Los 4 beneficios del orden para nuestra salud física y mental (avalados por la ciencia)

Marta Chavarrías

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No hay nada más relajante y satisfactorio que entrar en un hogar limpio y bien organizado. En cambio, estar rodeado de desorden, desorganización y cosas que, en el fondo, no se necesitan, puede ser abrumador. 

Podemos estresarnos con solo mirar a nuestro alrededor: cosas que tienen que limpiarse, tirar la basura que se acumula, terminar proyectos inacabados desde hace tiempo o hacer de la habitación un espacio relajante. Son situaciones que pueden afectar, de forma negativa, a nuestra salud mental.

De alguna manera, el desorden está vinculado a emociones negativas. Junto con la desorganización, tienen un efecto acumulativo en nuestros cerebros. Las razones por las que permitimos que este desorden persista suelen ser la falta de tiempo, no tener suficiente espacio o no querer desprendernos de objetos que, en el fondo, son innecesarios.

En cambio, un espacio organizado y más limpio tiende a producir emociones más positivas. ¿Por qué nos sentimos mejor en espacios bien organizados? Según la ciencia, a nuestro cerebro le gusta el orden y los constantes recordatorios visuales de desorganización agotan nuestros recursos cognitivos.

Los cuatro beneficios en la salud del orden

Ser organizado y ordenado no consiste solo en que las cosas se vean mejor por fuera. El orden también puede mejorar la salud de varias maneras distintas. Hay distintas razones por las que vale la pena hacer un esfuerzo para ordenar nuestros espacios:

1. Mejora la concentración

Una investigación realizada por la Universidad de Princetton revelaba en 2011 que hay más beneficios en la organización que en el desorden. Tras observar los efectos de un escritorio de trabajo en el cerebro, los expertos concluyeron que el desorden en este espacio restringe la capacidad de concentración. El simple hecho de despejar un espacio de trabajo puede resultar beneficioso a la hora de estudiar.

Otra investigación demuestra que las personas son menos irritables, se muestran menos distraídas, más productivas y tienen más capacidad de procesar información cuando están en un espacio de trabajo ordenado y despejado. 

En cambio, los espacios que están abarrotados facilitan las distracciones, lo que en realidad puede afectar la capacidad del cerebro para procesar información y hacer que nos sintamos inquietos. 

2. Reduce el estrés

El desorden puede hacernos sentir estresados, ansiosos y deprimidos. Según una investigación, los niveles de la hormona del estrés cortisol son más altos en las madres cuyo entorno doméstico está desordenado. Este ambiente puede llevar a una constante respuesta de lucha o huida, según los expertos. 

Ordenar nos hace sentir que tenemos cierto control sobre nuestra vida y esto es particularmente útil cuando pensamos que todo lo demás es incierto. En algunos casos incluso ciertas personas se inclinan por la limpieza porque les da una sensación de control. 

3. Ayuda a dormir mejor

Cuando priorizamos la organización nos damos un tiempo a concentrarnos en las cosas que realmente importan, como el sueño que necesitamos para descansar y sin el que no podríamos realizar las tareas cotidianas durante el día. Organizar la agenda y las tareas diarias nos permite centrarnos en las obligaciones de nuestro día a día en lugar de distraernos en otros temas.

Según una encuesta de la Fundación Nacional del Sueño, incluso algo tan simple como puede ser hacer la cama todos los días tiene un gran impacto en la forma en la que dormimos. Según esta encuesta, las personas que hacen la cama todas las mañanas tienen un 19% más de probabilidades de tener un buen descanso; incluso hay más, un 75% afirma que duerme mejor con sábanas limpias y frescas porque se sienten mejor desde el punto de vista físico.

4. Ayuda a prevenir la obesidad

Ordenar puede ayudarnos a tomar decisiones alimentarias más saludables. Lo demuestra un estudio publicado en Psychology Science según el cual aquellas personas que han estado trabajando en un espacio organizado tienen dos veces más probabilidades de elegir una manzana en lugar de una barra de chocolate que las que han trabajado en una zona desordenada.

Cómo conseguir ser más ordenado

Conscientes de que la organización y el orden pueden ayudarnos en nuestro bienestar mental, muchas personas pueden preguntarse cómo desarrollar buenos hábitos que promuevan la limpieza en todas las áreas de su vida. 

Algunas soluciones que pueden ayudarnos son:

  • Buscar tiempo para planificar cómo empezaremos a ordenar y cuándo lo haremos.
  • Visualizar cómo sería un espacio si estuviese ordenado.
  • Ir poco a poco, evitar querer ordenarlo todo de golpe porque, de otra manera, podríamos agobiarnos con las tareas.

Eliminar el desorden no significa tener que desprendernos de todo lo que poseemos. Está bien conservar todo aquello que necesitamos o que nos gusta, siempre que esté organizado y sea relevante. Cada pequeño paso importa para asumir pequeños desafíos y tareas con una perspectiva positiva.

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