Maltitol, ¿qué es y cómo debe aparecer en la etiqueta?

Foto: Benjah-bmm27

Marta Chavarrías

Maltitol, un sustituto del azúcar

El maltitol es un aditivo edulcorante sintético que pertenece al mundo de los polioles industriales, igual que el manitol, el sorbitol o el lactitol. Es un carbohidrato hecho de glucosa y sorbitol que se produce a partir de maltosa, que se deriva del almidón natural (trigo, tapioca o maíz). Suele usarse, además de como edulcorante, como humectante, agente espesante y texturizados de bajas calorías en caramelos, chocolates, productos horneados, helados o chicles.

Es aproximadamente un 90% tan dulce como el azúcar pero con un valor calórico menor y un índice glucémico también más bajo. El aditivo maltitol tiene alrededor de 2 kilocalorías por gramo, frente a las 4 kilocalorías por gramo de la sacarosa. Este edulcorante, además, posee unas características físicoquímicas similares a la sacarosa y se puede usar sin que ello afecte las propiedades del producto final.

¿Es seguro?

De acuerdo con el Comité de Expertos en Aditivos Alimentarios de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) (JECFA), el uso de maltitol como aditivo alimentario es seguro. También la Administración de Medicamentos y Alimentos estadounidense (FDA) ha aceptado una petición que pide el estado GRAS para esta sustancia, es decir, el que reconoce el aditivo como seguro y, por tanto, significa que puede usarse con esta finalidad.

Este aditivo también está permitido en la Unión Europea (donde aparece etiquetado con la letra y número E 965). Otros países donde está permitido su uso como aditivo es Canadá y Japón. En el ámbito europeo, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) también lo considera seguro.

Tanto el JECFA como la ESFA le han dado al maltitol una Ingesta Diaria Aceptable (IDA) “no especificada”, que es la calificación de seguridad más alta que se otorga a cualquier aditivo alimentario y para el cual no es necesario indicar un nivel máximo de ingesta. Sin embargo el maltitol no deja de ser un azúcar que se añade a los alimentos y, aunque tiene efectos distintos al azúcar de mesa o la sacarosa, sus excesos tampoco son recomendables.

¿Debe aparecer en la etiqueta?

La legislación europea, a través del Reglamento UE 1047/2012, especifica que un producto no puede llevar en el etiquetado una declaración que diga que no se han añadido azúcares si este contiene edulcorantes; solo es posible añadir “sin azúcares añadidos” cuando no se han agregado azúcares a un alimento, ni monosacáridos o disacáridos, ni cualquier otro alimento o producto usado, para endulzarlo.

Incluso en el caso de los azúcares estén presentes de forma natural en los alimentos, también debe aparecer esta información en el etiquetado. Por tanto, y de acuerdo con lo que establece y obliga la legislación, sí debe aparecer el uso de maltitol en el etiquetado. Es obligatorio que el etiquetado informe del contenido de azúcar dentro del total de hidratos de carbono.

Pero esto no siempre es así. En marzo de 2018, la asociación de consumidores belga Test-Achats denunciaba que algunos productos alimenticios (barras de chocolate y galletas) etiquetados como “sin azúcares añadidos” en sus etiquetas en realidad sí contienen edulcorantes, en concreto la mayoría de las veces precisamente maltitol o esteviol glucósido (derivado de la estevia).

En la información nutricional de cualquier alimento debe figurar el contenido total de hidratos de carbono y la cantidad de los diferentes tipos de hidratos de carbono: azúcares, almidones o polialcoholes (expresados en por cada 100 g o 100 ml). Para calcular la suma de polioles que se ingieren, debe mirarse en la etiqueta la cantidad de polioles como el maltitol y dividirlo por dos ya que suele absorberse aproximadamente el 50%. El resultado debe restarse a los hidratos de carbono totales, lo que dará el cálculo correcto en gramos/raciones de hidratos de carbono totales que contiene el alimento.

Si los azúcares están presentes en los alimentos de manera natural, se debe indicar que al producto no se le han añadido azúcares en su elaboración, pero debe indicar: contiene azúcares naturalmente presentes. Esto es así porque, aunque no se le añadan azúcares en su elaboración, pueden contener otros almidones o los azúcares propios del alimento, como por ejemplo el que puede tener la fruta en un zumo.

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