Amaral ilumina la noche de Zaragoza en un concierto cósmico

Amaral iluminó la noche de luna llena en su ciudad de origen, Zaragoza, en el concierto de presentación de su disco más reciente, “Nocturnal” (2015), un viaje cósmico donde la música de la banda ha compartido protagonismo con un elegante y rompedor espectáculo visual.

“Unas veces se gana y otras se pierde”, de su último álbum, abrió el concierto en el que la cantante confesó estar “nerviosa e histérica minutos antes en el camerino” por tocar en su casa, para su familia y para sus amigos.

Aunque no había motivos para la tensión, la banda tenía todas las de ganar ya que jugaba en casa, el Pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza, y al abrigo de 7.000 aficionados.

Y la mayoría del público se rindió ya en la segunda canción ante la música de la banda zaragozana con la que, a ritmo de pandereta, pudieron corear “Revolución” entre saltos, palmas, gritos y un trepidante juego de luces.

A este enérgico tema le siguieron otras viejas glorias como “Kamikaze”, “Salir corriendo” y “No sé que hacer con mi vida”.

Pero si el público agradeció una canción “de las de siempre”, esa fue “Siento que te extraño”, tema que han querido “recuperar” para esta gira y con el que regalaron a los presentes un momento mágico e íntimo.

Fue en esta oscuridad cuando apareció una luna rodeada de un cielo salpicado de pequeñas estrellas bajo las que Eva Amaral daba la bienvenida a “un viaje cósmico” con “Nocturnal”, la canción que da título al álbum que presenta el grupo.

Con “500 vidas” Amaral sacó toda su energía mientras agitaba la melena y corría de lado a lado del escenario para recordarnos que quiere “capturar este momento y convertirlo en un segundo eterno” para “recurrir a su recuerdo cuando amenacen malos tiempos”.

Tiempos difíciles como los que narra en “Noche de cuchillos” y “La ciudad maldita”, un grito contra “el sinsentido y la sinrazón”, que habla de la pérdida de seres queridos durante la Guerra Civil Española. “Yo te pido que ilumines esta oscuridad”, rogaba Amaral. Y así fue.

Se hizo la luz con “Hoy es el principio del final”, una de las canciones del último disco más coreadas por el público a la que le sucedieron temas como “Laberinto” o “Cazador”, dedicado a los “animalillos de la noche” y a los “cazadores nocturnos”.

Y así, la banda fue adentrándose “hacia lo salvaje” mientras el público cantaba también para sus paisanos sobre el escenario al grito de “Alé maños, alé”.

Fue entonces cuando Eva Amaral sacó su armónica, uno de los instrumentos que fue alternando durante la noche con las guitarras y la pandereta.

No pudieron faltar “El Universo sobre mí”; la tradicional “Marta, Sebas, Guille y los demás”, reinventada en una versión al teclado que los asistentes pudieron cantar a viva voz, o “Como hablar”, que dejó preciosas instantáneas de abrazos, manos alzadas y un público que se balanceaba al unísono.

Sonó, además, “Llévame muy lejos”, el tema que abre su séptimo disco y que el público recibió con entusiasmo.

Aunque esta vez la banda estaba más cerca que nunca de sus orígenes, en Zaragoza, donde allá por principios de los noventa Eva Amaral y Juan Aguirre comenzaron en los pequeños bares de la capital esta aventura musical que, sin duda, les ha llevado lejos.

El público pedía más y Amaral aprovechó para recordarles con su potente voz ese “Sin ti no soy nada”.

Y no solo a ellos, sino también a todo el equipo que trabaja en la gira al que nombró con mimo, así como al resto de componentes del grupo.

Eva Amaral y Juan Aguirre estuvieron acompañados en este concierto de la gira “Nocturnal” por el teclista Tomás Virgós, el batería Toni Toledo y el bajista Ricardo Esteban.

“Nocturnal” dio su pistoletazo de salida en el festival murciano SOS 4.8, tras la Gira Latinoamericana el pasado mes de marzo que recaló en Argentina, Uruguay y Chile.

A este concierto en la ciudad natal de la banda le van a seguir los escenarios de Valencia (28 de mayo), Valladolid (4 de junio), Badajoz (10 de junio), Barcelona (11 de junio) o Málaga (18 de junio), además de varias citas nacionales durante el mes de agosto y septiembre ya que todavía “quedan días de verano” para esta consolidada banda.