El presidente de la Diputación de Castellón muestra su “admiración” por Carlos Fabra
El presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner, ha mostrado su “admiración” por el trabajo de todas las personas que le han precedido al frente de la institución provincial, por lo que ha destacado que no será él quien decida “eliminar” a ninguno de ellos. Precisamente, esta semana, el Ayuntamiento de Benlloch decidía retirar las placas inaugurales de actos protagonizados por políticos condenados, como son los casos de Carlos Fabra o Rafael Blasco.
De este modo, se refería a la petición del grupo socialista de que se retiren los reconocimientos a políticos condenados en la provincia de Castellón, así como la foto del expresidente de la Diputación Carlos Fabra -condenado a cuatro años de prisión por un delito contra la Hacienda Pública-, que se encuentra junto al resto de retratos de los expresidentes de la institución provincial.
Moliner ha explicado que cuando llegó a la institución comprobó “con admiración” el trabajo que las 52 personas que le precedieron en la Presidencia habían hecho. “Y lo había hecho gente que fue elegida en su momento amparada por la Constitución de 1812 de las Cortes de Cádiz, en la primera República, en la Dictadura de José Antonio Primo de Rivera, en la restauración monárquica, en la segunda República, en la Dictadura franquista y en la democracia reciente”.
Según ha comentado, a todos ellos les guarda “la gratitud y la admiración del trabajo que hicieron lo mejor que pudieron por esta provincia y, aunque no conozco sus trayectorias personales en profundidad, pero creo que su presencia aquí se circunscribe al hecho de, durante una etapa de su vida, haber aportado un trabajo a esta institución”.
Por tanto, “desde ese respeto, no seré yo ni quien decida eliminar a ninguno de ellos por sus trayectorias, ni siquiera quien decida que yo debo estar a su lado”.
En este sentido, ha aclarado que él no es presidente “ni de placas ni de cuadros”, por lo que “dejaré que quien me sustituya a mí elija si soy digno de acompañarles en la galería de honores o no”, y concluye que “desde luego, ni elegiré la placa para mí ni quitaré ninguna para los que me han precedido”.