Este es el motivo por el que no hay transferencias bancarias en fin de semana

Jordi Sabaté

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Mari Paz, lectora y socia de eldiario.es nos expone la siguiente situación en un correo electrónico: “Si bien gran parte de las actividades bancarias están sistematizadas de manera informática, los fines de semana y días festivos siguen considerándose 'no hábiles'. Pensiones y nóminas se pagan solo en días hábiles. Y las transferencias, amortizaciones... se retrasan y perdemos los intereses de esos días. ¿Por qué?”.

La pregunta de Mari Paz es muy interesante y seguramente muchos de nosotros nos hemos planteado en más de una ocasión el porqué de estas retenciones en fin de semana y festivos en los pagos de pensiones, subsidios, sueldos, etc., que al fin y al cabo son todos transferencias bancarias. Antaño, cuando no había la banca digital y el dinero solo se podía transferir mediante las gestiones de los empleados, tenía sentido.

Pero en la actualidad, cuando todos los procesos están mecanizados y automatizados, con la digitalización de por medio, ¿por qué no funciona el sistema de transferencias en fin de semana y festivos? Parece un sinsentido que un sistema que funciona sin la necesidad aparente de acción humana se detenga porque los humanos se toman fiesta.

La 'culpa' la tiene el SEPA

Por ello hemos acudido al servicio de información del BBVA (podría haber sido cualquier otro banco), que nos ha explicado el funcionamiento tras las transferencia de dinero entre bancos en la actualidad, así como el motivo por el que no se hacen en fin de semana. En concreto, nos han aclarado que actualmente las transferencias de dinero en el espacio común europeo funcionan con el sistema SEPA (Zona Única de Pagos en Euros), algo así como un estándar de pagos comunitario que sirve para poder pagar en euros en toda la Zona Euro.

Las ventaja del uso del SEPA, que es el que nos obliga a dar los códigos de cuenta IBAN y SWIFT para su mejor identificación, es que agiliza las transferencias de dinero entre bancos más allá de las fronteras nacionales. De este modo, mientras que antes de la instauración generalizada del SEPA se tardaba una media de cuatro días en recibir una transferencia de otro país, en la actualidad no hay diferencia entre hacerla dentro o fuera del país. Y el tiempo máximo es de un día hábil.

Aquí entramos en el tema de no solo mover el dinero entre países sino también entre bancos; cuando el dinero cambia de banco se precisa de una serie de controles y verificaciones, no solo de sistemas de seguridad que protejan, certifiquen y apunten el movimiento, sino también del banco regulador –en este caso el Banco Central Europeo– para tener cuenta del movimiento, así como para constatar que dicho movimiento no tiene como objeto el blanqueo de capitales o el terrorismo.

Seguridad y verificación, la base del sistema

El resultado es un complejo entramado de sistemas de protección y verificación que si bien no se hacen por mano humana, sí requieren de controles para evitar caídas o fallos en el sistema que resultarían catastróficos. Precisamente, el motivo de que las transferencias entre cuentas de un mismo banco se hagan al instante, es que constan como meros apuntes en la cuenta del banco, un proceso interno que no precisa de más verificaciones que las del propio sistema, pero que no debe atenerse a organismos reguladores oficiales.

Y aquí llegamos a los fines de semana, festivos e incluso en la medición de cuándo una transferencia se considera que pasa a ser el siguiente día hábil, de modo que en realidad puede tardar dos días en hacerse. Según nos explican fuentes del BBVA, el motivo es que el SEPA solo funciona en horario bancario, puesto que es el horario al que se atienen los trabajadores que supervisan el sistema y vigilan su buen funcionamiento. Como hemos dicho, un fallo o el hackeo del sistema podría ser catastrófico, por lo que precisa de control constante.

Pero, ¿podría haber técnicos controlándolo en fin de semana? Nos contestan que sí, pero que no solo se precisa de informáticos en el sistema de verificación, pues en un día pueden moverse cientos de miles de millones de euros, lo que tiene importantes repercusiones financieras. Por lo tanto, el funcionamiento del SEPA implica que una parte nada desdeñable del sector bancario esté trabajando, incluido personal de bancos reguladores como el Banco de España o el Banco Central Europeo.

Así que se acordó que el SEPA no funcione en fines de semana y festivos. Y otro tanto sucede con las transferencias de un día para el otro. Como todas pasan por el BCE, no importa que sean dentro de un mismo país, se acuerda que a partir de una determinada hora, generalmente coincidente con el cierre de los bancos, se considerará que nos encontramos en el siguiente día hábil y se procederá a activarla al día siguiente, siempre que sea laborable.

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¿Y los pagos inmediatos?

Existen, no obstante, sistemas de transferencia inmediata -no para fines de semana ni festivos- entre bancos siempre que sean españoles. Se basan en que los bancos suelen tener cuentas abiertas en el Banco de España, y utilizan dichas cuentas para hacer el movimiento, de modo que consta como un apunte contable para el Banco de España. Este sistema tiene costes extra porque el BE grava a los bancos por tener abiertas este tipo de cuentas.

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