Semillas de aguacate, ¿un nuevo superalimento?
Fernando, lector y socio de eldiario.es, nos escribe el siguiente texto en un correo electrónico: “me gustaría preguntaros acerca del consumo de las semillas de aguacate, últimamente me he encontrado varias páginas, vídeos y blogs que cuentan maravillas de estas semillas que habitualmente van a la basura de nuestros hogares, pero no he encontrado ninguna información científica que lo certifique. Por eso me gustaría saber que averigua ConsumoClaro: ¿es seguro comerlas? ¿es cierto que poseen tantas propiedades nutritivas y para nuestra salud? ¿como se deben consumir para aprovechar esas supuestas propiedades?”
Tal como dice Fernando, existen diversas páginas y vídeos en internet que alaban las propiedades supuestamente benéficas de las semillas de aguacate ralladas, es decir del polvo de semilla, que se recomienda como aditivo en ensaladas y otros platos. El ejemplo más notorio es un video de Nourish me whole, una página en Facebook de consejos alimenticios.
En él, se mostraba paso a paso cómo secar el exterior de la semilla, extraer la pulpa y pulverizarla para su consumo. El video fue publicado el 13 de marzo de 2016 y en un poco más de un mes registró más de 27 millones de reproducciones y más de 460.000 compartidos. Posteriormente, ante el éxito desbordante y la consiguiente polémica, su autora, la australiana Sophie Sonnenwirth, escribió en Facebook que ella no es nutricionista ni facultativa y, por tanto, recomienda consultar a un médico antes de probar su receta.
Sobre como se debe tratar la semilla antes de usarla como aditivo alimentario, el proceso contemplaría su inmersión durante quince minutos en agua que acabe de hervir y se esté enfriando. A continuación se eliminaría la primera capa de piel marrón oscura y se utilizaría el hueso para moler o rallar obteniendo un polvo.
Los beneficios de la semilla de aguacate
Los supuestos beneficios de esta semilla parecen existir, aunque no está demostrada científicamente su eficiencia en el ser humano. Pero de todos modos, como son los mismos que los de la carne de aguacate, aunque con menor materia grasa, pueden darse por buenos.
- El primero de ellos es la capacidad de rebajar el colesterol plasmático, una propiedad también presente en la carne del fruto. En un estudio llevado a cabo en ratones comprobó que se reducían los niveles plasmáticos de LDL, o colesterol malo, al suministrarles en la dieta durante un periodo prolongado harina de semilla de aguacate. Los responsables de esta disminución serían los fenoles y la alta cantidad de fibra vegetal de la semilla.
- Otro estudio sobre plaquetas de diversas cepas de bacterias y hongos, demostró que aquellas en las que se espolvoreaba harina de semilla de aguacate, las colonias disminuían sensiblemente. Ello quiere decir que dicha harina tiene compuestos antibacterianos y antifúngicos. Sin embargo no está claro cómo podrían operar dichos compuestos en el tracto digestivo humano, y de hecho podrían dañar el equilibrio de la flora intestinal.
- Finalmente, es cierto, así lo ha constatado un estudio, que la semilla de aguacate tiene una mayor cantidad de antioxidantes que el resto del fruto, es decir la carne, ya que la piel también parece ser rica en ellos.
Las contraindicaciones
No obstante, el que la semilla pueda tener estas virtudes no significa que no pueda tener contraindicaciones en una ingesta regular. Para empezar, el hueso es rico en taninos, una sustancia astringente y amarga presente en las partes leñosas de todos los vegetales y que puede propiciar desde dolores de cabeza hasta restreñimiento.
El motivo es que absorbe gran cantidad de agua pero se mezcla mal con otros compuestos, secando el bolo alimenticio de manera que tiene menos volumen. Aunque por este mismo motivo podría ser un buen remedio en caso de sufrir descomposición gastrointestinal, hay otros remedios más a mano e igual de efectivos, como la ingesta de arroz o de zanahorias hervidas.
Tampoco sus altos niveles de vitamina K parecen ser muy recomendables para personas que toman medicamentos anticoagulantes, porque los inhiben y por tanto disminuyen su eficacia. Adicionalmente, los nutricionistas y expertos en salud recomiendan abstenerse de su consumo. El motivo es que no hay estudios suficientes para determinar que el mismo no sea perjudicial, ni tampoco se ha calibrado la posible presencia de toxinas desconocidas en el hueso.
Es decir que ante la falta de información científica sobre las contraindicaciones, hipotéticas o no, es mejor no usar la semilla y apostar por la carne del aguacate, que también tiene las mismas propiedades -dejando de lado las múltiples atribuciones más o menos estrafalarias que en internet se le dan a las semillas: desde afrodisíaco a antidepresivo o relajante muscular-, o bien optar por muchas otras frutas y verduras que aportan lo mismo. De la misma opinión es la Comisión del Aguacate de California, la patronal estatal de cultivadores de este fruto.
