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Mi perro rechaza el pienso: ¿qué puedo hacer para que coma?

Foto: Buzzfarmers

Jordi Sabaté

Albert, socio de eldiario.es, nos escribe para plantearnos una inquietud: “mi perra hace cada vez menos caso al pienso y puede llegar a pasarse días sin comer y esperando a que le dé de mi plato, hasta que no puede más de hambre y se lo come. Hambre tiene y el veterinario me ha dicho que está bien de salud, pero cada vez que ve el pienso pone mirada de disgusto. Me gustaría saber cómo solucionarlo”.

Es una situación que seguro que nos suena a muchos amantes de los perros: observamos que nuestro can se muestra remolón, incluso diríamos que abiertamente hostil al pienso que le damos. Cuando vertemos el alimento en su comedero, él o ella se acercan entusiasmados al oír el sonido que hace la comida al caer en el recipiente. Sin embargo, en cuando ven y huelen que se trata de pienso, se retiran con desgana; acaso prueban una o dos bolitas pero desisten.

Hablamos de un perro que rechaza el pienso, no que haya perdido el hambre, ya que en cuanto le mostramos un premio o una porción de nuestra comida, nos lo arrebata entusiasmado. Deducimos entonces que el problema es el pienso, no la salud de nuestro perro. ¿Un problema de gustos o de educación canina? Algunos educadores aconsejan no dar nunca comida casera al perro si vamos a alimentarle exclusivamente con pienso, bajo la premisa de que así tendrá como única referencia el producto que le pongamos en su comedero.

¿Comerías tú pienso cada día?

La táctica puede funcionar si no caemos nunca en la tentación de darle sobras de nuestro plato a nuestro amigo peludo, porque en cuanto pruebe varias veces algo distinto al pienso, lo preferirá al igual que lo preferiríamos nosotros. Tal como escribe el veterinario Carlos Alberto Gutierrez en su blog Nutricionista de Perros: “El perro se harta de estar comiendo siempre lo mismo, día y noche ¿No te hartarías tú a los tres días?”.

Es decir que el que el perro coma pienso no significa necesariamente que le guste y son muchos los que se cansan tarde o temprano, por mucho que el balance nutricional del pienso que le demos sea aparentemente excelente. A este respecto desde el blog Si mi perro hablara aconsejan como primer paso ante el rechazo asegurarnos de que le damos al perro un pienso de una calidad suficiente. 

¿Le das un pienso decente?

No vale cualquiera: los de venta en supermercados y grandes superficies suelen ser de muy mala calidad, con proteínas poco digeribles procedentes de picos de ave, tendones de vaca, etc. En general es comprensible rechace estos piensos y se los coma solo cuando se muere de hambre, además de que nutricionalmente apenas le aportan nada.

Así que sí: el precio del pienso importa y es índice de su calidad. Por lo tanto, el primer paso si descubrimos que el motivo puede ser la marca, es cambiar a una marca superior, con mayor contenido de proteína de calidad -músculo- y un equilibro en fibra, grasas e hidratos de carbono, además de que probablemente será más sabroso. Podemos encontrar piensos de calidad en clínicas veterinarias y tiendas especializadas, que además, a la larga, abundarán en la salud y el desarrollo de nuestro perro.

¿Le haces revisiones dentales?

También puede ocurrir que nuestro can presente un problema de encías no detectado que le haga incómoda la masticación de algunas de las bolas de pienso. Aunque su modo de alimentación implica más tragar que masticar, si tienen las encías sensibles el contacto con las bolas duras de pienso puede resultarles molesto. A este respecto conviene asegurarnos de que el tamaño de las bolas de pienso es el adecuado a su boca, ya que si es demasiado grande tendrán que masticar más y se multiplicará el efecto desagradable.

No descartemos someterlo a una revisión dental para determinar el estado de sus encías y ver si es necesario realizar una limpieza. Adicionalmente, es importante mantener su higiene bucal con un cepillado como mínimo semanal de sus dientes y colmillos. Si tras una limpieza de sarro vemos que el perro recupera el hábito de comer pienso, habremos detectado, al menos parte, del problema.  

¿Y si alternamos comida casera?

En todo caso, si vemos que no hay manera que se resigne a comer pienso ni teniendo las encías impolutas ni con uno de calidad máxima, deberemos pensar en alternarlo con la comida casera, preparada con nosotros. Pero cuidado con mezclar ambas comidas en una misma ración: como asegura Carlos Alberto Gutierrez en su blog, la palabra clave es 'alternar' pero no 'mezclar'.

La razón es que el pienso es un producto de lenta absorción frente a la comida casera, que el sistema digestivo del perro procesará con rapidez. Si mezclamos ambos elementos en el comedero, el pienso retrasará la digestión de la comida casera, que puede dar lugar a fermentaciones intragástricas y gases en el estómago, que serán molestos para el perro e incluso pueden derivar en afecciones mortales como la torsión gástrica en determinadas especies de gran tamaño.

Gutierrez recomienda un límite de un 5% de comida casera en el comedero si lo que queremos es dar un incentivo aperitivo para que el perro se coma finalmente el pienso. También podemos usar aceite de oliva o de salmón para tales fines. Pero asegura que es más aconsejable el alterne de la comida diaria en dos dosis, una de pienso a unas horas y en otras, al final del día, una de comida casera o viceversa. Así le haremos más placentera su dieta pero si renunciar al pienso.  

Aprender a cocinar para ellos

Respecto a la formulación de la comida casera, Micaela de la Maza, responsable de la guía de locales donde ir con perro SrPerro, explica que hay que estar mínimamente informado y preparado para cocinarla, ya que es fundamental en los perros que coman de una manera equilibrada sin que les falte ningún elemento. Asegura que “peor para un perro que un pienso de baja calidad, es una comida casera no equilibrada”.

“Si alguien opta por la comida casera, lo ideal es que antes se asesore bien hablando con algún nutricionista canino: es decir, no es cuestión de darle las sobras de la comida de los humanos a un perro, puedes perjudicar a tu can si no le proporcionas todos los nutrientes que necesita”, explica de la Maza, que recomienda el documental Pet fooled Pet fooledpara quien busque alternativas a los piensos. 

Finalmente, el blog Experto Animal avisa de que la comida natural cruda puede comportar la existencia de parásitos que pueden afectar al perro, que estos pueden ser eliminados si la misma es previamente congelada o pasada por la sartén. También advierte que hay ciertos alimentos que los perros no toleran

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