Las claves informativas de la semana en la Comunitat Valenciana.
La desazón de Camps en el banquillo
El Bigotes y algunos exaltos cargos valencianos señalan a Camps
Un expresidente acorralado por antiguos amigos de la Gürtel y por subordinados
La palabra que usaríamos en valenciano es desfici. No resulta tan expresiva su equivalente en castellano: desazón. Porque lo que Francisco Camps está mostrando en el juicio que se desarrolla en la Audiencia Nacional sobre la pieza del caso Gürtel que afecta a la adjudicación del pabellón de la Generalitat Valenciana en Fitur y varios contratos menores por 1,8 millones de euros, es una desazón, un “desfici”, incontrolable. Tanto que el presidente del tribunal, José Antonio Mora Alarcón, le ordenó que se pasara a la primera fila de la zona reservada a los acusados, tras la queja del letrado de Álvaro Pérez, Gustavo Galán, por la “incontinencia verbal” del expresidente valenciano desde el fondo de la sala durante la declaración de su defendido. Tras esa escena de aroma escolar, Camps evitó tener que permanecer en primera fila del banco de los acusados al acogerse al derecho como abogado en ejercicio de vestir la toga y sentarse junto a su letrado defensor.
Los motivos de inquietud de Camps tienen que ver con lo que están explicando en el juicio antiguos amigos, como Álvaro Pérez, El Bigotes, cabecilla de la trama de corrupción de Francisco Correa en València, cuya declaración lo acorraló al confesar su cercana relación, los regalos y favores y el amaño de contratos que los ha llevado ante la justicia. En una línea similar discurrió la declaración de Pablo Crespo, otro de los principales dirigentes de la Gürtel.
Y el segundo escalón de la trama abundó en la relación de Camps, que era cuando ocurrieron los hechos presidente de la Generalitat Valenciana, con los responsables de los manejos corruptos. “Todo el mundo sabíamos que se iba Álvaro a Valencia porque tenía una amistad con Camps”, declaró por ejemplo Isabel Jordán, administradora de las empresas de Francisco Correa, que añadió que el ahora inquieto acusado “le dijo a Álvaro Pérez que iba a tener trabajo”.
Por si no existieran suficientes motivos para el desfici, Camps tuvo que escuchar cómo antiguos subordinados y exaltos cargos de la Generalitat Valenciana también le implicaban en el caso que se juzga y en el que se enfrenta a dos años y medio de prisión y 10 años de inhabilitación que pide para él la Fiscalía Anticorrupción. Por ejemplo, Enrique Navarro, que fue jefe de gabinete de la exconsellera Alicia de Miguel, también acusada en el juicio, explicó que los contratos que hizo con la Gürtel obedecían al deseo de “congraciarse” con el presidente para poder seguir en el cargo la siguiente legislatura.
El presidente defiende su gestión en las Corts Valencianes
Ximo Puig afronta la última sesión de control de esta legislatura
Consume la legislatura sus últimos meses y en la sesión de control al presidente Ximo Puig en las Corts Valencianes la ultraderecha volvió a esgrimir la educación sexual para criticar al Pacto del Botánico. Llanos Massó, diputada de Vox. llevó al Parlamento valenciano una fotocopia de varios dibujos de penes que, según denunció, aparecen en libros disponibles en las bibliotecas escolares. La consellera de Educación, Raquel Tamarit, le explicó que es importante aprender que no hay una única versión del ser humano. “La diversidad es hija de Dios”, le respondió.
Ximo Puig aprovechó para exponer los datos económicos que avalan la gestión del Pacto del Botánico en su último debate parlamentario. Más de un millón de valencianos se benefician del fin del copago farmacológico; 168.000 personas han accedido a la atención sanitaria universal; 17.500 valencianos no pagan el tratamiento de la hepatitis C; 135.000 reciben ayudas a la dependencia; 75.000 reciben la renta valenciana de inclusión...“. desgranó Puig, entre un alud de cifras.
Siete cuadros de Sorolla y otros de Zurbarán, Ribera o Juan de Juanes
Se exponen las obras de la colección de la familia Lladró compradas por la Generalitat
El presidente Ximo Puig la calificó de “hito cultural histórico” cuando anunció la adquisición por la Generalitat Valenciana de 73 obras de la colección de arte de la familia Lladró, que incluye siete cuadros de Sorolla y otros de Juan de Juanes, Ribera, Zurbarán o Pinazo. La compra ha costado 3,7 millones de euros y las obras pasarán a formar parte de los fondos del Museo de Bellas Artes de València.
Ahora se exponen al público esas obras en el Palau de les Comunicacions de València, en una muestra titulada De la foscor a la llum, comisariada por Pablo González Tornel, director del Museo de Bellas Artes de Valencia. La exposición, que se podrá visitar hasta el 11 de junio, supone una primera aproximación al pintor en el calendario del “año Sorolla”, que se celebra este 2023.
Aquestes informacions, així com notícies i col·laboracions de temàtica cultural i articles d'opinió, són accesibles en la versió en valencià d'elDiario.es. La pots llegir ací.
También nos puedes seguir en Telegram.
Sobre este blog
Las claves informativas de la semana en la Comunitat Valenciana.
0