Tomar una aspirina al día: ¿es bueno o malo?

Imagen: ANKAWÜ

Jordi Sabaté

Antonio, lector y socio de eldiario.es, nos plantea la siguiente cuestión: “a veces siento problemas de hormigueos en las manos, sobre todo en verano, y me han dicho que es por mala circulación. El otro día un amigo me recomendó una aspirina para mejorar y la verdad es que funcionó; desde entonces que me tomo un Adiro cada día, que es una aspirina infantil, y no he tenido más sensación de hormigueo, incluso he leído que es una buena práctica. ¿Es cierto o mejor debería consultar con un médico antes de coger la costumbre?”.

Antonio: siempre es mejor consultar con un médico que automedicarse, que suele ser una mala idea. Dicho esto, hemos pasado tu consulta al angiólogo Xavier Serret, especialista en el sistema circulatorio, que nos ha matizado los beneficios de esta práctica. “Por un lado es cierto que para determinados perfiles y franjas de edad, el tomar unos 75 mg de ácido acetilsalicílico diarios -aspirina- pude resultar beneficioso de cara a la prevención de riesgos cardiovasculares, pero para nada estos beneficios son generalizables”, apunta el médico.

Riesgo para personas normales

Según Serret, “a partir de los 50 años y si tenemos antecedentes de infartos, trombosis u otros problemas vasculares por exceso de coagulación de las plaquetas, la aspirina puede ser un buen agente preventivo, dado que inhibe dicha coagulación”. En consecuencia es posible que el médico nos haga esta recomendación, pero Serret también avisa de que la terapia de la aspirina diaria también entraña riesgos, especialmente a personas sanas o más jóvenes donde la coagulación es normal.

“No podemos decir que vaya a ser malo tomar la aspirina, dependerá de cada persona, pero si tenemos bien la coagulación plaquetaria, el ácido la reducirá quizás demasiado aumentado el peligro de sangrados en personas con riesgo por úlceras de estómago, esófago o intestino, por ejemplo, y también se incrementa el riesgo de hemorragias cerebrales”

El médico hace referencia, por otro lado, a un estudio de la Queen Mary University de Londres que alertaba de un aumento del riesgo de sangrados, en personas que seguían la terapia de la aspirina durante diez años a partir de los 60 años, del 2,2% al 3,6%. También indicaba que este riesgo aumentaba de forma significativa a partir de los 70 años. Serret señala que “el médico debe ser quien debe decidir si pesa más el riesgo cardiovascular o el de hemorragias según la salud del paciente, pero este nunca debe automedicarse en estas franjas etarias”.

¿Beneficios contra el cáncer de colon?

Respecto a personas menores de 50 años, “a no ser que tengan claros antecedentes de problemas cardiovasculares o de trombosis, y el médico lo aconseje, carece de sentido tomarse una aspirina diaria, ya que el estado del sistema circulatorio es normalmente bueno; no aporta ningún beneficio y tampoco servirá para prevenir el cáncer colorectal”.

Sobre este último aspecto incide el angiólogo tras ser mencionado en la conversación un estudio de la Universidad China de Hong Kong sobre más de 600.000 personas que tomaron durante 10 años una aspirina diaria. Según sus conclusiones esta práctica ayuda a reducir en un 47% el riesgo de sufrir cáncer relacionado con el sistema digestivo. En concreto la reducción es, según el citado estudio, del 38% para cáncer de estómago y del 34% para páncreas y colorectal.

Para Serret “las conclusiones del estudio son muy aventuradas y si bien si hay evidencias sólidas de la eficiencia de la aspirina en el caso de cáncer colorectal, según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, no es extrapolable a otros tumores, sobre los que hay que seguir investigando”. Por otro lado se pregunta: “¿a qué edad debemos recomendar la aspirina entonces como sistema preventivo?”

“Es muy difícil de determinar y debe ser un médico quien evalúe el riesgo de la persona y le prescriba la aspirina, porque en una persona con presencia de sangre en heces, por ejemplo, el ácido puede hacer los sangrados más abundantes”, explica y prosigue: “una cosa son los resultados de los estudios y otra su aplicación, que a veces no es tan sencilla como creen los artículos simplones de algunos medios, con titulares como 'Tomar una aspirina a diario previene el cáncer'”.

Para finalizar este especialista advierte que el establecimiento de esta terapia debe estar bien razonada y supervisada, de modo que se sostenga con regularidad: “aunque la aspirina sea un medicamento muy de andar por casa, no debemos dejar de tomarla en serio, ya que el abandonar repentinamente el tratamiento tras años, puede tener un efecto rebote considerable; tendrá que ser el médico el que nos paute la retirada de la aspirina diaria de una forma escalonada”. Una investigación publicada hace ahora un año determinaba que el abandono radical de la terapia aumenta más de un 30% el riesgo de sufrir problemas coronarios. 

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