuentas relacionadas con la causa independentista catalana y con la familia Pujol, se consumó la intervención del Banco de Madrid y su posterior disolución en 2016. En un atropello que pervive en los juzgados españoles con probabilidad de que sus consecuencias las paguen los contribuyentes españoles. Beneficiarios: la banca española y las cloacas del Estado. Nadie pudo demostrar el bulo de que el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos había cursado una acusación, ajena a su jurisdicción, sobre blanqueo de capitales de BPA y Banco de Madrid. Sí que se han constatado labores de espionaje y extorsión, para obtener información de manera fraudulenta.
Acoso
Dos periodistas estadounidenses, Edward Snowden y Julian Assange- WikiLeaks, han sido perseguidos con saña por aportar información relevante sobre actividades clasificadas secretas de los EE.UU. Contenidos que han sido valorados y publicados en diversos periódicos españoles. Han aportado luz sobre actividades opacas de la administración estadounidense en cumplimiento de su responsabilidad profesional. Los dos periodistas han sufrido persecución en un periplo internacional que los ha clasificado como prófugos por desvelar secretos: cuentas cifradas, evasión de capitales, destino delictivo de fondos, papeles comprometedores para los magnates de USA, acciones explicativas del modus operandi en acciones bélicas y conflictos internacionales. Similares a las que dieron lugar en 1971 a la publicación– por ‘The New York Times’ y ‘The Washington Post’– de los ‘Papeles del Pentágono’ sobre la guerra de Vietnam y provocó la caída del presidente republicano Richard Nixon.
Conflicto civil
La globalización financiera y periodística aboca en la internacionalización política. La guerra limitada de Ucrania ha desestabilizado el mundo y ha resucitado el escudo defensivo de la OTAN. Primer gran fracaso del agresor ruso, Putin, impelido por la debilidad interna de su régimen totalitario escasamente atractivo para las nuevas generaciones. China, que soporta mal la transparencia y la democracia, sigue a distancia la estela del déspota ruso en la negación de las libertades. Hay estados que les secundan y otros encuadrados en esquemas oligárquicos se benefician de la inestabilidad. En España, la irresolución pactada de la causa independentista provoca un estado de inestabilidad que no se puede resolver por la imposición y la fuerza de medidas coercitivas. La deriva del contencioso entre la administración central del Estado y las múltiples reivindicaciones territoriales de las autonomías periféricas, la conciencia de la España desatendida, las capitales postergadas o los intereses menospreciados, pueden dar lugar a un conflicto civil, basado en la insatisfacción y los agravios comparativos. La exacerbación del nacionalismo español y la dificultad de compaginar el rasero autonómico con los efectos de capitalidad de Madrid, exigen un pacto territorial de Estado. El acuerdo que recomponga las desigualdades que provoca la macrocefalia madrileña frente al conjunto de España. Hoy en fase álgida por la desfachatez y la estulticia del gobierno de Isabel Díaz Ayuso apoyado en Vox. Desideratum al que el Partido Popular debería poner freno y el PSOE tendría que interponer una fórmula federal integradora y eficiente. Nos va en ello el reto por una España integradora y plural.
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