Retirando las máscaras

Final de la mascarilla obligatoria

Vuelven poco a poco las sonrisas a los rostros en fábricas, comercios y oficinas

Con precaución, vuelven las sonrisas a las caras de las personas con las que compartimos trabajo, a las que compramos o con las que hacemos gestiones. El final de la mascarilla obligatoria en interiores, con sus excepciones para el transporte público, los hospitales y los centros médicos y sociosanitarios, no ha sido drástico y el personal ha frenado un destape más agresivo.

Dos años después del comienzo de la pandemia, el abandono de la medida de protección emblemática contra la COVID-19 ha sido tímido. La ciudadanía se lo ha tomado con calma, como se pudo comprobar, el día de la entrada en vigor de la medida aprobada por el Consejo de Ministros, en espacios como los mercados valencianos, donde todavía muchos se cubrían la boca, o en algunas grandes fábricas, como la Ford en Almussafes o Stadler en Albuixec, donde se decidió mantener unos días más el uso de la mascarilla.

Precisamente para aclarar cómo debe gestionarse el fin de la mascarilla obligatoria en las empresas, el Ministerio de Sanidad publicó una guía que advierte de que las decisiones que se adopten deben estar fundamentadas y consensuadas con los trabajadores. Por otra parte, la adaptación de los centros educativos a la nueva situación se ha hecho más fácil al coincidir, en la Comunidad Valenciana, con las vacaciones escolares de Pascua.

Sánchez y Feijóo enfrían las expectativas

Malestar valenciano ante el freno a la reforma de la financiación autonómica

La puesta de largo del nuevo presidente del PP, Alberto Nuñez Feijóo, que se reunió con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la Moncloa, ha traído una consecuencia que solo podía causar irritación e inquietud en las instituciones, las fuerzas políticas y los agentes sociales de la Comunidad Valenciana: la posibilidad de que se aparque esta legislatura la reforma del sistema de financiación autonómica, por la falta de acuerdo para llevarla a cabo entre las dos grandes formaciones. Una eventualidad que ha sacudido la política valenciana.

Si Carlos Mazón, desde el PP, atribuyó a Pedro Sánchez la responsabilidad de un eventual frenazo y exigió al presidente valenciano Ximo Puig que “plante cara”, el diputado de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, advirtió de que se replanteará su voto cuando sea necesario si el Gobierno incumple sus promesas. Puig, por su parte, recordó que “la reforma de la financiación es el pacto de Estado fundamental en estos momentos”. Y tanto desde el PSPV como desde la Generalitat se insistió en que el Gobierno debe establecer un fondo de nivelación, que, mientras se negocia la reforma, compense la injusta financiación autonómica que sufre la Comunidad Valenciana.

El PP trata de frustrar el relevo en la alcaldía de Orihuela

Moción de censura contra el alcalde que fue un 'zombi' de la Sanidad pública

Al final, los concejales de Ciudadanos en Orihuela optaron por sumarse a una moción de censura contra el alcalde del PP, Emilio Bascuñana, con el que han venido compartiendo el gobierno local de la capital de La Vega Baja hasta ahora. La moción, que llevará a la alcaldía a la socialista Carolina García, podrá salir adelante al contar también con los votos de Cambiemos Orihuela, si los populares no logran frustrarla como ha ocurrido en otras instituciones. El líder valenciano del PP, Carlos Mazón, hizo responsable a Ximo Puig de una iniciativa que cuenta con la desaprobación de la dirección de Ciudadanos. Puig avaló la moción, que calificó de “legítima”, por la situación de “inestabilidad” en el Ayuntamiento y el alcalde se ha volcado en atacar la gestión de sus hasta ahora socios, los concejales de Ciudadanos. 

Aunque los motivos que sustentan la moción de censura son índole interna y se basan en las discrepancias en el seno del equipo de gobierno, supone también poner en la picota a un alcalde como Bascuñana, que ha seguido en el cargo pese a su imputación por haber cobrado durante seis años, en la etapa del PP en la Generalitat Valenciana, de la Sanidad pública sin acudir a trabajar. Por haber sido, en definitiva un empleado 'zombi' que cobró de las arcas públicas.

Las sorpresas del proyecto de ampliación del Puerto de Valencia

El proyecto constructivo de la terminal de contenedores de la polémica ampliación norte del Puerto de València, al que el organismo Puertos del Estado dio recientemente el visto bueno condicionado a la “certificación previa” de que no es necesaria una nueva declaración de impacto ambiental (DIA), dado que la existente es de 2007, fue publicado al fin por la Autoridad Portuaria de Valencia. El proyecto incluye una serie de cuestiones de las que nunca se había hablado, que incumplen en varios aspectos la mencionada DIA, afecta a avifauna protegida y prevé derribar el faro histórico para construir una réplica en otro emplazamiento.   

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