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Cómo vender bitcoins sin problemas ni comisiones excesivas

No todos los comentarios positivos influyen por igual en el aumento del precio del Bitcoin

Jordi Sabaté

Si ayer respondíamos a Jaime respecto a cómo vender bitcoins de una forma segura y sencilla, hoy queremos hacerlo sobre la venta de esta criptomoneda una vez adquirida, porque deseamos terminar nuestra experiencia con ella y pasarla de nuevo a euros, ya sea con beneficio especulativo o sin él. Aunque también es posible que queramos intercambiarla por otras criptomonedas para probar su comportamiento.

De todas formas obviaremos esta última posibilidad y explicaremos solo la venta con fin a su conversión de nuevo a moneda ordinaria. Para ello necesitaremos de las mismas herramientas que dispusimos para su compra: el monedero electrónico, la plataformas de transacciones y el ordenador. Sin embargo, aunque el modo en que operaremos es igualmente sencillo, el proceso puede tener ciertas complejidades que pueden hacer que se frustre la operación.

Diferentes precios de compra y venta

Lo primero de lo que nos daremos cuenta al ir a vender nuestras criptomonedas es que tienen un precio distinto al de la compra. Puede que no nos fijásemos en ello el día en que las compramos, pues tal vez no pensábamos entonces en venderlas. Pero quizás ahora sí nos llevemos una pequeña decepción al comprobar que el precio de cotización medio está por encima del precio al que la plataforma nos hace la venta.

Esto es debido a que las plataformas de transacciones venden por encima del precio y compran por debajo, igual que las casas de cambio, que es lo que al final son, ni más ni menos. De ahí su negocio en las comisiones que se quedan. Por otro lado, debemos evitar las páginas que nos ofrecen operar con productos derivados financieros CFD sobre bitcoin, ya que son instrumentos especulativos sumamente complejos y con índices cercanos al 90% de fracaso. Implican más o menos apostarnos nuestro dinero a si subirá o bajará el valor de la moneda, como en un casino.

Supongamos que lo que deseamos únicamente es recuperar nuestro capital en euros tras un periodo de inversión en bitcoin mediante la venta a otra persona interesada; aceptando el porcentaje de comisión que se queda una plataforma de transacciones que se limite a operaciones de adquisición y venta, el proceso es similar e inverso al de compra. Es decir que en primer lugar emitiremos la petición de vender en la plataforma y esta nos preguntará qué cantidad queremos vender y por qué método: transacción o bien, en algunos casos, efectivo que se extrae de determinados cajeros una vez confirmada la venta.

La tasa de los mineros

Si realizamos la venta por transferencia, la plataforma nos pedirá los datos de nuestra cuenta para poder enviarnos los euros cuando haya realizado la venta. Una vez hayamos rellenado los campos indicados, pulsaremos el botón de “vender”. Solo entonces la plataforma nos facilitará una dirección cifrada igual que la que ofrecimos nosotros al comprar bitcoin. Es la dirección del monedero de un comprador al que enviaremos nuestras criptomonedas a cambio de sus euros. Se trata de un intercambio entre particulares en el que la plataforma actúa de mero intermediario.

Copiaremos la dirección que nos ofrece la plataforma -o leeremos el código QR que se genere- y la pegaremos en nuestro monedero, esta vez en el apartado de “enviar” en lugar de el de “recibir”, que usamos para comprar. Escribiremos también en el monedero la cantidad que nos indique la plataforma y la daremos al botón de enviar. Esta operación debe hacerse en un periodo de tiempo indicado por la plataforma para que la operación sea efectiva, ya que dicho periodo nos asegura un valor concreto al que vendemos los bitcoin. Si superamos el tiempo, la operación se cancelará.

Por otro lado veremos que en el monedero se nos indica junto al botón de envío que añadamos una tasa. Esta tasa, medida en satoshis por byte, es la comisión que se llevan los mineros, es decir las personas que ponen sus ordenadores a disposición de la criptomoneda para hacer la transacción. Los mineros son muy importantes porque son los que garantizan que los bitcoins operados son auténticos y sostienen todo su historial de transacciones desde que fueron creados.

Pero llevar este registro supone un enorme gasto de energía que debe compensarse a los mineros mediante la antes citada tasa. Digamos que además de la comisión de la casa de cambio, la plataforma, también hay que contar con la propina para que te traten bien. Los mineros no trabajan por estas tasas sino para conseguir nuevos bitcoins a cambio, pero las tasas pueden hacer que se muestren más favorables a priorizar nuestra operación por delante de otras.

De esta suerte, midiendo la tasa en satoshis por byte, con una tasa generosa tenemos más garantías de que nuestra operación se complete antes. De otro modo puede que tarde demasiado -aproximadamente más de una hora-, con lo que la plataforma se cansará de sostenerla y nos la cancelará. De todos modos un satoshi equivale a 0,00000001 bitcoin, y una operación media conlleva unos 226 bytes, por lo que una tasa usual de unos 20 satoshis por byte supondrá una comisión de menos de dos euros por la transacción al cambio actual.

Esta página nos permite ver las tasas que son más apreciadas cada día por los mineros. Obviamente si bitcoin se dispará, el valor de la tasa también lo hará, pero el interés de los mineros es el único modo de permitir que se lleve a cabo la operación, al menos a nivel doméstico. Por otro lado, con valores más altos de bitcoin los mineros, al obtener mayor beneficio, ponen más ordenadores a disposición de la minería y las operaciones tienen lugar con mayor rapidez.

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