¿Son las mujeres menos resistentes al alcohol que los hombres?

Foto: SplitShire

Jordi Sabaté

Laura, lectora y socia de eldiario.es, nos escribe: “trabajo en el ramo sanitario y me sorprende que siempre que se informa sobre el consumo responsable de alcohol se diferencia acerca de si eres hombre o mujer; según la OMS, el consumo de riesgo es aquél que se refiere al consumo de alcohol (OH) regular de 20 a 40 gr. diarios de alcohol en mujeres y de 40 a 60 gr. diarios en varones. O lo que es lo mismo: el consumo que se ”puede permitir“ dentro de una seguridad es de 1 UBE (unidad de bebida estándar) en mujeres y 2 UBEs en hombres”.

“Ahora que está tan en boga el tema del género, planteo la cuestión: ¿en qué se basa esa diferenciación? Me explico: el argumento que se emplea desde el punto de vista biológico, y que no parece claro, es que las mujeres tienen un menor volumen de distribución corporal y/o menor cantidad de enzima alcohol-deshidrogenasa, que es la que metaboliza el alcohol […] ¿cierto?”

En resumen, Laura quiere saber si es sustentable científicamente la teoría tan extendida de que las mujeres toleran peor el alcohol que los hombres por condicionantes fisiológicos de cada género -como puede ser tener más grasa, menos agua corporal o menos enzimas- o bien simplemente ocurre que a igualdad de relación entre ingesta y peso corporal, la tolerancia es la misma. Es decir, si es una cuestión de masa corporal, pero toleramos en realidad igual el alcohol.

Hemos investigado la petición de Laura y lo cierto es que incluso publicaciones de cierto nivel divulgativo, que no científico, apoyan la teoría de la superioridad masculina en la tolerancia al alcohol. Casi todas ellas se basan en tres premisas para defenderla:

  1. Los hombres tienen más agua corporal en los tejidos y por tanto pueden repartir el alcohol mejor.
  2. Las mujeres tienen mayor índice de grasa, que no absorbe el alcohol.
  3. Las mujeres tienen menos capacidad de producir alcohol-deshidrogenasa, la encima que transforma el alcohol en acetaldehído, lo cual supone la primera digestión metabólica del alcohol.

Vamos a estudiar estas tres premisas por partes para ver si sirven para apoyar la teórica superioridad masculina en cuanto a la tolerancia al alcohol.

1. Los hombres tienen más agua corporal en los tejidos

Según documentos de la EFSA (Agencia Europea de Seguridad Alimentaria), los hombres tienen el 60% de agua corporal frente al 55% de las mujeres, es decir que sí tienen mayor índice de agua en los tejidos. Este hecho también se explica por la mayor presencia de grasa en los tejidos femeninos, ya que los lípidos no son solubles en agua.

Ahora bien, cuando ingerimos alcohol, este pasa a nuestro estómago y de ahí a nuestra sangre, desde donde deberá ser depurado por el hígado mediante las enzimas alcohol-deshidrogenasa y después la acetaldehído-deshidrogenasa. En todo este proceso, la hidratación corporal no juega ningún papel, ya que los tejidos no absorben el alcohol, sino que entra en el torrente sanguíneo y se metaboliza por el hígado.

Además, el ratio de sangre por kilo de peso es el mismo en hombres y mujeres, además de tener esta las mismas proporciones de agua. De este modo a igualdad de peso, tenemos la misma capacidad de contener alcohol en sangre, si bien un cuerpo más pequeño aumentará su grado de alcohol en sangre a igual ingesta. Simple cuestión de volúmenes.

2. Las mujeres tienen mayor índice de grasa

En principio, debido a los estrógenos, una hormona femenina, las mujeres tienen cierta proporción superior de tejido adiposo, aunque este se localizaría en zonas concretas como los glúteos, los pechos y otras zonas de diferenciación sexual donde el alcohol no tiene nada que hacer ni por qué llegar. De este modo, el mayor índice adiposo, que también depende mucho de si se hace ejercicio o no, no incide en la mayor o menor tolerancia al alcohol.

El metabolismo del alcohol se centra en el estómago, la sangre y después su hidrólisis en el hígado en dos pasos: primero en acetaldehído -tóxico- y después en acetato, que pasa a al Ciclo de Krebs para convertirse en energía o grasa. Pero, de nuevo, el alcohol no se acumula ni penetra en los tejidos.

3. Las mujeres tienen menos capacidad de producir alcohol-deshidrogenasa

Esta tesis podría ser la única que explicase por qué las mujeres se emborrachan antes si beben lo mismo que los hombres y asumiéramos que la masa corporal no cuenta: es decir que no cuenta la relación peso-volumen de sangre, tamaño del hígado, etc. Hemos buscado el origen de esta premisa y hemos llegado hasta un artículo del Wall Street Journal de enero de 1990 que hace referencia a un estudio de la Universidad de Trieste y el Centro Médico para Veteranos de Guerra de el Bronx de Nueva York.

El artículo detalla que el estudio encontró menor cantidad de alcohol-deshidrogenasa en el estómago de las mujeres estudiadas en relación al de los hombres estudiados, de lo que concluye que podría ser válido el supuesto de que las mujeres producen menos alcohol-deshidrogenasa. No obstante, los autores del estudio dejaron claro que el mismo, que se hizo solo sobre 43 personas, era insuficiente para corroborar ninguna tesis y reclamaba que se insistiera en la investigación.

Es posible que este artículo sea el origen de la teoría extendida de que las mujeres tienen menor capacidad de procesar el alcohol, puesto que no hemos encontrado otras referencias posteriores. De todos modos, y dejando claro que es una base muy débil e insuficiente para sustentarla, llama la atención que se dé relevancia a la presencia de alcohol-deshidrogenasa en el estómago, cuando es en el hígado donde se gestiona el alcohol. El estudio lo atribuye a una defensa previa a su paso a la sangre; una simple hipótesis.

También sorprende que en el estudio no se comentara la presencia o no de acetaldehído-deshidrogenasa, ya que si el alcohol es tóxico, el acetaldehído casi lo es más y es el responsable de los síntomas clásicos de borrachera. Recordemos que la alcohol-deshidrogenasa convierte el etanol en acetaldehído. Sin embargo, la acetaldehído-deshidrogenasa lo descompone en acetato, que no es tóxico.

En resumen

Por tanto, lo lógico sería que fuera la presencia de esta última enzima lo que definiese la mayor tolerancia al alcohol de los hombres, puesto que es la que verdaderamente 'desintoxica', a diferencia de la alcohol-deshidrogenasa.

Así que respondiendo a Laura, debemos darle la razón: a falta de más estudios como el realizado en 1990, no se puede asegurar que las mujeres toleren peor el alcohol que los hombres si no es debido a una cuestión de masa corporal. O lo que es lo mismo: a igualdad de cuerpo, las mujeres aguantan tan bien el trago como los hombres. El problema es que beben lo mismo siendo estadísticamente más pequeñas, un dato sin duda preocupante y sobre el que deberían reflexionar.

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