Adiós a Jesús Robles, el librero del cine
La madrileña calle Martín de los Heros es angosta y a veces está poco iluminada. En un día de niebla puede rodarse una escena de cine noir al estilo de los años cuarenta. El encuadre está acompañado, además, por varios cines y en el número 11 una librería que guarda entre sus estantes los guiones de esas películas que los espectadores ven en las pantallas aledañas, biografías de directores y actores, historias del cine, novelas insufladas por todo el sabor del universo cinematográfico. La librería se llama Ocho y medio. Hoy falleció su dueño, Jesús Robles, a los 54 años y víctima de un cáncer. Ese sería el final de la escena: triste, trágico y negro.
Robles abrió Ocho y medio en 1977 y pronto se convirtió en una referencia para todos los amantes de la gran pantalla. Sus más de 15.000 títulos y la gran sabiduría cinematográfica de su dueño hicieron que fuera una de las más importantes de Europa dedicada al séptimo arte. De hecho, en 2004 recibió el Premio González-Sinde y en 2007 fue nombrado miembro de la Academia de Cine. Robles era un hombre que amaba el lenguaje audiovisual, pero también el de las palabras. Más de algún espectador habrá vislumbrado entre las paredes de este local lo que un director quería decir con sus imágenes. Y más de un estudiante, al salir de los Alphaville –hoy cines Golem-, habrá encontrado los libros que buscaba para su tesis o doctorado especializado en cine.
Este amor a las letras le condujo a crear su propia editorial junto a su mujer María Silverio, pionera en la publicación de guiones como los de Pedro Almodóvar, los hermanos Coen, Alejandro Amenábar, Woody Allen y Fernando León de Aranoa, entre otros. Guiones que también quiso trasladar al mundo digital y que hoy están disponibles en todos los formatos.
Poco después de conocerse la noticia de su fallecimiento, las redes sociales comenzaron a llenarse de palabras de agradecimiento. El actor Secun de la Rosa escribió: “Mucha tristeza por el adiós de Jesús Robles. Gracias a tu ocho y medio muchos vivimos otros modos de amar el cine. Grande Jesús”; la escritora Marta Rivera de la Cruz también tuiteó: “Inmensa pena por la muerte de Jesús Robles, la mitad de ‘Ocho y medio’. Gran librero, gran cinéfilo, gran tipo”. Muchos espectadores anónimos dejaron a su vez sus condolencias en la red, lo que ratifica el amor que Robles sintió por el cine y que supo trasladar a todos los cinéfilos.
Con su muerte, no obstante, el cine guardado en las estanterías de Ocho y Medio seguirá vivo de la mano de su mujer. La película continúa.
Fotografía de 20 Minutos/Jorge París
