Cómo evitar las estafas a cuento del coronavirus y el confinamiento

Foto: Anna Gutermuth

Jordi Sabaté

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Por culpa de la actual pandemia de COVID-19, todos nosotros nos encontramos inmersos tanto en el temor continuado a contagiarnos como en las limitaciones que la prohibición de salir de casa impone a nuestras necesidades: nos es más difícil ir a comprar alimentos, papel higiénico o productos de limpieza y aseo personal por nuestro propio pie, especialmente si pertenecemos a alguno de los grupos de riesgo.

Para colmo de males, las entregas a domicilio acumulan mayores retrasos a medida que el confinamiento se hace más estricto, por lo que el temor a quedarnos desabastecidos se incrementa y con él los nervios y la desesperación. Esta concatenación de hechos nos hace víctimas propiciatorias para todo tipo de desaprensivos que tratarán de sacar partido de nuestro estado anímico.

Desde los bonos del Lidl a la falsa venta de mascarillas

No debe extrañarnos, pues, que el número de estafas a los consumidores se haya disparado en estas últimas semanas, desde que el COVID-19 se hizo presente en nuestras vidas. En algunos casos se han presentado reeditando antiguos engañosantiguos engaños, como el de los mensajes SMS o Whatsapp de vales de Lidl, Zara, Mercadona o Carrefour, con los cuales se pretende que dejemos nuestros datos personales y bancarios haciendo una supuesta compra que resulta ser falsa.

En otros casos se trata de la venta de supuestos productos en actual carestía, como falsas mascarillas quirúrgicas. Tal es el caso de la venta fraudulenta de mascarillas a través de un anuncio insertado en redes sociales, que en realidad obligaba a un pago a una cuenta privada, caso por el que fue detenido un ciudadano de nacionalidad china.

También una empresa de Rubí (Barcelona) intentó vender al inicio del confinamiento en su página web como gel hidroalcohólico un líquido que en realidad era un producto de limpieza del hogar, por lo que el material fue incautado y la empresa denunciada ante el Juzgado de Guardia de Rubí por un presunto delito de publicidad engañosa y estafa al consumidor.

Otra tipología de delito, más grave, son los llamados ladrones del coronavirus: tanto los Mossos d'Esquadra en Catalunya como la Policía Nacional en diversas comunidades han advertido contra amigos de lo ajeno que se intentan colar en casas de ancianos disfrazados de médicos o de desinfectadores, para desvalijarlas.

12.000 web fraudulentas

Pero más allá de estos intentos más o menos básicos, el Mando de la Policía ha detectado cerca de 12.000 páginas web fraudulentas relacionadas con la actual crisis, según declaró el comisario principal del cuerpo, José Ángel González, el pasado viernes. Por su parte, el Centro Criptológico Nacional, dependiente del Ministerio de Defensa, alerta en su página web y en su cuenta de Twitter de algunas de estas estafas a través de los hashtags #NoTeinfectesConElMail y #CiberCOVID19#NoTeinfectesConElMail#CiberCOVID19.

Entre ellas destacan las falsas sanciones enviadas por correo electrónico para tratar de captar nuestros datos mediante un email de phishing supuestamente emitido por un organismo oficial para tratar de recolectar nuestros datos bancarios mediante un supuesto pago de la multa, según informa El Español.

Otras refieren, ya sea por correo o por SMS, a supuestos errores en nuestros datos en el contrato del gas o la electricidad, y aseguran que si no actualizamos dichos datos mediante una dirección URL que nos ofrecen en menos de 24 horas, nuestro contrato se extinguirá y nos cortarán el suministro. Obviamente tanto el aviso como la URL son falsos y tienen como objetivo hacerse con nuestros datos bancarios.

En Estados Unidos, donde las entidades benéficas tienen mucha mayor presencia que en nuestro país, se han detectado numerosos casos de intento de fraude con nuevas entidades falsas que piden los datos bancarios para realizar donaciones de ayuda contra el coronavirus, informa Univisión. El aviso lo dio el fiscal general de California, Xavier Becerra, que advertía de que el objetivo de las falsas entidades era apropiarse de los datos de la tarjeta de crédito del usuario.

Consejos para no caer en el fraude

La Comisión Federal de Comercio (FTC) de Estados Unidos ofrece una serie de consejos generales para evitar ser presa de los estafadores de todo tipo. Respecto a las falsas ventas de mascarillas y gel hidroalcohólico por internet, la FTC explica que “cualquier persona puede establecer una tienda en línea bajo casi cualquier nombre, incluidos los estafadores”.

En consecuencia, aconseja “verificar la identidad del vendedor haciendo una búsqueda en internet por el nombre de la empresa, número de teléfono y domicilio o email junto con palabras como 'comentario', 'queja' o 'estafa'. Si puedes verificar que todos los datos son correctos, paga con tarjeta de crédito y guarda el registro de la transacción”.

En cuanto a las falsas entidades de caridad, la FTC explica que “algunos estafadores usan nombres que se parecen mucho a los nombres de las organizaciones de caridad auténticas; esa es una de las razones por las que vale la pena investigar un poco antes de donar”. La comisión nos recuerda que “el dinero perdido en manos de falsas organizaciones de caridad significa menos dinero en donaciones para ayudar a aquellos que las necesitan”.

Respecto a los emails y mensajes de texto falsos y de phishing, tanto la FTC como la Policía Nacional nos recuerdan que los estafadores usan nuestra información para acceder al dinero de nuestras cuentas, a tu identidad o ambas cosas. También pueden usar trampas por phishing para obtener acceso a nuestro ordenador o red empresarial. En este sentido señalan que, a menudo, los estafadores usan nombres de compañías que suenan familiares o se hacen pasar por alguien que conocemos.

La FTC expone “un ejemplo de la vida real de una estafa en la que los phishers se hacen pasar por la Organización Mundial de la Salud (OMS)”. Finalmente añade que “los estafadores están usando llamadas automáticas pregrabadas ilegales para promocionar de todo, desde tratamientos fraudulentos para el coronavirus hasta esquemas de trabajo en casa”.

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