Cinco factores que pueden hacer variar la cuota mensual de tu hipoteca fija

Foto: Skitterphoto

Jordi Sabaté

Juan, socio y lector de eldiario.es, nos presenta la siguiente cuestión: “tengo una hipoteca a interés fijo por la que pago una cuota mensual bastante cómoda, tanto que hasta hace bien poco no me había fijado en que en algunos meses varia un tanto respecto a la media general. He preguntado al banco y me dicen que es normal, que se debe, cito textualmente 'al incumplimiento en las bonificaciones del interés'. Quisiera saber si esto es legal o estamos delante de nuevas triquiñuelas de los señores de siempre”

Aunque no sea tan voluble como una hipoteca referenciada a un interés variable, un préstamo por vivienda a interés fijo también puede presentar alteraciones en las mensualidades que en un principio no estaban previstas en la planificación de pagos realizada inicialmente. Si bien el fijo marca un monto de devolución mensual en forma de intereses que por ley no puede alterarse, a no ser que exista conformidad entre ambas partes, hay elementos auxiliares que pueden añadirse a la cuota mensual, de modo que la modifiquen en aumento o en descenso.

A continuación se explican cinco de estos factores, los más comunes, que pueden alterar la mensualidad de una hipoteca referenciada a un interés fijo, también conocidas como 'hipotecas a fijo'. Entre ellas está, efectivamente, el incumplimiento de las condiciones que determinan la “bonificación del interés”, como le explicaron a Juan, por lo que, sin más datos, podemos inferir que en su caso no se comete ninguna ilegalidad.

1. Las modificaciones en el plazo de devolución del préstamo

No es lo mismo devolver el dinero en 8 que en 12 o en 24 años, ya que el dinero prestado genera un interés a lo largo de los años que no revierte en el prestador. De tal suerte este, generalmente el banco, tiende a hacerlo repercutir en las devoluciones del préstamo. Hablando claro, cuanto más tardemos en devolver, mayor será el interés fijo que nos meterán. Cuanto menos tardemos, menos interés pagaremos.

Hay personas que firman una hipoteca a corto, a 8 o 10 años, y se dan cuenta de que las mensualidades les quedan muy altas, por ejemplo, por un cambio en su estatus económico. Piden entonces “alargar la hipoteca”, es decir devolverla en más años, con lo que las mensualidades bajan y se hacen asequibles.

Ahora bien, este cambio, además de modificar las cuotas, también altera el interés, que será más alto, con lo que al final del préstamo habremos pagado más. Mucha gente ve que al alargar los plazos relaja el pago, pero no es consciente de que al aumentar el interés el monto final a devolver crece sensiblemente.

2. Los retrasos en el pago

Debemos recordar que hemos firmado cláusulas de la hipoteca que siendo perfectamente legales, se nos pueden aplicar, siempre con conocimiento previo y aceptación explícita por nuestra parte, de modo que aumenten eventualmente la cuota mensual. Entre ellas están las penalizaciones por los retrasos en el pago, si los hubiere. Si bien estás deben cumplir lo que indica la legislación, en caso de aplicarlas, el banco las podría cargar en las mensualidades de forma repartida -alterándolas- o bien dejarlas para el final del pago, quizás alargando una o varias mensualidades más.

3. La cancelación de servicios auxiliares propuestos por el banco

Este es el apartado de las bonificaciones del que nos habla Juan. Las bonificaciones del interés son un acuerdo entre el banco y nosotros por el cual se nos aplica un interés más competitivo en la cuota siempre y cuando contratemos una serie de servicios -seguros, domiciliaciones, tarjetas y otros- y cumplamos una serie de requisitos, como mínimo gasto mensual, pago de servicios, etc.

No tenemos por qué aceptar estos servicios y condiciones. Pero en tal caso, el interés dejará de estar bonificado por la entidad y subirá de golpe. Por ejemplo, si cancelamos una tarjeta que estaba contemplada en la bonificación, o un seguro, etc., automáticamente el interés puede subir.

4. El incumplimiento de las condiciones auxiliares si se aceptan

Sin necesidad de que cancelemos o rechacemos los servicios auxiliares, el incumplimiento de sus condiciones -no gastamos lo suficiente con la tarjeta, dejamos de pagar el seguro, etc.- puede suponer una penalización que se refleje en la siguiente cuota. En realidad no se vende como una penalización sino como una suspensión, temporal o definitiva, de la bonificación del interés. La misma debe estar estipulada en el contrato. Seguramente sea este el caso de Juan.

5. Variaciones en la póliza del seguro asociado

Finalmente, un quinto supuesto es que hayamos contratado el seguro del hogar por el que pedimos la hipoteca con el mismo banco que nos la ofrece, algo que no es obligatorio pero que se hace con frecuencia. Ahora bien, este seguro está sujeto a los vaivenes del mercado como cualquier otro, y puede subir si el banco lo estima conveniente: por ejemplo por un aumento de la edad de la casa, frecuencia de averías denunciadas, etc. Como suele pagarse su cuota conjuntamente con la hipoteca, su variación se notará en la mensualidad.

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