¿Qué tipo de pelo prefieren los piojos?

Foto: San Drino

Marta Chavarrías

Los piojos se han asociado a suciedad, a precariedad... pero esto no es así. Al contrario de lo que muchas personas piensan, el piojo afecta igual a cabellos sanos y limpios y no entienden de clases sociales, según la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB). Los piojos son insectos parasitarios que no tienen preferencias clasistas, ni entienden de distinciones sociales, económicas o culturales y pueden infectar distintos animales. Hay diferentes tipos de piojos, como los del cuerpo (Pediculus corporis), los piojos de la cabeza (Pediculus capitis) y los del pubis (Pediculus pubis).

Su supervivencia fuera del cuerpo humano es muy corta, no más de dos días, porque necesitan ingerir sangre con frecuencia. De color gris, miden unos 3 milímetros y se mueven con rapidez por los cabellos secos. En una persona, pueden sobrevivir hasta treinta días. Los huevos, blancos y mucho más pequeños que los insectos, se asemejan a la caspa y pueden permanecer más de dos semanas en el cabello. Suelen detectarse sobre todo detrás de las orejas y en la nuca, especialmente en épocas escolares, ya que las escuelas son uno de los espacios preferidos de los piojos, básicamente porque allí tienen dónde ir de cabeza en cabeza.

Despejando algunas dudas sobre los piojos

La primera duda es por qué aparecen. El aumento de pediculosis, que es como se conoce la infestación producida por piojos, estaría relacionado muchas veces con el exceso y el olvido. Según el Colegio de Farmacéuticos de Barcelona, con el olvido porque muchos padres no controlan las cabezas de sus hijos, entendiendo que no tienen piojos. Y exceso porque, cuando aparecen, se suelen usar de manera indiscriminada todos los insecticidas disponibles, olvidando lo que las autoridades sanitarias recomiendan: hacer un tratamiento sistémico. Además, es importante tener en cuenta que los niños no parasitados no deben tratarse.

En segundo lugar, la pediculosis no tiene nada que ver con la falta de higiene. Ni la higiene personal ni la de casa ni de la escuela, tienen nada que ver con la infestación de piojos. A los piojos les encanta el cabello fino y limpio; no les gusta tanto el cabello más grueso, como el de personas de origen africano, que son menos propensas a infestarse porque a los piojos les cuesta más aferrarse. Por otro lado, la vuelta a la escuela y la época de colonias son los momentos álgidos de infestaciones. 

La siguiente duda es: ¿transmiten enfermedades? Los piojos no transmiten enfermedades y no suponen un riesgo para la salud pública. Sí crean alarma y provocan estrés en muchas familias, además del malestar derivado del picor del cuero cabelludo que ocasiona la irritación de la saliva que el insecto deposita en la pequeña herida de la picada. 

 

Otra aclaración que conviene hacer es que los piojos no afectan a animales domésticos. Tampoco tienen alas, y por tanto, ni saltan ni vuelan. El contagio se produce, según el Canal de Salud de la Generalitat de Cataluña, por contacto directo o por el uso compartido de efectos personales, como sombreros o peines.

Los piojos son corrientes entre los niños de entre 6 y 10 años. Según el Colegio de Farmacéuticos de Barcelona, para saber si hay piojos o no, uno de los métodos para comprobarlo es peinar el cabello o pasar un peine de púas finas sobre un papel blanco: los huevos o liendres caerán sobre el papel y se verán pequeños puntos blancos. Si hay huevos, lo más probable es que haya piojos. La caspa y las liendres son similares, pero la caspa se desengancha con facilidad al frotarla mientras que las liendres no. 

Qué hacer cuando aparecen los piojos

Si se confirman las sospechas de que los piojos ya han aparecido, lo primero que debe hacerse es prevenir el contagio a otras personas: comunicarlo a la escuela y desinfectar ropa, peines, juguetes y otros objetos que hayan podido entrar en contacto directo. El tratamiento sólo se aplicará si hay piojos, nunca como método de prevención. En farmacias hay lociones antiparasitarias a base de piretrinas que ayudará a eliminar estos indeseados insectos. 

 

Cremas, lociones o champús son algunos de los productos contra los piojos. Su composición es diversa, como permetrina, pero debe tenerse en cuenta que el uso abusivo de productos químicas puede generar resistencia, sobre todo a la permetrina, lo que explicaría la ineficacia de algunos tratamientos a base de este producto. Lo más probable es que el tratamiento deberá repetirse varias veces para poder matar los piojos que salen de los huevos. Deberán seguirse las instrucciones del fabricante para que el tratamiento sea efectivo. 

También hay tratamientos caseros, como el vinagre (este no mata el piojo ni los huevos pero sí ayuda a que las liendres se desenganchen del cabello) y el suavizante, o también alternativas a los productos más fuertes como el aceite de árbol de te o aceite de citronela, que se usa como repelente de insectos. En el caso del cabello largo, suele ser recomendable cortarlo, no porque estén más afectados, sino para simplificar la tarea de desparasitación porque esta puede ser muy larga y pesada.

Finalmente, un niño con piojos no debe acudir a la escuela o la guardería porque no se corta el modo de infección, es decir, el paso de una cabeza a otra. Cortar el contacto es la clave para que el piojo no pueda infestar nuevas cabezas. En la mayoría de los casos no debe confiarse el tratamiento principal a los remedios caseros porque pueden no ser efectivos al 100%. 

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