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La cultura como protesta recupera su voz en los viejos Maizales de Gijón
Asturias —
En un momento tan anodino como el verano y con los ánimos de una sociedad agotada de tanto protestar, un grupo de viejos antifranquistas tomaron la inicitiva de revivir, treinta años después, el Día de la Cultura de Asturias en la emblemática campa del Tragamón de Gijón, popularmente conocido como Los Maizales, un lugar rodeado de robles, donde, como recuerda Manuel Gutiérrez Aragón y Juan Gona “veníamos con la ilusión y la esperanza de que cambiar el mundo era posible”. Ahora, según ha ido pasando el tiempo, los directores de cine piensan en lo que cuesta consolidar “nuestras pequeñas conquistas y mantener nuestros ideales solidarios y nuestro compromiso”.
Pero como los actos del Día de la Cultura son festivos, terminaron su comunicado de apoyo con el popular estribillo de Al Vent de Raimon y un guiño al presidente del Gobierno Mariano Rajoy y su “fin de la cita”. También el cantante Victor Manuel, viejo conocido de Los Maizales, envió un comunicado reivindicativo, porque “estamos peleando porque nos devuelvan derechos que ya habíamos conquistado y nos han arrebatado, por nuestra dignidad y el derecho al trabajo y a una vivienda digna”.
El actor Juan Diego dio la bienvenida a la recuperación de este Día de la Cultura y protesta en su nombre y en el de escritores, músicos, cantantes y actores que apoyan el lema 'No sin cultura', mientras que el hijo de la cantante Rosa León, Victor García León, se ofreció a todo lo que sea necesario “aunque sólo sea para asegurar la próxima generación de hijos de la canción protesta”. El actor Carlos Iglesias, que bromeó con ser el que introdujo en España el gotelé, prestó su apoyo a una fiesta que “terca y cariñosamente os negais a perder”.
También llegaron comunicados de respaldo desde Francia, concretamente del Centro de Interpretación e Investigación de la Memoria de la España Republicana y de las 42 asociaciones que lo conforman, que fueron aplaudidos por las más de cinco mil personas que acudieron a esta cita de reivindicación y protesta contra las políticas de recortes de España, de Europa y del Fondo Monetario Internacional. En el Tragamón se dice que la izquierda asturiana ha salido de su exilio interior para continuar por la senda marcada en 1972 hasta 1984 y hacer visible la cultura como forma de protesta, porque para sus recuperadores “sobran los motivos para unirnos y rebelarnos contra la agresión que están sufriendo nuestros derechos ciudadanos, contra la malversación de nuestra democracia y contra la crisis que está produciendo una salvaje redistribución de la riqueza a favor de los más poderosos”.
A pesar de las dificultades que han tenido para la obtención del permiso -el ayuntamiento de Gijón, con Foro al frente, no se prestó a ello-, hoy martes se reúnen para hacer un balance y diseñar la fiesta de 2014. El Día de la Cultura de Asturias fue todo un símbolo de la unión de la cultura en la lucha contra la Dictadura franquista.
