La fobia de Vox contra el “orgullo” del PP

Brecha entre la derecha y la extrema derecha en la Generalitat

Barrera y los consellers ultras, contra una campaña de Mazón por la diversidad

Quien se acuesta con ultras... Era más que improbable que Vox dejara pasar el asunto sin responder de algún modo. El presidente de la Generlitat Valenciana, Carlos Mazón, del PP, presentó en el marco del Benidorm Fest una campaña autonómica por la diversidad bajo el lema “Orgull de Comunitat”. Se fotografió con la vicepresidenta segunda y consellera de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda, Susana Camarero, y el alcalde de la capital turística y presidente de la Diputación de Alicante, Toni Pérez, ante los arcoiris de la cartelería y la mercadotecnia de una iniciativa cuya intención es “visibilizar y celebrar la diversidad y promover una sociedad en la Comunitat Valenciana inclusiva y respetuosa”.

Los socios de extrema derecha del PP en el Consell respondieron unos días después al “orgullo” del PP con una reafirmación de su fobia. Y lo hicieron al más alto nivel institucional. El vicepresidente Vicente Barrera, acompañado por los dos consellers de Vox, Elisa Núñez y José Luis Aguirre, de Justicia y Agricultura respectivamente, compareció ante los medios de comunicación para negar su respaldo a la marca promocional con el argumento de que la iniciativa implica “comprar el marco ideológico de la izquierda”. La brecha en el bipartito del PP y Vox se hizo bien evidente, pese a que Barrera enfatizó que no hay “ninguna ruptura” entre PP y Vox porque son “un gobierno unido”.

Respondió Mazón atribuyendo a “una opinión personal” el desmarque en toda regla del número dos de su Gobierno autonómico y reconociendo de una manera muy cruda la situación: “Es una discrepancia. No tenemos ningún punto en común en esta cuestión”. Mientras el presidente valenciano atribuyó al área de su vicepresidenta segunda la competencia en la materia y confesó estar “encantado de haber presentado la marca 'Orgull de Comunitat' precisamente en el marco del Benidorm Fest”, que le pareció, además, “una situación muy alegre y muy positiva para ponerlo en marcha”, el vicepresidente ultra argumentó que “no existe un problema de discriminación”.

“No nos metemos en la orientación sexual de nadie”, alegó Barrera, que añadió: “No nos gusta que se señale a colectivos concretos”. Dicho de otra manera, si eres lesbiana, gay, transexual, bisexual o lo que quieras, no lo visualices en público ni te organices para defender tus derechos porque eso puede llevar, según la extrema derecha, a promulgar “leyes perniciosas”. Los prejuicios reaccionarios más intolerantes elevados al nivel institucional por todo un vicepresidente de la Generalitat Valenciana. ¡Esos nos gobiernan!

La utilidad de las plantas contra la sequía

La hora de las desaladoras

Cuando los pantanos se vacían, llega el momento de poner en rendimiento las plantas desalinizadoras. La situación de emergencia por la sequía en Catalunya ha llevado al Gobierno central y a la Generalitat de Catalunya a compartir un plan para transportar agua en barcos desde la desaladora de Acuanmed en Sagunt hasta el área metropolitana de Barcelona con el objetivo de garantizar el abastecimiento.

El litoral valenciano dispone de una red de desaladoras que se construyeron por impulso del Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, con Cristina Narbona de ministra de Medio Ambiente, como alternativa al trasvase del Ebro que reclamaba airadamente la derecha. Esas plantas desalinizadoras se han convertido en una garantía frente a la sequía pese a la oposición que el PP planteó a su construcción.

Ya demostró la desalación su utilidad en el sur de la Comunitat Valenciana con el papel que la planta de Torrevieja juega desde hace años para garantizar el suministro de consumo urbano en el área de Alicante y, eventualmente, el riego en una zona que ve cada vez más restringido el uso de caudales procedentes del trasvase Tajo-Segura. Ahora la planta de Sagunt servirá de recurso contra la sequía en Catalunya, un territorio infradotado en este tipo de instalaciones, en el que la desaladora de Barcelona, por ejemplo, lleva ya tiempo funcionando al límite de su capacidad.

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