Cuentas bancarias SIN: ¿qué negocio esconden detrás?

Foto: Images Money

Elena Garoé

En un momento en que la mayoría de los bancos cobra a los no clientes por sacar dinero de sus cajeros y penaliza económicamente a los usuarios que no tienen domiciliada la nómina o la pensión, llama la atención el impulso que reciben las cuentas SIN.

Se trata de contratos que carecen de comisiones de mantenimiento o administración, permiten sacar dinero en la red de cajeros de la entidad o bien hacer transferencias de manera gratuita mientras el cliente tiene su dinero siempre disponible. A continuación explicamos algunas de sus principales características:

  • ¿Regalando dinero? Solo si te quedas. Normalmente van dirigidas a los nuevos clientes que ingresan una cantidad -generalmente no muy elevada- en el banco. Los premios no siempre están vigentes, sino que aparecen varias veces al año con modificaciones durante un tiempo limitado. Pueden ser, por ejemplo, dinero en metálico: son las promociones más llamativas, pues lo que recibe el cliente es dinero contante y sonante, no puntos o regalos. La intención es retener al cliente durante el suficiente tiempo para que se acostumbre al producto y luego le dé pereza cambiar a otro banco. El BBVA, con el Plan Conecta, ofreció a sus nuevos clientes una cuenta en la que por hacer un ingreso de 600 euros al mes, el titular recibe 20 euros netos mensuales a lo largo de un año. Es decir, 240 euros que están ya libres de impuestos, pues el banco paga a Hacienda por ellos. Además, no es necesario mantener un saldo medio, con lo cual se puede ingresar el dinero, sacarlo pocos días después y repetir la operación a lo largo del año. De momento, solo pueden disfrutar de esta promoción quienes ya la contrataron.

Los 'planes amigo': les haces tú el marketing. Otro tipo de señuelo son los llamados 'planes amigo'. En esta versión, las entidades ofrecen una cantidad de dinero a las personas que abran una cuenta por recomendación de un cliente. Es ya un clásico de empresas como ING, que cada cierto tiempo ofrece 50 euros brutos a los usuarios de la

cuenta nómina, y

  • sin nómina, que inviten a sus familiares o amigos. Para que ambos reciban el dinero, el nuevo cliente debe hacer un ingreso de 600 euros –que podrá sacar cuando quiera- durante tres meses o mantener un saldo de 2.000 a lo largo de ese tiempo. Coinc también tiene un 'Plan Amigo' en el que entrega un cheque regalo para gastar en Amazon tanto al nuevo cliente como a su padrino.
  • Cuentas remuneradas; siempre que metas tu dinero ahí. Otras entidades optan por entregar una remuneración en función del dinero ingresado durante un tiempo. Selfbank ofrece a sus nuevos clientes un depósito al 3% TAE durante 3 meses. Para contratarlo es necesario abrir, además, una cuenta corriente asociada sin gastos ni comisiones que incluye tarjetas gratis. Se puede cancelar en cualquier momento sin penalización. El cliente que ingrese 15.000 euros –el máximo que remuneran- recibe 111 euros brutos al cabo de tres meses.
  • Cheques regalo para que gastes en empresas 'amigas'. Los cheques regalo son otro de los ganchos que utilizan algunos bancos para captar nuevos clientes. Openbank ofrece 50 euros en combustible para canjear en Repsol, Campsa y Petronor a quienes abran una cuenta por primera vez en la entidad e ingresen 200 euros. En anteriores ediciones ha regalado cheques para canjear en Amazon o para comprar productos en El Corte Inglés.
  • Descuentos en productos y servicios, pero en empresas de la red. Cada vez más entidades ofrecen una reducción de precios a sus clientes si pagan con su tarjeta de crédito o débito en determinados establecimientos: gasolineras, tiendas online o grandes almacenes. También si adquieren productos a través de la aplicación móvil del banco.
  • Sorteo de móviles; para ganarse a los jóvenes. Finalmente, otras entidades sortean entre los nuevos usuarios productos muy deseados, generalmente electrónicos, como smartphones, tabletas e incluso televisores de plasma. ImaginBank ha sorteado 50 smartphones Samsung Galaxy A5 entre quienes se han hecho clientes durante el primer trimestre de 2016.

¿Precauciones? El diablo está en la letra pequeña

Los regalos, ya sean físicos o económicos, tributan al IRPF. Si recibimos un premio valorado, por ejemplo, en 50 euros brutos se le aplica la retención vigente en el momento de percibirlo y el beneficio se quedaría en torno a los 40 euros. Lo mismo sucede con el dinero.

Otro motivo de disgusto es que, a veces, las bases de la promoción establecen que solo un número determinado de personas tiene acceso al regalo, así que quienes abran la cuenta después pueden no tener derecho al premio, lo que sería susceptible de ser interpretado como publicidad engañosa. En todo caso, siempre es importante leer detenidamente el contrato y la letra pequeña para ver qué sucede cuando termina la promoción y las condiciones que se aplican a partir de ese momento.

Entonces, ¿qué gana el banco?

Los bancos nunca pierden dinero y siempre obtienen algo a cambio de estos regalos:

  • Para empezar, captan nuevos clientes -las promociones no suelen estar dirigidas a quienes ya tienen su dinero en la entidad-; además, está comprobado que una vez que tenemos cuenta y tarjetas, nos cuesta mucho cambiar de banco. Ellos lo saben.
  • Por otro lado, puede introducir en sus redes al público juvenil. Por los regalos que ofrecen y su publicidad, se ve que muchas de estas cuentas van dirigidas a jóvenes. Tal vez ahora no tengan dinero, pero son buenos clientes en potencia: si en el futuro tienen que comprar un coche, una vivienda o pedir un crédito al consumo, lo más probable es que lo hagan en el banco del que ya son clientes.
  • Con estas promociones la banca mejora su reputación. Con los 'planes amigo' y otras estratagemas similares, estas entidades consiguen una mejora a su imagen y esto hace que más personas quieran formar parte de la entidad. Es decir, se genera una espiral positiva.
  • En otros casos el logro es darse a conocer. En los últimos años, han surgido nuevos bancos que son desconocidos. Así que para que la gente empiece a operar con ellos invierten en premios, regalos y descuentos. Les resulta muy efectivo.
  • Y por supuesto nunca asumen el gasto de los descuentos que ofrecen, ya que tienen convenios con las compañías que hacen las rebajas: gasolineras, páginas de internet, centros comerciales, etc., que suelen estar invertidas por estos bancos.
  • Así que no repercuten, ni mucho menos, el gasto que les supone el descuento que hacen al cliente que utiliza su tarjeta en estos comercios o servicios. Más bien al contrario: se aseguran de que no gastas en la red del rival.

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