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Cómo evitar que se caliente tu móvil (o tu portátil) este verano

El móvil en la playa

Luis H. Rodríguez

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El calor del verano puede ser muy molesto para algunas personas: sofoco, sed, el sol de mediodía… y también puede suponer un problema para nuestros dispositivos electrónicos. En esta época del año, nuestros móviles y portátiles tienden a calentarse con mayor facilidad y, aunque pueda parecer algo nimio, no lo es.

Durante el verano, solemos llevar nuestros dispositivos con nosotros, ya sea para aprovechar el teletrabajo con vistas a la playa o para disfrutar de nuestras vacaciones. Pero, aunque muchos pensamos que la arena es el verdadero enemigo de la electrónica, el calor también es uno de ellos.

En la actualidad, la mayoría de móviles (y ordenadores) cuentan con sistemas de emergencia que desactivan ciertas funciones cuando estos alcanzan altas temperaturas. Incluso se pueden llegar a apagar por sí solos si el problema persiste. Aunque el principal peligro es que ese sobrecalentamiento provoque algún problema a la larga en nuestro dispositivo.

Pero, ¿cómo evitamos que se caliente nuestro móvil? ¿Qué hacer si, habitualmente, el portátil se apaga por el calor? En ConsumoClaro te damos algunos consejos.

¿Qué hacer con nuestro portátil (o PC)?

En verano, sobre todo si teletrabajamos, es habitual que escuchemos cómo los ventiladores de nuestro PC o portátil empiezan a funcionar con toda su potencia. Este puede ser el primer indicio que nos advierte de que nuestro dispositivo está alcanzando temperaturas inusualmente altas.

Otro indicador habitual es el apagado automático, que es la última medida de seguridad que tiene el ordenador para evitar daños mayores. Aunque el más habitual es la ralentización de los procesos. Es decir, que comience a funcionar mucho más lento que lo normal. Algo que puede ser muy molesto, sobre todo si estamos trabajando.

Para evitar que esto ocurra, se pueden aplicar varios métodos:

- Limpieza. La primera medida es la más obvia: es necesario limpiar habitualmente nuestro dispositivo, sobre todo en verano. Cuando dejamos de limpiar nuestro PC o portátil, es fácil que se empiecen a acumular polvo y pelos, especialmente en las salidas y entradas de aire.

Este, en muchas ocasiones, es el principal motivo por el que se calientan los ordenadores, ya que solemos limpiar estos dispositivos muy de vez en cuando. Además, esto puede llevar a problemas más allá de un apagado repentino, ya que también puede afectar a los ventiladores e incluso a algún componente -en ConsumoClaro ya hicimos una guía de limpieza-.

- Cambiarlo de lugar. Aunque la mayor parte del año pueda ser indiferente, puede que en verano el sitio donde ponemos nuestro portátil o donde está nuestro PC sea perjudicial. Por ejemplo, si el ordenador está bajo una ventana donde se proyecta el sol durante toda la mañana, se calentará con mucha más facilidad.

Por eso, hay que fijarse en qué lugar estamos y valorar si es necesario desplazarlo.

- Base refrigerante. En el caso de los portátiles, podemos utilizar una base refrigerante. La mayoría de estos dispositivos cuentan con unas pequeñas patas o bases de goma para dejar pasar el aire y evitar que este se mueva, pero a veces este sistema no es suficiente para enfriar el portátil.

Este tipo de bases -como esta de Cooler Master- suelen contar con rejillas y ventiladores para facilitar la salida de aire caliente. 

- Apagarlo. Aunque pueda parecer una obviedad, cuando no estemos utilizando nuestro portátil es recomendable apagarlo. De esta manera, permitimos al equipo dejar de producir calor y que se enfríe.

¿Y con los móviles?

¿Quién no saca de vez en cuando el móvil en la playa o lo deja en la toalla mientras se echa un chapuzón en la piscina… sin preocuparse por la temperatura del dispositivo? En muchas ocasiones, uno suele fijarse en esto cuando, al cogerlo, nota la pantalla especialmente caliente.

Pero los problemas van mucho más allá: lo primero es que el calor puede provocar que nuestro dispositivo se ralentice considerablemente e, incluso, llegue a apagarse. Lo segundo es que el calor afecta a la batería sobrecalentándola hasta dejar de funcionar o, en el peor de los casos, quemándola y haciendo que sea inservible.

El tercer efecto que puede provocar el calor sobre nuestro móvil es que la pantalla se estropee con mayor rapidez, ya que lo obligamos a subir al máximo el brillo mientras recibe la luz directa del sol. Además de que se puede ensanchar.

Algunos consejos para evitar estas situaciones son:

- Huir de la luz directa del sol. Puede parecer imposible, sobre todo en verano, pero no hay que utilizar el móvil bajo la luz directa del sol. Este es el principal motivo por el que nuestro dispositivo se calienta, sobre todo si lo dejamos encima de la toalla en la playa o la piscina.

- Quitar la funda. Aunque nos tranquilice tener nuestro móvil protegido, en verano es necesario quitar la funda cuando vayamos a realizar tareas muy exigentes. Es decir, si vamos a ver una película o a echar a alguna partida de un videojuego, es recomendable hacerlo sin funda para permitir que corra el aire sin obstáculos.

- Ni cargas rápidas ni en cualquier lugar. Hay que prescindir de las cargas rápidas en la medida de lo posible y más aún poner nuestro móvil a cargar en cualquier lugar.

La tela, las zonas blandas (como la cama o el sofá) o el metal son algunas superficies que facilitan que el dispositivo se caliente. Lo más recomendable es ponerlo a cargar en el suelo (si está fresco) o mesas acristaladas.

- Cerrar aplicaciones en segundo plano. Otro motivo por el que nuestro móvil puede alcanzar altas temperaturas es que estemos consumiendo muchos recursos sin darnos cuenta. Esto, principalmente, se suele deber a que estén ejecutándose muchas apps en segundo plano.

En verano es aconsejable cerrar las aplicaciones que no estemos utilizando y desactivar algunas opciones como el GPS o los datos (si tenemos WiFi).

- No trates de enfriarlo. ¿Y si nuestro móvil se calienta? Bajo ninguna circunstancia hay que meterlo en la nevera, congelador o cualquier zona que esté especialmente fría, ya que puede estropear el dispositivo.

Simplemente, tenemos que apagar el móvil y guardarlo en alguna zona donde no haya fuentes de calor.

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